Un amor como TÚ [BL] #1 ✔

18: Solo un amigo

Algunos días más tarde dejando un poco atrás el tan incómodo y doloroso último encuentro con Eung, quisiera decir que todo ha vuelto a la normalidad y que nuestras vidas siguen siendo un desastre en conjunto. El móvil en mi mano y los más de treinta mensajes sin ser leídos además de las llamadas que nunca han sido contestadas, solo me dejan ver que lo que sucedió cambió absolutamente todo entre nosotros.

Incluso cuando intento encontrarlo por los pasillos de la escuela y ver su sonrisa al encontrarse conmigo pareciera como si hace todo lo posible por tomar en cuenta los lugares a los que frecuento para no aparecer.

Las dos letra del tatuaje que adornan mi pelvis, duelen. Aunque la palabra de la que forman parte es "libertad", de cierto modo sin mi compañero, pareciera que la tinta sobre mi piel me arañara, lástima y recuerda constantemente que he sido un iluso al creer que puedo obtener una libertad por la que no he luchado.

Mi corazón late con dificultad aunque por alguna razón siendo consciente de que puede seguir adelante sin él, no está dispuesto a hacerlo. Sabe que no lo merece.

Mi cuerpo se mueve por el pasillo de manera sigilosa, las notables ojeras y la palidez de mi rostro son la señal de lo mal que he dormido estos días. Mi rostro se levanta y a lo lejos observo a una persona que en otro momento hubiese logrado despertar mi ira pero ahora no creo ser capaz de usar el poco ánimo que conservo para discutir con él.

Su mano intenta elevarse buscando realizar un saludo, la comisura derecha de sus labios se inclina un poco hacia arriba. Ni siquiera intento pretender que no lo he visto así que descaradamente giro sobre mis talones y me doy la vuelta para alejarme él.

Por alguna tonta razón he dado a parar en la enfermería donde por el rabillo del ojo veo a Hyuk siendo curado por una de las enfermeras. Doy unos toques en la puerta para anunciar mi llegada. La enferma sonríe junto a mi amigo. Deja las gasas a un lado y retira sus guantes. Parece haber estado esperando la llegada de alguien para poder salir.

—Qué bueno que estás aquí. —recita la enfermera—. ¿Crees que puedas quedarte con tu amigo unos minutos? El director me ha citado en su oficina y ya saben cómo es ese hombre.

—Sí, puede irse tranquila. —respondo. Suspira aliviada, se despide y luego sale del lugar cerrando la puerta detrás suyo.

Avanzo un poco hasta sentarme en la camilla que se encuentra frente a Hyuk. No evito mirar sus heridas y me pilla en el acto.

—¿Esto? —inquiere, refiriéndose a lo ya visto—. Un estúpido intentó pasarse con Kimee. Tuve que ponerlo en su lugar.

—Parece como si ocurrió lo contrario. —bromeo.

—Idiota... —ríe ante su propia contestación—. Hubieses visto como quedó él. Kimee estaba orgullosa de decir que era su novio.

—¿Dónde está ahora?

—Ah, fue a comprar unas cosas. —responde—. Le pediré que traiga algo para ti.

Asiento, bajo mi cabeza y siento cómo el malestar general vuelve a mí.

—Lee Seok. —llama.

—¿Uh? 

—¿Qué sucedió entre Eung y tú? —pregunta.

—¿Cómo sab-

—Kimee los ha notado raros desde hace días. —confiesa—. No se hablan ni se raptan, tampoco se mensajean. Lo he visto por la escuela solo pocas veces y siempre pregunta donde estás. —me emociono por unos segundos—. Pero cada vez que le hago saber que puede llegar a ti por alguna dirección toma la contrario.