La chica que amaba al chico al que no quería amar

Mi nueva familia

No me había dado cuenta pero todas las chicas me estaban mirando celosas y no sabía por qué, hasta que caí en la cuenta, estaba bailando con cinco chicos súper atractivos, que a ellas no les hacían ni caso. Cuando estuvimos cansados, salimos de la discoteca para irnos a nuestras casas.

-Qué bien lo hemos pasado-dijo Antonio.

-Clara, eres genial-dijo Fernando.

-Ahora eres parte de nuestra familia-dijo Alex.

-Muchas gracias chicos, os quiero muchísimo.-les dije-No lo he pasado mejor en la vida.

-¡Nosotros también te queremos mucho, Clarita! –me dijeron todos a la vez.

-Pues mañana vamos a pasar todo el día juntos-dijo de repente Javi- quedamos por la mañana, comemos por ahí, hacemos lo de hoy y nos quedamos a dormir en mi casa.

-Mejor en la mía-dijo Eric- porque no creo que mi tío deje a Clara quedarse a dormir en tu casa, pero si en la mía, que soy su primito.

-Perfecto-dijimos todos a la vez. Javi se ofreció a llevarme a casa y mi primo también, al final acabaron todos acompañándome a mi casa. Los quiero a todos mucho, y se ve que me han cogido cariño. Subí el ascensor de casa y obligué a los chicos a quedarse en el ascensor, excepto a Eric, ya que a mis padres les daría algo al ver a cinco chicos acompañándome a casa. Al ver a mi primo mis padres y mi hermana se alegraron mucho, y Eric avisó a mis padres de los planes que teníamos para mañana, aceptaron y yo me alegré. Fui a despedirme de los chicos y entre de nuevo en casa. Me dirigí a mi cuarto, me cambié y cogí mi móvil, me tumbe en mi cama y hable un rato con Javi. Después apagué la luz y me dormí, a las 10:30 am alguien llamó a la puerta de mi habitación, era Eric, que estaba sonriente y yo le lancé una almohada, por despertarme a esta hora. -¿Qué quieres?- le dije

-Que te muevas, corre arréglate que están todos esperándote abajo.- dijo

-Tendré que desayunar ¿no?-dije

-¿Desayunar? No, no hay tiempo, ya te tomarás algo por el camino

-Valeeeeeeee- lo eché de la habitación, y busqué algo que ponerme en el armario, y me decidí por unos pantalones vaqueros claros y una camiseta roja de tirantes. Fui al baño y me duché, me vestí y me peiné. Salí y mi primo me regaño por tardar tanto, cosa que me dio igual, cogí dinero y el móvil y salimos de la casa. Y, como decía mi primo, ahí estaban mis chicos.

-Adivinad quién estaba dormida cuando he llegado.-dijo, culpándome.

- ¡Clara!- dijeron todos a la vez

-Es sábado y son las once, ¿Qué esperabais?-dije en mi defensa

-Nosotros nos hemos levantado temprano, no como otras – dijo Javi.

-Si creíais que iba a dormir menos por vosotros, estabais muy equivocados.- dije de brome

-Has herido nuestros sentimientos-dijo Alex

-Es broma chicos, y os voy a explicar la razón por la cual no estaba despierta. ¿Quién de vosotros me aviso de la hora?-todos me miraron petrificados- Respondo yo, ninguno, no soy adivina chicos.

-Lo sentimos-dijeron todos menos Eric.

-No sé como lo hace, pero siempre desde pequeñita acaba haciendo culpable a otra persona. –dijo mi primo.

-Bueno, vamos a una pastelería que tengo hambre, que no he desayunado por vuestra culpa.-dije mirándolos mal a todos. Fuimos a la pastelería más cercana y me acabé comprando dos donuts y un batido de chocolate. Cuando estaba pidiendo la comida, pregunté si alguno quería algo, nadie quería. Pero cuando estábamos por el camino, Eric tuvo la brillante idea de pedirme un poco, después Javi hizo lo mismo, al final acabaron todos con un trozo de mis donuts.