II:

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Los dragones nacen en el fuego, todo el mundo sabe eso. Y había una sola familia que se dedicaba a criar a los dragones; y la única integrante que pertenecía a la escuela probablemente no vendría por algún tiempo.

- Dragones.

Todos miraron al maestro, un hombre y pequeño y esbelto con unos lentes de fondo de botella que hacían ver sus ojos muy grandes en relación a su cara.

- ¿Qué saben de los dragones? Ilústrenme.
Adhara si analizó sus conocimientos en criaturas.
- Son reptiles, su piel es muy resistente, son fuertes y bastante inteligentes, hubo incluso dragones de guerra, tenían jinetes y eran capaces de obedecerlos aunque debido a la antigua guerra su población fue considerablemente reducida y en días presentes se crían para repoblar y están protegidos.
- ¡Bien Edevane! ¿Cómo nace un dragón?
Todo el mundo lo sabía.
- Directamente en el fuego, señor. El calor los ayuda a romper el cascarón.
- Así es.- continuó el profesor.- Se dice que los dragones son el fuego vivo, fuego que se volvió carne, son criaturas maravillosas y fascinantes.

Y ustedes van a tener el privilegio de poder ver el glorioso nacimiento de uno de ellos. Edevane, usted cuidará al huevo.- sonrió.
Adhara levanto las cejas y Darien fue quien más se escandalizó.
- Profesor, Adhara es un hada, ¿como le pide que lo cuide? Es muy peligroso.
- Birdwhistle, si conociera bien a su amiga sabría que no es un hada, es un ser faérico y creo que descubrirá que no tendrá problema cuidando al huevo.
- Pero-
- Silencio Birdwhistle. ¿Edevane?
- Lo haré.

La clase continuó con normalidad, Darien seguía molesto y pensando en gastarle una broma al maestro aunque finalmente decidió no hacerlo, no era su estilo. Luego cambió de nuevo de opinión y mezcló los papeles que estaban en el escritorio del hombre.
Cuando salieron del criadero Darien se apresuró para alcanzar a su amiga.

- No vas a hacerlo ¿o si?
- No sabias que no soy un hada ¿o si?
-Addie...- le tomó la muñeca.- es peligroso.
- Vivo con una bruja del caos, y soy fuerte. Puedo con un huevo de dragón. ¿Tienes una opinión diferente Birdwhistle? ¿Crees que soy demasiado débil? Suéltame.- el chico obedeció.
- Yo no...
- Bien.

Se alejó en dirección al bosque, tenía una hora libre antes de comer así que vería las hierbas y buscaría lo que le fuese útil. Mientras movía las ramas se giró al ver una nube al frente del sol y vio a una chica acostada en el césped. Sé acostó a un metro de ella pero no la miró.

- ¿Qué haces?.- preguntó la pelirroja.
- Miro las nubes.
- ¿Y qué ves?
- No dije que fuera buena, nunca les encuentro forma de nada.- el comentario de la desconocida le hizo gracia a Adhara quien rió profundamente.
- Ahí hay una tortuga, y un pato y esa parece... un ¿dinosaurio?

La otra chica también comenzó a reír y se sentó.
Adhara la vio: tenía el pelo negro azabache cortado Justo al final del cuello con un flequillo un poco de arriba de las cejas, piel blanca como la nieve pero sus ojos. Nunca había visto unos ojos más bonitos, eran de un color violeta como amatistas.

- ¿Tú qué haces aquí?.- preguntó la chica con una sonrisa.
- Busco plantas.- respondió Adhara y la chica la miró confundida.- para mi proyecto.
- Proyecto de plantas, ¿harás un veneno o algo así?.- rió.
- Si... de hecho si.
- Vaya, si que suena interesante ¿puedo ayudar?
- ¿Ayudar?.- Adhara la miró con nerviosismo.
- Si, a buscar las plantas para tu veneno.- replicó con seguridad.
- Claro. Buscamos esto.- le extendió una lista de plantas que la chica miró confundida así que Adhara se la quitó y la cambió por una que tenía imágenes.
- Mejor.- la pelinegra le sonrió.

Comenzaron a buscarlas sin hablar mucho, ocasionalmente la chica miraba a Adhara con plantas en la mano y constantemente la pelirroja negaba que fuera alguna de las plantas que buscaba.

- ¿Es esta?
- No puedes decirme eso cada que veas una hoja que...- la miró bien.- si... es esa. Gracias.
- ¡Eu! ¡Bien! ¿Viste que soy fantástica con las plantas?
- Bueno, no sé si...
- ¡Oye!.- Adhara miró en dirección de donde venía la voz, era Rae y se acercaba apresuradamente.
- ¿Que haces?
- Recoger plantas.
- ¿Sola?
- ¿Eh? No... yo...- miro a su alrededor y la chica se había esfumado.- si.
- Escuche lo del huevo, ¡es increíble! También oí que discutiste con Darien. De nuevo.
- Tampoco estoy bien contigo.
- ¿Por qué? Oh. Cierto... sobre eso; lo siento, si fui muy idiota al hablar de una familia de esa manera, perdóname.
- Disculpa aceptada. ¿Vamos a comer?

Rae le sonrió y caminaron mientras hablaban de su día pero Adhara no podía pensar en otra cosa más que en la chica, no le había dicho nada antes de irse.

Estaban sentadas cuando se abrió la puerta del comedor dramáticamente. Dos chicas entraron caminando.

Una tenía el cabello rizado y la piel oscura con ojos brillantes y enormes, hermosas manos que les dieron a todos una idea de su sello y del otro lado la chica de las nubes.

Fue un acto dramático en verdad, pero con mucho estilo.

Se sentaron a unas mesas y ni siquiera los miraron. Adhara sintió que Rae estiraba la manga de su vestido.

- Es ella...- Adhara dió un respingo.
- ¿Quién?
- La chica De'Ath.
- ¿Cuál?.- sintió un golpe aterrizar en la parte de atrás de la cabeza.
- La del cabello negro Adhara, la otra chica es una sirena.
- ¿Y tiene un nombre?.- preguntó.
Era verdad, nunca se preguntaron el nombre, ni el curso, ni el sello.
- Lúa De'Ath, tercer año, sello Drakhe.
- ¿Sabes todo esto por los rumores de su familia?
- No, lo sé por la otra chica. Su nombre es Chiara Gastrell, tercer año, sello Seiren. Presume mucho ser la mejor amiga de De'Ath y de los dragones que ha visto en su casa, dice que es una mansión. Es imposible mantener su boca cerrada durante los recesos.
Imaginaba que si.
- Edevane.
Adhara alzó a vista para encontrar a Lúa con una rodilla apoyada en el asiento y la mano en la mesa.
- Hola.
- Olvidaste esto.- le entregó un listón que era parte del vestido de Adhara.
- Gracias.
- Nos vemos.- le sonrió.

Lo colocó en su bolsillo y se dio cuenta que sus amigos y algunos chicos más la estaban mirando asombrados.

- ¿Qué pasa?- miró a sus amigos.
- ¡¿Hablas con Lúa De'Ath?!.- le gritó Rae.
- Yo...
- ¡¿Y no nos lo contaste?!
- No hablamos mucho a decir verdad, no sabía quien era ella hasta que me lo dijiste.
- Pues ella sabía bien quién eras tú.- intervino Darien que no había hablado en ningún momento.
Ella sabía su nombre.



Gracias por leer! Lxs leo: <3
Tratare de actualizar hoy mismo.
¿Que sello les gustaría ser de los que han sido mencionados?

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