Capitulo 1
Las despedidas son las peores, nunca he sido buena haciéndolo, y sinceramente tampoco me gustan, sé que esto es lo mejor para mi, poder despejar mi mente, y lo más importante seguir mi sueño.
-No me mires así, estaré pronto acá cielo- Digo agarrando el rostro de mi pareja.
Él era una de las cosas por la que me costaba irme todos estos meses, me daba miedo como íbamos a poder seguir a pesar de la distancia, pero confiaba, sabía que podríamos.
-Me harás mucha falta- susurró mirándome a los ojos.
-Créeme que de la misma manera estaré yo- lo rodeo con mis brazos posando mis labios en los suyos.
_
-Ahhhhhhhh, no lo puedo creer, no lo puedo creer. ¿Cuándo pensabas decírmelo? – grita
-Primero, cálmate Coral, segundo, me enteré ayer, y bueno no era seguro hasta hoy, ¡tarán!- suelto con voz cantarina.
-¿Dónde se supone que vas a ir?, ¿Cuándo vas a ir?, ¿me quieres llevar en una maleta?- Suelta rápidamente.
-Wow, wow, wow, calma chica, una pregunta a la vez, nos vamos a Madrid-España, se supone en unos 3 días, y no, ¿quieres que me salga una hernia por andar con esa maleta? ó ¿que no me dejen subirla por sobrepeso? – Sonreí maliciosamente.
Inmediatamente sentí un golpe en brazo.
-Arg, eres bien tonta, sigues haciendo comentarios como esos y vas a ir moreteada a España, y ningún sensual español te querrá, ni siquiera para pasar el rato-. Soltó con suficiencia.
Mi hermana era la mejor hermana del mundo, sabía que podíamos hablar una con la otra sin ser juzgadas, eso hacia nuestra confianza la mejor.
Coral es una chica bien rebelde, aunque también podría ser muy buena y calmada. Una chica atractiva y que siempre tenía chicos detrás de ella, aunque era demasiado modesta como para aceptarlo, de tez tan pálida como yo, su cabello lacio de un tono rubio claro cobrizo acentuaba mas su palidez, eso era algo que simplemente nos encanta resaltar, muy diferente a mí a cuestión de cuerpo, ella era robusta pero delgada, con muy buenas piernas para puntualizar y simplemente su estilo es muy roquero.
Y yo simplemente era normal, mi estatura no es tan alta, está bien lo acepto no soy muy alta, pero tampoco tan baja, sin embargo soy delgada y menuda, tengo mis atributos, mi cabello es de un color parecido al de mi hermana sin embargo el mío era más oscuro y mucho mas anaranjado, podría llegar a parecer el color de una zanahorita, en este momento estaba tan largo que era a veces un poco fastidioso, sabía que no iba a durar mucho tiempo así, me encantan los cambió de cabello, mi tez era tan pálida como la de mi hermana, mis mejores atributos era mis ojos supongo, no por su color, si no por su forma y que siempre están brillosos como si siempre fuera a llorar y mi sonrisa. (Bueno eso me han dicho) Y aunque no era la chica sexy voluminosa y toda la cosa, tenía mi toque y era algo que me era suficiente.
-No puedes hacerme eso Coral, sabes que necesito a unos españoles lindos que me consientan- Solté dramáticamente.
-Está bien, está bien; pero lo que si necesito es que me traiga a un español, esta vez no aceptaré que te quejes de que te saldrá una hernia Kathe, me traes al español o si no ni siquiera te regreses-.
-¡WOW! , pero que agresiva andas hoy hermanita-.
-Debes entender que tu hermanita necesita una dosis española-. Dijo con una sonrisa muy amplia.
Solté una carcajada – Si dosis que se debe aplicar con una inyectadora debajo de sus pantalones-
-Que pervertida eres Kathe, a veces me sorprendes.- dice mientras intenta embozar una sonrisa angelical.
-Sí, aja, ahora resulta que la pervertida soy yo- Puse los ojos en blanco, intenta ocultar la sonrisa, pero fracasando en el intento.
----
Ya todos en mi casa sabían la noticia y estaban alegres por ello, ya mi pareja lo sabía, en realidad fue el primero a quien se lo conté. Todos estos días me veía con mi pareja, lo iba a extrañar, pero sabia cuanto tiempo me iba a quedar en España, y que esta era una meta por cumplir, y eso él lo entendía perfectamente aunque lo entristeciera un poco.

ESTÁS LEYENDO
A distancia
RomanceSinopsis Una de sus metas estaban por cumplirse, Katherine por fin podría ir al G.I.D.L (Grupo Internacional De Literatura), olvidarse por completo de los problemas que la agobiaban, de esas personas que habían oscurecido un poco su vida, y aunque s...