Volví mi vista a el, estaba de espaldas y no podía ver mucho su cara pero si sus gestos. Siempre estaba sentado con su computador y una libreta al lado, trabajaba tan concentrado mientras bebía y llevaba papas fritas a su boca. Sonreía bobamente fre...
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24 DE DICIEMBRE
Una tormenta de nieve había llegado a Los Santos, notando de cerca la esperada Nochebuena y Navidad, unas fechas muy esperadas por la familia Pérez y Gustabo. Cada navidad desde niños, Charlotte se encargaba de preparar una rica cena para llevar a una casa hogar.
Justo ese mes, la misma casa hogar había informado de una pequeña fiesta para los niños de la casa y así tengan regalos para abrir en navidad.
Estaba claro que cuando Horacio se entero de la reunión, se acerco a la organizadora para ofrecer la cena para los niños, como acostumbraba.
Y ahora se encontraba terminando de decorar los postres con ayuda de Gustabo. Bueno, ayuda, ayuda, no. Pues Gustabo se comía las chispitas con las que Horacio decoraba.
-Deja ahí, perro- Horacio manoteo la mano del mayor sacándola del bote de chispitas.
Ya había pasado tres semanas en las cuales, ni Horacio ni Volkov habían decidido hablar. Horacio dejo de ir a la cafetería en sus turnos de noche, cambiándolo por sus turnos de la mañana y quedar en la tarde con su trabajo de mecánico.
Para muchos parecía un berrinche, pero Horacio se sentía avergonzado, los temas del dinero siempre lo hacían sentir insuficiente y más cuando descubrió que la persona que le ayudaba a pagar la cuenta de su madre era la persona que le gustaba.
-Estoy cuidando la salud de los niños -se queja, Horacio mueve la cabeza de un lado a otro girándose para tomar una cuchara del cajón dando la espalda a Gustabo-
Este aprovecha y recoge con su mano un poco de betún del bote.
-¡Gustabo!- el nombrado se sobresalta tirando con la palma de la mano el bote dejando salir el betún a la superficie de mármol y un poco al suelo-
-Mira lo que has echo, Gustabo- lloriquea Horacio. Con un trapo limpio recoge el betún del suelo-
Gustabo se ríe. Charlotte se acerca a Horacio para ayudarle a limpiar el desastre de la superficie, golpeando con la palma abierta la nuca del rubio en el trayecto.
-Se nos hace tarde- Charlotte da un aplauso al aire mirando por encima de los postres la decoración- ¿Ya están listos?- eleva la mirada hacia los amigos repasando sus ropas.
Gustabo vestía con su típica chaqueta roja, debajo una camisa blanca y pantalones de mezclilla. En cambio, Horacio vestía con una camiseta roja arriba una bufanda azul y unos pantalones negros.
Charlotte iba vestida con un vestido de color rosa decorado por unas rosas del mismo color.
-¿Irán así vestidos?- la mujer levanto ambas cejas-
-¿Algún problema con nuestra ropa?- Gustabo se puso de pie pasando un brazo por los hombros de su mejor amigo, gracias a la altura era un poco incomodo. Aunque Horacio fuera el menor de edad, era mucho más alto que el. -
