Un amor como TÚ [BL] #1 ✔

10: La maldición del capítulo 11

Dos días, exactamente hoy se cumplen dos días desde la última vez que vi a Eung. Aunque hemos hablado por teléfono constantemente creo que me he acostumbrado mucho a estar a su lado.

En cuanto a Wattpad, luego del capítulo 10 no hemos tenido más actualizaciones. En ciertos momentos creo que el escritor lo hace a propósito con tal de disfrutar mi sufrimiento al ver que la historia no avanza.

Tal vez soy muy desesperado o él es muy lento.

No importa, ciertamente en la escuela ha pasado a un segundo plano el tema de Wattpad y agradezco a todos los ángeles por ello. Estoy harto de ser el centro de atención. Me dirijo a mi casillero en busca de mi libro de física, me gusta creer que solo han pasado dos horas desde que llegué aquí. Últimamente estoy más cansado de lo normal.

—Seo. —alguien me llama y me alejo de la pequeña puerta metálica para descubrir de quién se trata. Sonrío al verlo.

—Bin. 

Bin, es el líder del equipo de fútbol de los estudiantes de último año. Su familia mantiene una buena relación con la mía y por tanto, hemos sido cercanos sin llegar a la amistad. Todo por mi miedo a la socialización.

—Acabo de cruzarme con el maestro de física, quiere que lo ayudes con algo en el laboratorio. Al parecer eres el único alumno que considera capaz. —me hace reír, tiene todo la razón—. Bueno, ahora que di el mensaje puedo irme. Nos vemos, Seok.

—Gracias. Hasta luego. —me despido para luego verlo desaparecer.

Me apresuro a cerrar el casillero y dirigirme al laboratorio.

♡♡♡

Toco la puerta con mis nudillos provocando un sonido bastante audible. Nada.

Luego de unos segundos decido ingresar al lugar. Mi mano toca el pomo y al girarlo descubro que está abierto.

—Seguro fue a buscar algo. —digo a mí mismo.

Abro la puerta por completo e ingreso al lugar. Camino unos pasos para dejar mi libro sobre la mesa de prácticas pero antes de girarme nuevamente escucho la puerta ser cerrada. Me sobresalto y doy la vuelta inmediatamente.

Todo miedo desaparece y en lugar de asustarme, sonrío.

—Eung.

—¿Me extrañaste?

♡♡♡

No doy ningún paso y él tampoco lo hace. Nos admiramos desde la distancia como lo hicimos hace dos días. Ambos sonreímos y nos apreciamos con lentitud. Estamos procesando el hecho de que esta vez ningún portón metálico nos separa.

—¿Por fin decides volver a la escuela, eh? —pregunto, sarcásticamente.

—Puede ser. Sucede que un pequeño chico llamado Seo me tuvo nervioso durante dos días. 

—¿Ah, sí? ¿Qué se supone que hizo ese pobre chico para tenerte en ese estado? —su sonrisa se ensancha.

—No estar junto a mí.

Me sonrojo. De un momento a otro, su gesto cambia de uno amoroso a uno colmado de deseo.

—¿Vas a quedarte ahí? —pregunto.

—¿Por qué no vienes a mí, Seo?

—Yo... —dudo por un momento mi respuesta, igual decidí terminarla—. Me gusta verte venir hacia mí.

—A mí me gustaría que algún día fueras tú quien viniera a mí. 

Responde y sin saber por qué, hace mi corazón doler.