siete

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Después de aquel día, Chanhee volvió a comer menos, casi nada, como si todo su progreso se hubiera ido a la basura. Así lo veía él.

Sunwoo por supuesto que se percató de ello. Pudo darse cuenta de que las situaciones estresantes y dolorosas afectaban a su conducta alimentaria, no solo se trataba de querer verse delgado.

Se prometió a sí mismo ayudar a Chanhee en su recuperación, por lo que ahí estaban, en la casa del menor. Sunwoo se hallaba sentado en su cama, su espalda apoyada en en la pared, mientras que Chanhee tenía su cabeza descansando en las piernas del moreno.

Sunwoo acariciaba los dorados y suaves cabellos del mayor, mientras este último leía un libro.

Cada fin de semana se encontraban juntos en la casa del más alto. A veces se les unía Hyunjoon, e incluso Jacob, Kevin y Eric los visitaban.

Este en específico se encontraban completamente solos. La madre de Sunwoo se encontraba trabajando, y su hermano mayor, Jihoon, había salido con sus amigos y no volvería hasta la hora del almuerzo.

—Nyu —Sunwoo lo llamó suavemente. Chanhee hizo un sonido indicándole que estaba prestándole atención—. Los chicos quieren salir a almorzar,  les dije que les avisaría si podía. ¿Qué te parece?

Chanhee se tensó un poco, Sunwoo lo notó y volvió a hablar.

—Si no te sientes cómodo, puedo decirles que estoy ocupado y comemos nosotros dos en casa —dijo brindándole una sonrisa calmada.

—No quiero que dejes de salir con los chicos por mí, Sunwoo —habló el rubio, sonriéndole de vuelta con algo de tristeza en sus ojos—. Yo puedo volver a casa antes de que te vayas.

—¡No! —exclamó Sunwoo, deteniendo las caricias en el cabello del mayor— Quiero estar contigo, no te vayas, por favor.

Chanhee se sorprendió a sí mismo ante el pensamiento en su mente de besar aquel puchero que Sunwoo había formado. Su rostro enrojeció y rezó por que Sunwoo no lo notara, levantándose de su regazo y dándole la espalda a este.

—Pero quiero que te diviertas con tus amigos.

—Tú eres mi amigo, Chanhee.

Vaya que ambos deseaban ser algo más que eso, pero tenían miedo de decirlo en voz alta el uno al otro. A pesar de que Chanhee seguía confundido sobre sus sentimientos hacia Sunwoo, sabía perfectamente que lo quería mucho más que como un simple amigo.

—Me gustaría ir con ustedes, lo digo en serio, pero me siento tan inseguro de comer fuera que no creo ser capaz —susurró, mordiendo su labio inferior por un instante —. Tengo miedo de que gente desconocida se de cuenta de mis hábitos al comer y me juzguen.

Sunwoo sabía perfectamente a que se refería Chanhee con "hábitos al comer". Acciones como cortar la comida en pedacitos muy pequeños, masticar muchísimas veces, comer solo aquellas cosas con muy bajo aporte calórico, e incluso sacar temas de conversación para distraer a la otra persona y que no se den cuenta de que no ha probado bocado. Todas estas técnicas que había adquirido y que ahora las hacía incluso inconscientemente.

Para alguien que no conoce su trastorno, podría parecer una persona extraña. Y Chanhee tenía miedo de ser juzgado por ello.

—¿Te sentirías más seguro si comieramos todos en mi casa? —propuso el moreno, apoyando su barbilla en el hombro de Chanhee, quien seguía de espaldas, para así mirar su rostro.

La propuesta de Sunwoo hizo que sus ojos se iluminaran y su corazón se acelerara.

Y es que Sunwoo siempre hacía lo imposible por ayudarlo a mejorar. Le daba su espacio cuando lo necesitaba y era paciente con él.

𝐃𝐈𝐄𝐓 | SunnewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora