Hora de las preguntas

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De repente, entraron Adela y Patricia corriendo, pero se quedaron paradas al vernos a Javi y a mí. Ya que el me estaba rodeando con sus brazos. Se sentaron en las sillas que habían alrededor de la mesa y me empezaron a hacer miles de preguntas, Javi nos dejó a solas ya que sabía que era una conversación de chicas y se fue a hablar con su amigo que también lo estaba esperando para pedirle explicaciones. Mis amigas no paraban de decir una pregunta tras otra hasta que las paré
-Os responderé a todas las preguntas que tengáis pero una a una por favor.
Comenzó Adela
-¿ Dónde fue?
-Al salir de la academia, habíamos terminado a la vez y bajamos juntos.
-¿Cómo fue?- me preguntó Patricia
-Aunque al principio no le quería decir que me gustaba, tenía que hacerlo. Justo cuando él ya se iba lo llamé y paro rápidamente. Entonces le dije que llevaba gustándome desde que lo conocí. Entonces él sin decir ni una palabra me besó, y yo creyendo que tenía novia le dije que eso estaba mal y entonces el me dijo: Clara, no tengo novia, al menos que tu quieras ser la mía. Entonces nos volvimos a besar.
Adela y Patricia se quedaron asombradas y ni siquiera hablaban, entonces les dije- ¿se OS han acabado las preguntas?
Ellas simplemente se empezaron a reír conmigo, ya que yo rebosaba alegría.
Justo cuando paramos de reír llegó Javi y me abrazó, le dije que tenía que decirle a Rosa el tema de sociales y me dijo- pues te acompaño a afuera- yo, feliz, asentí
De repente todas las personas que habían fuera empezaron a preguntar y a preguntar, simplemente pasamos de largo y nos dirigimos hacia la profesora y empecé a decirle sociales, pero no podía aguantar mi risa, ya que todo el mundo estaba acosando a Javi para que contará que estaba pasando.

Narra Javi

Me sentía genial y feliz y cuando llamé al portero de la academia y me preguntaron mi nombre dije Javi, no como otras veces que solo decía que abrieran. Lo hice porque sabía que Clara iba a preguntar quien era y cuando le dijeran mi nombre se iba a poner nerviosa. Me encanta cuando se pone nerviosa, es más vulnerable. Cuando entré y la vi, tan preciosa como siempre, no salude a nadie, fui directamente hasta ella y le dije: buenas tardes princesa- eso fue suficiente para que ella se sonrojara pero seguidamente le di un corto beso en los labios y todo el silencio que había en la academia fue interrumpido por el barullo de la gente, todo el mundo nos preguntaba cosas, yo me limité a pasar de largo, cogí la mano de Clara y me fui a la habitación donde nos conocimos con ella. Cuando volví de preguntarle una duda a Rosa me encontré a Miguel molestando a Clara. Sin pensarlo, protegí a Clara con mis brazos y le dije que se fuera a Miguel.
Llegaron las amigas de Clara y me fui para que tuvieran esas típicas conversaciones cursis de chicas, además mi amigo también quería hablar conmigo.
-¿Otra chica para la lista?- me preguntó Jose Luis.
-Al principio, cuando tonteaba con ella sí, pero ya no, me gusta mucho, la amo- le conteste rápidamente a mi amigo.
-Javi enamorado, quién me lo iba a decir - dijo mi amigo, riéndose
-Es que es demasiado guapa, preciosa y buena- dije pareciendo un tonto enamorado
-Definitivamente el amor te vuelve tonto, Javi
- Bueno, dejemos esta conversación, parece la típica conversación cursi de chicas.
- En eso te doy la razón
- Pero hay algo que me preocupa, Miguel la estaba molestando cuando me he ido un segundo, pero he llegado a tiempo para que dejase a Clara en paz.
- Lo vigilaremos y veremos que esta tramando-dijo mi amigo. Con eso me quedé más tranquilo, cuando entré en la habitación Clara me dijo que tenía que decirle Sociales a Rosa, le dije que le acompañaría y eso formó una preciosa sonrisa en su cara, entonces la abrazé y salimos juntos de la habitación. Todo el mundo nos preguntaba, pero pasamos de largo, ella fue a decirle Sociales a la profesora y yo me senté cerca suya para verla pero sin agobiarla, no la pude ver ni cinco segundos ya que todo el mundo me estaba rodeando. Les dije que me dejaran en paz, y que, obviamente, éramos novios. Una vez admitido, todo el mundo se puso a hablar entre si, algunos decían que hacíamos buena pareja, otros que no pegábamos, pero a mi me daba igual la opinión de la gente, yo amaba a Clara, y me daba igual lo que dijeran unos estúpidos celosos. Cuando me di cuenta de que Clara había terminado llegué por atrás y la cogí en peso, al principio ella intentó soltarse, pero como soy más fuerte, no fue problema para mí, al final desistió y recordé una conversación que tuvimos hace mucho tiempo.

Se me habían derramado todos los gusanitos en el suelo de la academia, pensé en limpiarlos, pero como Clara estaba allí decidí molestarla un rato, ya que ella odiaba a la gente machista

-Clara- la llamé, ella vino.
- ¿Qué quieres?
-Limpia los gusanitos que se me han caído
- No, se te han caído a ti, limpialos tú, no soy tu criada
- De limpiar se encargan las mujeres, Clara, de ordenar que lo hagan los hombres, y por cierto, no eres mi criada pero deberías serlo
- Osea que además de estúpido y arrogante, machista. Cada día eres peor, no voy a recoger lo que tú ensucies y mucho menos voy a ser tu criada.
- Entonces no sirves para nada, ya que las mujeres solo sirven para limpiar
- Gilipollas
- Dios creó al hombre, y después a la mujer para que lo que ensuciara el hombre lo recogiera la mujer
-¿Sabes por qué Dios creó al hombre primero?
- Porque es mejor y más inteligente
- No, porque para hacer una obra maestra hay que hacer primero un borrador.

La chica que amaba al chico al que no quería amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora