seis

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Sunwoo tecleaba en su computadora con dedos ágiles, sin siquiera prestar un mínimo de atención a lo que sucedía a su alrededor. Mordía su labio de vez en cuando debido a la impaciencia.

Hyunjoon lo miraba curioso, intentando descifrar qué hacía su amigo.

—¿Se puede saber qué estás haciendo? —cuestionó el más alto comiendo un kimbap triangular a escondidas— Ni si quiera me escuchaste cuando te dije que Kevin me regaló este kimbap.

—Si sigues comiendo en la biblioteca nos van a sacar. —Fue lo único que salió de los labios del moreno.

—¿Qué estas haciendo? —volvió a preguntar Hyunjoon.

—Buscando información sobre lo que le sucede a Chanhee.

Hyunjoon tragó saliva algo nervioso. —¿Te refieres a...?

—Sí, su trastorno. Quiero conocer sus síntomas, así podré saber cómo ayudarlo correctamente.

Hyunjoon permaneció mirándolo intensamente por un largo tiempo, tanto que Sunwoo comenzó a percatarse de su insistente mirada sobre él.

—¿Qué tanto me... —No pudo terminar de hablar cuando sintió unos brazos rodear su cuello hasta casi asfixiarlo— ¡Yah, Hwall! Suéltame, ¿qué te pasa ahora?

Hyunjoon hizo caso omiso y siguió apretujándolo contra su cuerpo.

—Te ves tan lindo cuidando de Chanhee. Nunca te vi siendo tan afectuoso con alguien.

—¡Basta! —exclamó zafándose de los brazos de su mejor amigo— No es para tanto, lo hago porque es mi amigo.

—¡A mí no me tratas así! —reclamó el mayor.

—¡Es diferente!

—¿Te gusta Chanhee? —cuestionó, subiendo y bajando sus cejas.

Sunwoo quedó paralizado ante aquella pregunta. Algo hizo click dentro de él y su rostro comenzó a enrojecer de inmediato.

¿Que a él le gustaba Chanhee?

Tonterías, no le gustaba Chanhee...

... ¿cierto?

—¡¿Qué tonterías estás hablando?! —reaccionó, demasiado brusco, pues la bibliotecaria lo mandó a hacer silencio.

Hyunjoon se subió a la gran mesa, cruzando sus piernas al estilo indio, mientras sacaba una bolsa de papitas del bolsillo de su hoodie. —Lo cuidas mucho.

Sunwoo asintió.

—Haces lo posible para hacerlo sentir bien y ayudarlo.

Volvió a asentir.

—Dejas que te abrace y bese tus mejillas, incluso si siempre has odiado el contacto físico. ¡Incluso le devuelves las muestras de afecto!

—¡Oye! ¿Has estado espiándonos?

—Y por último pero no menos importante, siempre sonríes con cualquier cosa que él haga o diga.

Para ese momento, Sunwoo no daba más. Su cara, incluidas sus orejas, estaban completamente rojas. Su mirada en el suelo y sus manos jugueteando nerviosamente bajo la mesa.

Quizás...

—Solo actuas así con él, definitivamente te gusta —finalizó Hyunjoon.

Quizás... sí le gustaba Chanhee.

—¡Dios, Hwall! —gritó Sunwoo sacudiendo a su amigo, sin importarle que la bibliotecaria estuviera a punto de sacarlos del lugar.

—¿Qué?

𝐃𝐈𝐄𝐓 | SunnewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora