The basics of Space, Pack and Love [Klance Omegaverse]

Suspicion

Rai regresó a la enfermería, con una mano en su cuello sobando su dolor. Estos últimos días habían sido aún más caóticos y no había nada más que deseara en ese momento que tomar un baño caliente. Pero el deber llamaba, hace días que no había iniciado contacto con su maestra.
Sacando el comunicador del cajón secreto que usaba como escondite, estaba lista para salir al lugar donde usualmente hacía sus llamadas cuando fue interrumpida por unos fuertes golpes en la puerta.

―¡Curandera! ¡Es urgente!

Por milagro no soltó el comunicador del susto y como pudo lo escondió entre sus ropas, no dispuesta a arriesgarse a dejarlo ahí, y corrió hacía la puerta. Donde se encontró a un guardia exhausto y recargándose en la pared para recuperar el aliento.

―¿Qué suce-?

— ¡El Príncipe ha despertado!--exclamó después de juntar aire.

La chica sólo alcanzó a cerrar la puerta antes de salir disparada hacia el lugar.

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Al entrar a la habitación, ya había un par de sirvientas al lado de su cama, trayendo agua, tratando de mover su almohada o cualquier cosa que pudieran hacer para ayudar. Algo que justamente estaba teniendo el efecto contrario.

—Informe de la situación—ordenó una vez que entró a la habitación, haciéndoles moverse para darle espacio al príncipe que trataba de sonreír y calmar a la gente a su alrededor.

—Se despertó hace unos 20 ticks, Lara estaba desempolvando cuando noto que su alteza empezó a gruñir y a tratar de levantarse—uno de los mayordomos contestó de inmediato. Rai asintió, no quitándole los ojos de encima a la persona en la cama.Rápidamente se apresuró a revisar sus signos vitales, tomando su pulso y temperatura.

—Ustedes,—le llamó la atención a los curiosos que seguían alrededor—...voy a necesitar que traigan algo de comida y que le den espacio a su alteza para descansar.

 
Los sirvientes rápidamente atendieron a sus órdenes y se dispersaron para cumplir con sus tareas, estaban determinados a hacer todo lo que pudieran para ayudar a su príncipe a mejorar.
Una vez se fueron Varn dejó de forzar su sonrisa y se dejó caer entre sus mullidas almohadas, gimiendo de dolor y llevando una mano a su frente.

—Hola Rai—la saludo débilmente.

—Es bueno tenerlo entre los vivos de nuevo Alteza—bromeó con una sonrisa débil.
El principe rio un poco, para después mirar directamente a la chica.

—¿Qué es lo que pasó?

 
Rai acercó una silla a su cama,  colocó su bolso en la mesa de noche y lanzó un suspiro.

—Rai...

—Fuiste envenenado—la beta soltó de golpe.

—Envenenado—repitió la palabra incrédulo―. Pero...¿Cómo? Lo último que recuerdo fue estar un una cita con-

Recuerdos borrosos se manifestaron en su cabeza, la voz de Lance pidiendo ayuda mientras su mirada se hacía borrosa y su cuerpo se desplomaba. Ojos azules llenos de terror y cristalinos por las lágrimas.

—Lance. ¿Qué pasó con-?

—Ese asesino está ya tras las rejas hijo, no tienes porqué preocuparte.

El recién llegado entró por la puerta, sus ropas impecables y la corona en su cabeza. Rai no le prestó atención, ella seguía ocupada revisándolo y mezclando algunas cosas de olor extraño que sacó de su bolso. Arkin la miró con el ceño fruncido por la descortesía pero al ser la curandera la concentración en su trabajo era primordial.