.RECUERDO.

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—Capitulo 4:—

Cuando Zoro y law estuvieron satisfechos soltaron a sanji de su agarré. De inmediato de desplomó al suelo, le dolía el cuello y la mano, su  corazón bombeaba más rápido de lo norma y sus mejillas estaban sonrojadas y un leve hilo de baba rodaba por la comisura de su labio.

Sanji elevó la cabeza para mirar a sus dos acompañantes, a zoro ya se le había quitado las marcas de las mejillas al igual que law, ambos portaban una sonrisa de alivio en sus rostros y también de satisfacción, tomar la sangre del cuerpo es mejor que tomarla envasada. Eso era seguro
Law ayudo a sanji a levantarse del suelo mientras Zoro ayudaba a sujetarlo por la cintura

—Lo lamentamos sanji —El primero en disculparse fue law. aceptaba que el tomo más sangre de lo normal, por eso sanji estába tan débil, pero zoro tampoco se quedó atrás. El también tomo un poco de sangre extra.

Sanji simplemente se quedó con la boca cerrada. Sentía mucho cansancio y le dolían varias partes del cuerpo, una más que otra y nuevas también como la cabeza.
Entre law y zoro llevaron sanji a su cama, más bien uno solo podía llevarlo pues sanji no era tan pesado. Pero ambos no querían dejarlo ni un solo segundo. Law le quitó los zapatos y calcetines y zoro ayudo con su chaqueta, ambos se sentaron en los bordes de la cama expectante a cualquier palabra que diga sanji.

—Los voy a matar si no encuentro la casa arreglada para cuando despierte —Tras haber dicho eso sanji cayó inconsciente más bien se durmió de golpe, unos sonoros pero bajitos ronquidos salieron de su boca dando por terminada la plática, law y zoro cruzaron miradas sabiendo los pensamientos del otro

.  .  .

Paro frente ha aquél gigante albor, era el más grande de la zona y acaparaba mucha sombra, el día estaba soleado perfecto para un picnic y dormir un poco al aire libre. Más bien todo eso se le esfumó cuando vio aquel charco de sangre, era inusual pero por mero instinto decidido seguirlo pues había dejado un camino, en silencio sanji lo siguió mientras observaba que se hacia más y mas grande con frecuencia que iba avanzando, hasta que entró en zona de bosque no explorada en sí, no sabía porque, pero entro. Solo sabía que la curiosidad lo mataba, siguió y siguió aquel charco de sangre hasta que se detuvo en punto detrás de los incontables árboles de la zona donde no entraba el sol por las grandes capas de los mismo. Se pudo apreciar como un tigre color verde estaba tirado bajo de él está un gran y enorme charco de sangre, su pelaje verde y negro también estaba manchado de esta misma, sanji se acercó más y más, hasta que noto que el tigre no estaba solo. Había un gigantesco lobo de ojos dorados mirándolo fijamente, «¿Desde cuándo lo estaba mirando?», Lo único que sabía es que si no se movía esa cosa se lo iba a tragar, pero si se movía. También se lo iba a tragar. Sanji simplemente se quedó estático como una bela hasta que noto que lobo también estaba lastimado de gravedad, tenía arañazos y golpes dispersados por su curbuliento cuerpo sin mencionar que más sangre escurría de la parte de abajo. El lobo solo se desplomó y cayó inconsciente, sanji respiro profundo más tranquilo, que había pasado con aquellas dos bestias pero la mayor pregunta era que hacía  un tigre en un bosque y mayor aún. ¿¡Desde cuándo los tigres son verdes!?, Dejo todo esos pensamientos de lado, que aria ahora, se preguntaba mentalmente. Dejarlos hay tirados y que se mueran era la mejor opción pues si llegaban a despertar se lo almorzarán aunque  eso estaba lejos de pasar,  ya que ambos estaban más muertos que vivos.

