01┊ Entonces, ¿vamos a cuidar un bebé?

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01: Entonces, ¿vamos a cuidar un bebé?

Oikawa estaba descansando en el sofá de su departamento universitario mientras miraba perezosamente la pila de libros frente a él

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Oikawa estaba descansando en el sofá de su departamento universitario mientras miraba perezosamente la pila de libros frente a él. Tenía un ensayo de física que debía entregarse en una semana, pero sabía que podía terminarlo a tiempo en tan solo una noche entera de trabajo. (Iwaizumi lo mataría por hacer eso, pero, ¿a quién le importa? el programa de conspiración alienígena estaba siendo transmitido y eso era mucho más importante).

Se sentó y vió a Iwaizumi en la cocina, probablemente preparándose uno de sus repugnantes batidos de proteínas para cenar, de esos que bebía en lugar de tener comida de verdad. Kunimi estaba dormido en su habitación y Kindaichi regresaba de alguna actividad fotográfica nocturna. Oikawa estaba a punto de levantarse y molestar a Iwaizumi cuando de repente:

―¡Estoy en casa! ―la voz de Kindaichi resonó en todo el apartamento cuando cerró la puerta y entró en la habitación.

―Bienvenido a cas... ―se detuvo en su recibimiento― espera... ¿qué? ―Oikawa observó perplejo a Kindaichi.

―Ummm sí. ¡Tengo una explicación perfectamente buena para esto, lo juro!

―¿Perfectamente buena explicación para qué? ―Iwaizumi salió de la cocina antes de congelarse al ver a Kindaichi, sus ojos se agrandaron cómicamente.

―¿Alguien puede despertar a Kunimi primero? ―Kindaichi preguntó tímidamente.

Antes de que alguien pudiera responder, el bulto en brazos de Kindaichi comenzó a llorar. Oikawa se tapó los oídos mientras Iwaizumi corría a buscar un poco de leche del refrigerador, en pánico.

―Bueno, al menos sabemos que Kunimi ahora seguro que está despierto ―mencionó Oikawa con sarcasmo.

Después de que Kindaichi logró calmar al bebé, quien afortunadamente no necesitaba beber leche (porque ninguno de los chicos estaba realmente seguro de que los bebés pudieran beber leche de vaca), miró a sus tres compañeros de habitación sentados frente a él, quienes claramente estaban esperando una explicación.

―Así que... ―vaciló― encontré un bebé―.

―Felicidades genio. Cuéntanos algo que no sepamos ―Kunimi respondió sarcásticamente, no estaba de buen humor después de ser despertado de su siesta.

―Esta es tu tercera siesta del día ―.

―¿Y?

―Oi. Discutan sobre la obsesión por la siesta de Kunimi más tarde. Kindaichi continúa antes de que el bebé comience a llorar de nuevo ―Iwaizumi espetó.

―Bien... así que estaba caminando a casa luego de la clase y escuché un llanto. Normalmente lo habría ignorado, pero sonó cerca y no se detuvo. Así que decidí comprobarlo y encontré a este pequeño en una caja de cartón junto a un contenedor de basura ―explicó.

Four Idiots and a BabyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora