Desconfianza que lleva al Amor

Capitulo final

En cuanto él se puso de pie, corrió hacia él para abrazarlo, y él la recibió gustoso, a pesar de todo lo que había pasado, los dos sabían que necesitaban ese abrazo.

Aome: ¿Cómo es posible? - pregunto mientras aún lo abrazaba - Tú... Me dijeron que habías muerto enfrentando a Hades.
Dokho: Es una larga historia. - respondió mientras la alejaba para mirarla a los ojos. - Te lo contaré después.
Aome: ¿Qué pasó con... Sysyfo, Regulus y los demás?
Dokho: Murieron durante la guerra. - dijo mientras su voz se apagaba un poco - Shion y yo sobrevivimos y... Ahora Shion es el patriarca del santuario.

Aome y Dokho les explicaron a los demás dónde y bajo que circunstancias se habían conocido, y todo lo que habían vivido durante la guerra, evadiendo el tema de la declaración de amor del caballero de Libra.

Shiryu: He leído algunos libros de la biblioteca del santuario. - comentó después de escuchar todo - Osea que tú eres esa sacerdotisa que derrotó a Pandora y a Lune de Balrog.
Pandora: No tenía idea de que aparecía en esos escritos. - menciono un poco apenada - Aunque... No derrote yo sola a Lune.

Un mes después

Había viajado al ciudad de Atenas en Grecia, investigo, y el pueblo de Rodorio quedaba cerca de la ciudad, pero de igual manera, Dokho había quedado de ir a buscarla.

Y así lo hizo, fue a buscarla al hotel donde se quedaría, y la llevo al santuario.
Aome se quedó mirando el lugar, se sentía bien al regresar ahí, pero también sentía algo de nostalgia.

Shion: ¡Aome! - grito en cuanto la vió en la primera casa - Estás aquí. - abrazandola -
Dokho: ¿Cuanto tiempo llevas esperando aquí? - pregunto al ver que Shion estaba ahí -
Shion: No te importa. - dijo y después volvió a concentrar toda su atención en Aome - Ven, me encargue de mantener tus cosas intactas.

Aome conoció a los caballeros, le sorprendío que algunos se parecían mucho a sus antecesores, pero cuando vió a Aioros, por un breve momento creyó ver a Sysyfo, pero su mirada le dejo claro que no era el mismo, pues bien dicen, que los ojos son las ventanas del alma.

Dos días después

Aome se encontraba preparándose para el inicio del torneo, reviso una y otra vez que la cuerda de su arco estuviera bien, su atuendo, todo, sin embargo, al ser una competencia mixta, no espero encontrarse con ese sujeto de cabello castaño claro que llevaba una cinta roja en la frente, y que al verlo, hizo que su corazón latiera cómo si se le quisiera salir del pecho.

???: Supongo que tú eres esa chica Asiática de la que tanto hablan. - parándose frente a ella - Se dice que en la eliminatoria de tu país, no quedaste en primer lugar por muy poco, aunque dicen que fue por un simple error de los jueces.
Aome: ¿Tú eres? - pregunto tratando de ocultar su emoción y sus lágrimas - Si sabes de mi, es justo que yo sepa por lo menos tu nombre.
Sysyfo: Vélos, Sysyfo Vélos. - extendiendo su mano - Estudiante de la universidad de Atenas, último año de la carrera de Historia enfocada a la Teología.

Parecía un sueño, pero era totalmente real, el mismo rostro, el mismo nombre, los mismos ojos, estaba segura de que era él, pues por un momento pudo ver en su mirada, ese pequeño brillo que aparecía en él cuando la veía.

Sysyfo: Nos vemos durante el torneo. - dijo a modo de despedida - No te confíes tanto, tal vez no eres tan buena como todos dicen.

Y ahí estaba, la arrogancia que lo caracterizaba cuando recien la acababa de conocer.
Vió como le dió la espalda y se alejo.

Aome: Voy a hacer que veas que tan buena soy. - dijo para si mismo mientras lo veía irse - Así cómo una vez lo hice.

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