El chico de la cafetería ~VOLKACIO~

Capitulo 9~Horacio~

-¿¡LE HAS DICHO QUE SÍ!?- el grito de Gustabo hizo que la risa de Charlotte se intensificará-

-Joder- se quejo Horacio llevando sus manos a la cara- Quieres dejar de gritar.

-¡COMO NO QUIERES QUE GRITE SI LE DIJISTE QUE SÍ AL COMISARIO!

-No es como si me haya pedido matrimonio, Gustabo- negó Horacio volviendo a quitar sus manos de la cara-

-Casi, casi- sonrió Charlotte riendo un poco por la actitud de los jóvenes-

-También tu, mamá- se quejo el menor llevando la taza de chocolate caliente a su boca-

-Es muy lindo que no te hayas quedado estancado con lo que paso con Claudio el año pasado. Es bueno que conozcas personas mejores y te des una oportunidad con ellas.

Horacio elevo la mirada encontrándose con los ojos verdes de su madre. La pequeña sala estaba siendo invadida por un Gustabo recostado en toda la extensión del sillón dejando a Horacio sentado en el suelo recargando su espalda en el sofá. Charlotte , la madre de Horacio sentada en un sillón aparte sonriendo tan dulcemente que podría derretir el corazón de cualquiera. 

-¿Ya se besaron?- la voz burlona de Gustabo volvió a resonar por toda la sala-

-¿Qué?, No- negó rápidamente- No se hagan ilusiones en la cabeza solo fue una salida de....¿amigos?

-Si, amigos- Gustabo chisto la lengua tomando asiento en el sofá- ¿Por que querría invitar aun amigo a cenar y después llevarle a casa?

-¿Y por que no? - se encogió de hombros convencido con sus palabras-

-Tu y yo somos amigos, mejores amigos- comenzó a relatar Gustabo- Y ¿Cuándo te he invitado a cenar y traerte a casa? Aunque llueva te dejo a mitad de la carretera y arréglatelas tu solo, que te jodan.

-Es que tu eres un perro, Gustabo- se quejo Horacio rodando los ojos-

-Charlotte, ayúdeme a que su hijo se de cuenta que el niño asustao' le quiere comer todo el culo.

-¡Gustabo!

Las risas por parte de Charlotte y Gustabo se intensificaron al igual que el sonrojo en las mejillas del menor. 

-Si que te gusta- susurro Charlotte en un tono algo bajo pero que fue escuchado con claridad por la cercanía-

-Claro que no- negó rápidamente colocándose de pie tomando el vaso de vidrio entre sus dedos y caminar a la cocina. Gustabo no se quedo atrás y le siguió-  

-Claro que si- asintió con una sonrisa. Tomo asiento en uno de los bancos de la sala para poder mirar a Charlotte y Horacio- Cuando entraste a la cafetería por primera vez y cruzaste miradas con el comisario.- volvió su vista a Charlotte quien le escuchaba atentamente- Se sonrojo. 

Y como no olvidar ese día- pensó Horacio.

-Joder Gustabo- se quejo recargando sus palmas en la mesada- 

-Te has pillado del cabeza hormiga, ¿eh?- pregunto inocente pero sin quitar el rastro de burla de su voz y la sonrisa juguetona que dibujaba en su rostro- 

-¿Te gusta, Horacio? ¿Te gusta el comisario?- Horacio dirigió su mirada a su madre. Tenia una pizca de brillo en ellos, no sabía si sus ojos verdes brillaban un poco por la luz del techo pero había algo en ellos que te hacía sentir seguro donde quiera que estuvieras- 

Sin pensarlo mucho respondió por inercia. 

-Joder, si me gusta-  admitió bajando la mirada al mármol para tratar de bajar el sonrojo de sus mejillas-

Los gritos de Gustabo y la risa de Charlotte no tardaron en escucharse, el rubio bajo del banco y se acerco chocando los cinco con la mujer de cabellos rubios.

Pronto la risa de Charlotte cambio por una horrenda tos, llamando la atención de los amigos quienes se acercaron preocupados.

-¿Mamá, estas bien?.

Llevo su mano a la boca escupiendo en ella mucha sangre. Y la otra en su pecho asiendo presión en el. 

-¡Gustabo llama a un ambulancia! ¡Mamá!- la sujeto de los hombros después de haber tomado el bote de basura y colocarlo en el suelo para que la mayor escupiera ahí- Mamá, esta bien. Esta bien, no es nada grave- trato de tranquilizar a la mujer, pero en cambio parecía que trataba de tranquilizarse el mismo-