Volví mi vista a el, estaba de espaldas y no podía ver mucho su cara pero si sus gestos. Siempre estaba sentado con su computador y una libreta al lado, trabajaba tan concentrado mientras bebía y llevaba papas fritas a su boca. Sonreía bobamente fre...
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Ya había pasado cuatro días desde que llevamos al hospital a mi madre. Dos días después le dieron de alta con un medicamento y un marcapasos.
El comisario Volkov se había ofrecido a traernos a casa, dejándonos en la puerta de nuestra casa. Con un agradecimiento y unas palabras de mi madre nos despedimos de Volkov y entramos. Suspire cansado, dejando mi suéter en los percheros junto a el de mi madre.
Después de esos días en el hospital no había vuelto a casa, Gustabo se había encargado de limpiar la sangre que había sido escurrida en el suelo y una pequeña parte del sofá a si como me llevo ropa limpia al hospital.
Gustabo la guio hasta el sofá, dejándola con sumo cuidado sobre el.
-No tienen de que preocuparse- la dulce voz de mamá resonó por la sala- Ya estoy bien.
-Pues el doctor dijo lo contrario- respondí sacando un vaso de vidrio de la alacena-
-No te apresures, Charlotte- Gustabo tomo la mano de mamá dando un apretón- Todo a su tiempo, tu lo has dicho.
Camine por el pasillo ya con el vaso de agua lleno y en la otra mano las pastillas. Me agache en el suelo, sosteniéndome con mis rodillas.
-Toma son cada seis horas- le extendí la pastilla y el vaso con agua. Ella los tomo enseguida-
-Horacio, has algo de comer, puerco.
-Lleva a mamá a descansar.
Gustabo desapareció de la sala con mamá, quien renegó diciendo que no necesitaba descansar que ya se encontraba bien. Pero ambos sabíamos que esas pastillas daban un poco de sueño y no queremos que se lastime el cuello cayendo dormida en el sofá.
Me levante del suelo yendo a la cocina. No teníamos mucho menú en el refrigerador a si que saque lo primero que se me ocurrió. Haría una sopa de verduras. Comencé a cortar las verduras.
-Dijo que no estaba cansada y en cuanto la deje en la cama cayo dormida- hablo Gustabo sentándose en el banco de la barra frente a mi- ¿Qué vamos a comer?
-Sopa de verduras.
Le vi de reojo y como supuse hizo una mueca de asco. Le entregué el cuchillo y las papas para que comenzara a cortarlas mientras yo ponía la olla con agua a la lumbre.
Mi celular arriba de la mesa vibró, me seque las manos en un trapo y lo cogí entre mis dedos.
Notificación " Se han pagado 300 euros para la cuenta de Charlotte Pérez en el Hospital Central en los Santos"
-¿Qué cojones?- fruncí el ceño abriendo la notificación-
-¿Que?-
-Mira esto- ladeó mi teléfono dejando a la vista la pantalla hacia Gustabo-
-¿Has pagado?, ¿De donde has sacado 300 euros?- pregunto sorprendido metiendo una papa cruda a su boca-
