09┊Visita al hospital - secuelas

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09. Visita al hospital - secuelas

―¡Bienvenido a casa Tobio! ―exclamó Iwaizumi mientras llevaba a Tobio a la casa

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―¡Bienvenido a casa Tobio! ―exclamó Iwaizumi mientras llevaba a Tobio a la casa. Tobio levantó la vista y sonrió. Sus otros hermanos se habían reunido en la sala de estar con una gran serpentina que decía 'Bienvenido a casa' y un par de regalos en la mesa.

Iwaizumi lo sentó en el sofá donde inmediatamente fue envuelto por los demás con abrazos y alborotos en el cabello. Tobio sintió que su corazón se calentaba con la atención y el amor que lo rodeaban. Quería divagar una y otra vez sobre lo mucho que amaba la sorpresa, pero según Shirabu, le dolería hablar un par de días más debido al tubo que tenían que clavarle en la garganta, así que optó por su sonrisa más amplia.

Después de la cena de celebración, los mayores limpiaron mientras Kunimi y Kindaichi descansaban junto a Tobio en el sofá. Cinco minutos después, Kindaichi se rió suavemente y Kunimi levantó la vista de su teléfono.

―Está fuera como una luz ―. Kindaichi hizo un gesto a Tobio, actualmente babeando en su pierna.

―Quédate quieto, quiero una buena foto de esto ―. Kunimi sonrió pensando en lo avergonzado que estaría Tobio cuando viera la foto.

Los siguientes días fueron un claro recordatorio para todos de que el hecho de que Tobio fuera dado de alta no significaba que estuviera completamente bien

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Los siguientes días fueron un claro recordatorio para todos de que el hecho de que Tobio fuera dado de alta no significaba que estuviera completamente bien. Tobio estaba constantemente exhausto, incapaz de mantenerse despierto por más de unas pocas horas sin fatigarse. Esto llevó a Iwaizumi a decidir que sería más fácil para todos si Tobio pasara la mayor parte del día en el sofá de abajo, para que siempre hubiera alguien que lo vigilara.

Los hermanos sabían que Tobio se encontraba débil, pero trataron de mantenerlo lo más involucrado posible, lo que llevó a muchos juegos de mesa y escenarios como:

―¡Uno! ―Tobio gritó, dejando una carta de más 4.

Oikawa chilló, cayendo hacia atrás dramáticamente. ―¡¡Tobio-chan!! ¡¿cómo pudiste traicionarme?!

―Iwa-nii dijo que, si lo hacía, obtendría un postre extra ―.

Todos rieron cuando Oikawa se lanzó sobre Iwaizumi, Kindaichi usó la distracción para colocar un par de cartas en la pila de Kunimi. En definitiva, una velada normal para los cinco hermanos.

Four Idiots and a BabyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora