.LAS MASCOTAS DE SANJI.

.CASUALIDADES.

—Capítulo 17:—Contra aparte—

El toque era sobre su piel era más y más adictivo. Sanji se sentía bien mientras las manos de Luffy se paseaban por su cuerpo y ambos hacían fricción entre si para aumentar el placer. Los besos y caricias iban y venían, sanji fue levantado por Luffy quien lo cargo hasta el sofá y se sentó con el sobre sus piernas a los costados mientras seguía repartiendo mordidas y besos por todo su cuerpo.

—No podemos hacer esto ahora,—Sanji lo detuvo posando una mano frente su cara—No, nos queda mucho tiempo.

Luffy refunfuñó molesto—¿Que? Pero quiero hacerlo contigo sanji—Arrastro su nombre como si fuese un niño pequeño.

Sanji lo miro divertido y termino por plantarle dos últimos besos que fueron fugases, se levanto de encima y volvió a la cocina para terminar de preparar las dosis mientras Luffy lo seguía desde atrás bufando molesto. Para que Luffy se calmara sanji le regalo uno de los primeros frasco que había llenado con su sangre.

—Puedes tomarla cuando sientas la necesidad.—Habia dicho

Luffy miraba el pequeño frasco despistado sobre las palmas de sus mano abiertas con deleite y asombro, sanji confiaba en el para darle uno de esos. Sujeto firme el frasco y se abalanzó sobre el rubio envolviéndolo en un abrazo; abrazo que fue recibido pero con una reprimenda ya que Luffy había echo que la aguja del catete se moviera dentro de el.

—¡Lo guardaré bien!

Sanji sonrió con ironía, claro que lo guardaria bien hasta que tenga sed por supuesto.

Al terminar de llenar una cantidad considerable los depósitos sobre una caja negra donde tenía el espacio correcto para cada una de las botellas para que no se muevan o se rompan, luego; subió hasta su habitación y empaco en una pequeña mochila las correas de las bestias. Y una muda de ropa, tenía el presentimiento de que no volvería a casa dentro de un par de días. Pensando en esa idea, le dejo un mensaje a su amiga nami de la universidad. Para que les dé una excusa de su parte y le guarde los apuntes de todas las clases que se iba a saltar.

—Bien, Luffy ven aquí.—Llamo y al instante ya Luffy estaba allí—Acercate—Obedecido y se acercó, solo para que terminará con la correa de su collar en el cuello—Buen chico, ahora vamos.

...

Sabo estaba listo, al igual que zoro y law. Cuando Luffy y sanji llegaron quisieron partir al instante, pero no tenían idea de cómo llegar ha su destino. Sabo solo sabía dónde los habían atacado pero, no tenía ni idea de a dónde pudieron haber ido con el.

Mientras todos estaban sentados pensando en la sala de pronto la puerta de la casa fue estampada, el estruendo sonó por toda la casa junto con un grito de un individuo.

Cuando corrieron a ver de quien trataba ese aroma tan familiar por un momento casi se les caen los ojos por la boca

—¡Yo me harte de llamarlos! ¿Y donde estaban?—Ace paso la puerta envuelto en una capa de sangre y lodo, caminaba a zancadas envuelto en ira mientras se despojaba de la camisa rota que traía encima.—Sabo te llame cientos de veces a donde carajos de fuiste, y Luffy nisiquiera tomabas el celular. Sabes lo difícil que fue para mí escapar de eso maniáticos—Ace nisiquiera cayó en cuenta de que habían más individuos en la casa.

—¿Estas bien ace?—Se digno a preguntar sabo.

—¿Te parece que estoy bien? Tengo dos agujeros en el pecho. Y tengo tanta hambre que me comería ha ese humano que tienes hay,  zoro y law, largo tiempo sin verlos—Ace saludo como si nada y se tiro todo sucio sobre el sofá de la sala descansando su adolorido cuerpo.