Un amor como TÚ [BL] #1 ✔

28: Estoy escribiendo el final

Camino tranquilamente hasta la escuela, el nuevo año ha iniciado y es inevitable no encontrar rostros nuevos. Sonrío amablemente a los que se cruzan por mi camino y ellos me devuelven el gesto.

Cuando me detengo frente a la puerta principal del edificio elevo mi mano izquierda y miro atentamente el conteo que realiza mi nuevo reloj. Alguien se detiene justo a mi lado y sonrío, eleva su mano izquierda igual que yo y en menos de 6 segundos ambos relojes pitan.

Mi rostro gira para encontrarse al hermoso chico que sonríe a mi lado mientras mantiene su vista en frente.

—Gané. —afirmo. Gira su rostro hacia mí y elimina su sonrisa.

—Bueno, ¿Qué debería darle al ganador? —pregunta, coqueto.

Sonrío, mientras sus ojos viajan hasta mi entrepierna golpeo su hombre obteniendo una fuerte carcajada.

—¡Eung! 

Reprendo pero en lugar de decir algo se inclina hacia mí con prisa y deposita un corto beso en mis labios haciéndome sonrojar. Vuelve a su antigua posición y luce orgulloso del efecto que sigue dejando en mí con cada simple gesto de amor. Ofrece su mano hacia mi cuerpo y finjo dudar en mi decisión de tomarla.

—¡Oh, vamos Seo! Haces doler mi corazón. —expresa con una mirada triste. Caigo rendido ante él.

Tomo su mano inmediatamente al no poder aguantar más su belleza. Sonríe orgulloso.

—Vamos, chico con dolor en el corazón. 

Se acerca a mi mejilla y deja un beso para luego llevar sus labios a mi oído.

—Un nuevo día. 

Susurra, y afirmo con seguridad:

—Un nuevo capítulo.

♡♡♡

♤Mientras tanto: Joon en alguna otra parte de la escuela♤

Mis dedos duelen al escribir tanto sobre la pantalla de mi teléfono. Esos cochinos de Seo y Eung deben estar besuqueándose en alguna parte de la escuela. Cansado de tanto caminar decido recostarme sobre la primera puerta que encuentro, y mi espalda lo agradece.

De un momento a otro una pequeña corriente eléctrica viaja por todo mi cuerpo, no entiendo de qué se trata y dudo que sea el móvil.

—D-disculpa... —dulce, inocente, totalmente primaveral. Esa es la descripción perfecta a la nueva voz que se escucha.

Mi rostro se eleva lentamente mientras voy descubriendo el conocido uniforme que se adapta con devoción a aquellas tonificadas piernas, desde este ángulo puedo deducir que tiene unos hermosos y formados glúteos. Mi rostro sigue en elevación y cuando llego hasta su rostro, me momifico.

—Padre de la repostería... 

Exclamo mientras mis ojos lo escanean. Cabello negro brillante, ojos color almendra y una piel tan pálida que podría ser expuesta en un museo como la más fina porcelana.

—¿Estás bien? —pregunta preocupado y me obliga a volver a la realidad.

—¿Eh? —balbuceo pero logro recomponerme—. Digo... ¿Necesitas algo?

—Estás bloqueando la entrada. 

—Ah, —me retiro con torpeza—. Lo siento.

Sonríe y lo veo asentir, mientras mis ojos siguen embobados.

Ambos hemos cambiado de posición. Cuando se gira puedo ver una pequeña pluma descansando sobre el cuello de su camisa. Empiezo a caminar hacia él con la intención de hacerle saber.

—Disculpa, tienes un-

No logro terminar mi frase pues mis pies han tropezado entre ellos y cuando el chico se gira mi cuerpo cae sobre él. Gracias a la fuerza de sus manos no hemos llegado hasta el suelo, pero luego descubro algo que me deja pálido.

Nos estamos besando.

Me alejo velozmente y el chico se mantiene en silencio.

—Yo, lo lamento...

No dice nada y vuelve a sonreír. ¿Le habrá gustado? Decido regresarle la sonrisa pero cuando lo hago, su puño golpea sobre mi nariz con una fuerza sobrenatural haciéndome caer al suelo.

Todo me comienza a dar vueltas y estoy seguro de que mi nariz está sangrando. Desde el suelo puedo ver cómo varias personas se han acercado a nosotros, preocupados. Pero es imposible para mí quitar los ojos del chico que se mantiene sobre mí y que no deja de apretar su puño.

Sonrío porque ni siquiera después de esto he dejado de pensar que es hermoso. Frunce el ceño y decido hablar con dificultad, pero lo logro:

—Creo que me voy a enamorar.

FIN