Sanji con toda su fuerza de voluntad intento irse más bien no podía, sabía que eran animales salvajes, pero no podía dejarlos morir estando el ahí. Así que después de reprimirse puso manos a la obra y fue por el tigre primero pues era quien se veía más lastimado, lo examinó a fondo o bueno superficial no quería acercarse mucho y que despertara, noto que la herida era profunda por suerte en su auto había un kit de primeros auxilios, con eso podría hacer algo por él, así que corrió lo más rápido que sus piernas daban. Por suerte su auto estaba muy cerca pues su picnic era fuera del bosque, tan rápido como tomo el botiquín regreso con las dos bestias que seguían hay. Obviamente no se iban a mover.

Sanji terminó rápido, no era algo de otro mundo pero con eso se salvarían. Le cosió la parte abierta y le puso un vendaje y al lobo le limpio con alcohol las partes rasgadas y las otras heridas junto con la más profunda, un milagro que no se hayan despertado con todo el proceso, sanji tomo sus cosas y se levantó dispuesto a irse, hizo lo que pudo, dependía de ellos el querer vivir.

De la nada el lobo se levantó con rapidez. Sanji quedó helado lo miro con ojos nerviosos mientras el lobo lo miraba a el, comenzó a avanzar. Sanji estaba asustado a tal grado que sus piernas temblaron, cuando el lobo estuvo cerca sanji cerró los ojos esperando algo que nunca llegó. El lobo solo pasó a su lado siguiendo su camino, sanji abrió los ojos y giro «¿¡Que paso!?» Se preguntó «¿No me va a tragar?» Sanji quedó ensimismado, el lobo se acercó al tigre y lo olfateo, con su cabeza movió la del tigre tal y como lo aria un perro a otro cuando está preocupado o triste, el tigre abrió ligeramente los ojos o bueno el ojo asiendo contacto con los del lobo, se miraron solo unos segundos hasta que el tigre los volvió a cerrar. El lobo miro una última vez al tigre para luego mirar ha sanji quien aún no se había ido.

Sanji no comprendía, desde cuándo un lobo y un tigre se llevaban bien lo más importante que aria ahora pues el lobo ahora sí se acercó a él, sanji volvió a cerrar con fuerza los ojos.

Esperando por segunda vez lo que nunca volvió a recibir. Lo que más le sorprendió al abrir sus ojos fue que el lobo tenía la pata alzada, sanji no comprendía que quería decirle, el lobo la movió ligeramente de modo insistente hasta que sanji comprendió, quería que le tomara la pata, sanji con mucho nerviosismo la tomo miro al lobo ha los ojos, atónito y desconcertado. «Esto es una broma» peso mentalmente mientras una sonrisa de reproche y sudor frío bajaba por su frente. El lobo deshizo el agarre y se recostó de la misma forma que la aria un perro. O, un gato y cerró sus ojos.

Sanji simplemente se alejó de aquel lugar, camino directo a su auto y arrancó directo a su casa, no podía ni siquiera creer lo que acababa de pasar, había estado frente a un lobo y solo le dio la pata.

. . .

Sanji despertó lentamente, volvió a tener ese recuerdo. El día que los había visto por primera vez. 

Con una mano tocó su cuello. Una gran mordida muy a la vista estaba plantada hay aún le dolía la cabeza, miro a ambos lados notando que zoro y law estaban dormidos. Les había reprochado una y mil veces que no le gustaba que se acostaran en su cama. Penso en tirarlos o mandarlos a su cuarto, pero lo dejo pasar. Noto que ya era de noche por una ventana

—Solo por esta vez —susurro Y volvió a recostarse. Ha seguir durmiendo junto a ellos, cerró sus ojos y sintió como su cama se movía, law y zoro se acercaron más a él y lo abrazaron law entrelazó su pierna por debajo de la de sanji y zoro lo acercó a su pecho ambos lo abrazaban de manera cariñosa y protectora, sanji solo se dejó hacer. No le molestaba en los absoluto.

De hecho, debería de hacerlo un poco más a menudo.


.LAS MASCOTAS DE SANJI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora