.ENIGMA.

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—Capitulo 26:—

Tama despertó asustada reflejando la pesadilla que acaba de soñar, que se hundía en un río. Pero no era una pesadilla. Era algo real, de pronto miro a la persona que lo había salvado, el mismo sujeto que la miraba con indiferencia.

—No te moriste, menos mal ya esperaba lo peor—El hombre solto una risa traviesa—Si no sabías nadar, porque entraste al río.

—No entre porque quise—Tama se sentó en el suelo sujetando sus rodillas con sus manos, el frió la mataba. Ya que aún traía sus ropas mojadas—Gracias por salvarme, pero... ¡Ahh! ¡Tengo que volver!

Tama recordó a Law, se había quedado solo con esos dos jaguares. Solo esperaba que estuviera bien.

—¿Irte a donde? Dijiste que tenías hambre ¿No?

—¿Que? Nunca dije eso

—Es que—El hombre se acercó como si fuese a decirle un secreto—Soy igual que tú.

—¡Ahhh! ¿De verdad?—Tama se sujeto de su propia ropa—Mi olfato se daño a causa del agua. No pude percibirlo

—Jaja, lo sé... Oye, cómo te llamas.

—Soy Tama... ¿Y tú cómo te llamas?

—Yo me llamó Monkey D. Luffy—Se levanto al fin del suelo y tomo su camisa mojada que había estado sujetando—Ven conmigo. Conozco a alguien que te dara algo de comida.

—Pero, tengo que salvar a alguien.

—¿Salvar a quien? Si casi te morías en el río.

—¡Oye!—Tama pateo su rodilla con su piecito, Luffy solo hizo reír por su gesto—¡El está en peligro! No sé cómo, pero debo ayudarlo. El salvó mi vida

—Bien, bien, que tal si comemos algo primero y luego iré contigo y salvaremos a esa persona ¿Si?—De inmediato el estómago de Tama rugio, el hambre había contestado por ella—¡Bien!, entoces vamos.

Luffy se transformó en un gigantesco Lobo, su melena negra brillante bajo la luz del sol y esos ojos rojos dejaron deslumbrada a Tama. Quien apenas podía creer el tamaño de esa bestia, Luffy se agacho lo que pudo invitado a Tama ha subir a su lomo.

Tama no perdió el tiempo, y tras subirse Luffy comenzó a correr tan rápido, que las ropas de tama comenzaron a secarse por si solas. Se sujetaba del pelaje como podía, pasaban y pasaban volando el camino hasta que tras varios minutos llegaron hasta una enorme casa rodeada por un prado de arboles y flores. Desde allí se podía ver un pueblo. Entonces dedujo que la persona con quien la llevaba era un humano.

Luffy se sentó para que Tama pudiera bajar con cuidado, entonces volvió a su forma humana.

—Bienvenida a mi casa, vamos a entrar ya tengo hambre.—Luffy comenzó a caminar hasta el complejo, pero Tama se había quedado atras—¿Que pasa?

—¿Acaso vives con un humano o con una bestia?

—Un humano, pero. No te preocupes, el es una buena persona—Luffy le regaló una sonrisa que hizo a Tama confiar en su palabra. Entonces ambos comenzaron a caminar hasta las puertas de la casa.—¡Sanji ya llegué!

Tama miraba el espacio bien iluminado, la casa era enorme. Y muy linda por dentro, entonces miro sus pies enlodados ensuciando el suelo bajo sus pies.

—Que bueno que llegas, porque tu... Oh, hola—Sanji traía un delantal de cocina puesto, venía dispuesto a regañar a Luffy, pero al notar a la pequeña que lo acompañaba desistió.

.LAS MASCOTAS DE SANJI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora