Capitulo 10

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Aome estaba ebria, eso lo entendía Sysyfo, lo que no entendía es porque la azabache ahora estaba cantando, riendo alegremente  y bailando por toda la habitación.

Aome: ¡Baila conmigo Sysyfo!
Sysyfo: Espera Aome, yo no sé...

No pudo seguir hablando pues Aome lo hizo girar por toda la habitación junto con ella, en algún punto de toda esa locura, él también había comenzado a reír alegremente y se dejó llevar por un momento.

Eran totalmente ajenos a lo que pasaba fuera de la habitación, tanto así que no se dieron cuenta de que alguien había abierto la puerta y los estaba mirando por una pequeña abertura.

Sysyfo: Cuidado. - calló al suelo junto a ella mientras la sostenía para amortiguar su golpe. - ¿Estás bien? (Preocupado)
Aome: Sysyfo... Besame.
Sysyfo: Aome. - comenzó a acariciar su cabello y su rostro - Estás ebria, mañana no te acordarás, es mejor que vayas a dormir.
Aome: No importa, bésame.

Si de por si, la posición en la que habían caído era bastante comprometedora, pues literalmente Aome estaba debajo de él, el que le pidiera que la besará lo estaba haciendo perder la cabeza, pero aún, con la poca cordura que le quedaba, se levantó, alzó a Aome y la llevó hasta el futón, mientras era observado por una abertura de la puerta.

Sysyfo: Es mejor que duermas.
Aome: Sysyfo....
Sysyfo: Te voy a besar cuando estés consciente y puedas recordarlo al día siguiente.

Su tono de voz no llevaba enojo, pero su mirada era sería, aún estando ebria, Aome sabía que Sysyfo estaba hablando enserio, sin embargo, fue ella quien acortó la distancia y le beso.

Sysyfo no esperaba algo así, pero decir que no correspondió el beso y que no lo disfruto sería como mentir.

Aún, cuando se negaba a aceptar sus sentimientos por Aome, siempre e inevitablemente se sorprendía a si mismo mirando los labios de la azabache y preguntandose a que sabrían, y ahora, ahora lo podía comprobar.

Su cordura lo estaba abandonando, y recostó a Aome en el futón mientras aún la seguía besando, hasta que su voz interior le gritó que parara, pues no era correcto lo que estaba haciendo.

Sysyfo: Es mejor que duermas. - separándose lentamente de ella - descansa, yo... Vuelvo enseguida.
Aome: ¿A dónde vas?
Sysyfo: Descuida, volveré enseguida

......

Señora: ¿Necesitas algo muchacho? - ptegunto al verlo frente a ella -
Sysyfo: Agua, agua helada, eso es lo que necesito.

Después de salir de la habitación fue corriendo al pequeño comedor con el que contaba la posada, aunque no contaba con que ahí estuvieran Inuyasha y Sesshomaru y notaron el cambio en el olor del arquero.

Señora: Me tome la libertad y les había llevado comida y algo de beber. (Sonriendo)
Sysyfo: Y gracias a eso ahora ella está ebria, necesito agua helada ya, por favor.

La encargada de la posada le dió una jarra con agua y después de eso, Sysyfo se marchó de ahí, aún sin darse cuenta de que Inuyasha y Sesshomaru lo habían visto y escuchado su breve conversación con la señora.

.....

Aome: Me duele la cabeza. - se quejo mientras caminaba a lado del arquero - y tengo sed.
Sysyfo: Toma. - ofreciendo su cantimplora y mirándola con culpabilidad - Se de buena fuente que el agua ayuda en situaciones así.
Aome: Gracias. ¿Por qué tú no estás así? - pregunto en cuanto terminó de beber el agua - la encargada llevo comida y sake para los dos.
Sysyfo: Lo sé, pero cuando regrese a la habitación me encontré con que tú lo habías bebido todo, y ya estabas ebria.

Sesshomaru e Inuyasha sólo escuchaban la conversación, era evidente que había algo entre ellos, y eso el peliplateado mayor lo entendía, pero Inuyasha no, él esperaba que Aome se lanzara a sus brazos en cuanto se habían visto, o aún después, pero no contaba con el factor Sysyfo, que estaba casi todo el tiempo con Aome y no la dejaba sola.

Kykyo: Tuvieron una noche entretenida ¿No es así? - mirando a Aome y Sysyfo - sus risas se escuchaban hasta la habitación.
Aome: ¿Que yo hice que? - pregunto con preocupación mirando al arquero - Sysyfo.
Sysyfo: Cantaste y bailaste un rato hasta que te quedaste dormida. - comenzó a hablar con un poco de nerviosismo - no pude evitar reírme un poco.
Aome: Pero yo....
Sysyfo: ¿No recuerdas nada?
Aome: Sólo algunas cosas.

En cuanto Aome miró a los ojos a Sysyfo, recordó lo que le había pedido la noche anterior, como este se había negado por un momento y como había sido ella quien lo había besado sin importarle nada más.

Se detuvo abruptamente dejando que los demás avanzarán, el rubor se hizo presente en sus mejillas y Sysyfo entendió porque, sabía leerla a la perfección, y se estaba preparando para recibir un golpe, el cual nunca llegó, en cambio, vió como Aome había agachado la mirada con bastante timidez.

Sysyfo: ¿Te ocurre algo?
Aome: Yo... Lo siento, por lo de anoche.
Sysyfo: ¿De qué hablas? - trato de hacerse el desentendido - ¿Pasó algo anoche?
Aome: Yo te...
Sysyfo: Un día Manigoldo dijo que un caballero no tenía memoria. - le sonrió dulcemente mientras le indicaba que caminara -  Si tú no te acuerdas yo tampoco me acuerdo. No te aflijas ni te sientas mal por eso, tampoco es como si yo no hubiera querido, sólo que quería que lo hicieras conscientemente.

Comenzó a caminar con Aome siguiéndole el paso, se había sincerado bastante con ella, y no podía mirarla a los ojos en ese momento, no se contendría y terminaría besandola una vez más.

Aome por su parte, no entendía muy bien que era lo que sentía, sin embargo Sysyfo no la había rechazado porque no quisiera besarla, lo había hecho porque quería que ella estuviera consciente de todo, y le agradaba saber eso.

Sysyfo se detuvo sólo un momento para tomar la mano de Aome, ella simplemente le dió un suave apretón y ambos continuaron caminando, sin mirarse el uno al otro, no eran una pareja, eso estaba claro para los dos, pero también tenían claro que habían dejado de ser amigos.

Desconfianza que lleva al AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora