balletⴰ༢ ( hyunin )

suspiros

Jisung no podía creer en lo que su amigo que había metido, escuchaba atentamente cómo Jeongin narraba su historia con aquel mecánico desconocido que ahora se había convertido en algo así cómo el "follamigo" de su mejor amigo.

— Joder, estás follando con un mecánico treintañero. - suspiro Han, sin realmente poder creerlo.

— No tiene treinta.. - bufó. — además tú no te quedas atrás, ¿qué es eso de las llamaditas con el padre de una de tus alumnas?

— ¡Baja la voz! - el rubio se adelanto a taparle la boca con sus manos, aún seguían en la academia, con sus compañeros al rededor.

Habían decidido no contarle a Felix sus enredos sexuales/amorosos porqué tanto Changbin cómo ellos conocían el "secreto" de Lix, y los tres estaban desesperados porqué el menor entrará en su pequeño espacio, abrumarlo con sus problemas hormonales lo único que haría sería adulterarlo aún más.

Y Felix realmente llevaba meses sin poder ser pequeñito gracias al estrés que Seulgi le estaba provocando, se notaba cómo le estaba afectando al Australiano, estaba tenso y cómo sus amigos, ambos querían ayudarlo, pero cada vez que lograban deslizarlo un poco, llegaba Kang y lo sacaba de aquel espacio con gran rapidez.

Por lo que aprovecharon que Changbin estaba en la pequeña azotea de la academia con Felix para conversar abiertamente sobre aquellos temas.

— Y bien, ¿que te traes con el padre de Sunhee? - consultó Yang, abrazando a Jisung por su torso, ambos tenian las piernas realmente abiertas gracias al impacto de sus pelvis chocando.

— Nada.. solo hablamos de vez en cuándo, ya sabes.. sobre Sunhee y eso..

— ¿Sólo sobre Sunhee?.. - Yang alzó una ceja.

— Bueno.. Sunhee y otras cosas.. - habló el rubio por lo bajo.

— ¿Le mandas nudes? - se burló el de ojos verdes, a lo que Han rápidamente negó. — Joo.. que aburrido.

— Sólo nos conocemos, deja de especular asquerosidades. - el mayor rodó los ojos, separándose finalmente de su compañero. — iré a ponerme las puntas. - avisó al levantarse y caminar hasta su mochila dónde portaba aquellas zapatillas.

Seulgi dió un par de aplausos, llamando la atención de todo el grupo, eran en total quince bailarines de entre dieciocho y treinta años, el cual era el límite de edad para la academia royal ballet, todos corrieron a las barras estratégicamente ubicadas en el pequeño espacio para que ningún alumno chocara con otro a su al rededor.

La clase dio inició, un par de plies y grand battements fueron los escogidos para empezar, todo fue tan apresurado que ya estaba haciendo saltos en medio del salón.

Jeongin realmente se sentía cansado, cómo nunca antes, Hyunjin había logrado alimentarlo con un par de pastas surtidas por la mañana, sin embargo en su estómago se sentía una rara sensación y su cerebro rezaba por devolverlo todo.

— Yang, si me clase no es tan entretenida para ser merecedora de su atención, puede retirarse. - Seulgi le llamó la atención al bailarín despistado, que seguía sobándose el estómago por aquel intenso ardor que en algún momento llegó a sus entrañas.

El pelirrojo elevó su cabeza para ver a sus propios compañeros que lo observaban con suma atención, atentos a lo que respondería.

Ninguno esperó que Jeongin simplemente tomará su mochila y se retirará sin decir ni una palabra.

La habitación quedó en silencio mientras Jisung y Felix se lamentaban por el futuro de su querido amigo bailarín.

El pelirrojo bajó las escaleras con rapidez, llegando inmediatamente al lugar dónde sabía que necesitaba estar. Apresurado tocó la puerta de aquella casa escondida tras un garaje lleno de autos.

Hwang no tardó en abrir la puerta con una mueca extraña en el rostro, ¿que hacía Jeongin ahí?

— ¿Qué haces aquí? - y claro, tampoco se limitó a preguntarlo.

— Déjame usar tu baño. - Hyunjin alzó una ceja, aún extrañado por aquel comportamiento, aún así le dejó pasar.

Yang ya tenía el conocimiento de cada rincón de esa pequeña casa, por lo que no le fue difícil encontrar el baño, sin pensarlo demasiado se arrodilló frente retrete y soltó todo.

El pelinegro le observaba recostado en el umbral de la puerta, con sus brazos cruzados y el ceño fruncido.

— ¿Llorarás?, ¿te desarmarás en mis brazos o algo parecido?, mira que no soy bueno consolando a las personas. - empezó Hyunjin cuándo vió al más pequeño levantarse luego de haber apretado la cadena para deshacerse del vomito en el agua.

Jeongin no le dió una respuesta, solo sacó el cepillo de dientes que siempre guardaba en su bolso para proceder a lavar sus dientes.

— Follemos. - al acabar su cepillado, tan sólo se volteó hacía el más alto.

— ¿Esa es tu forma de solucionar los problemas? - consulto el mayor.

— ¿Te molesta?

— Para nada. - se acercó al pelirrojo, chocando de inmediato sus labios con el, Jeongin se aferró a su cuello y el más alto a su cintura.

Entre tropiezos llegaron hasta la habitación de Hyunjin, terminaron enredados entre las sábanas mientras sus bocas compartían una hermosa danza.

Sin embargo, cuándo la ropa empezaba a desaparecer, un sollozo les interrumpió.

Jeongin se mordió la lengua con fuerza al sentirse humillado por el reciente sonido provocado por su boca y se sintió aún peor cuándo empezó a llorar.

— Lo siento.. - se separó al instante del más alto quién lo veía asustado, sin saber que hacer.

— Jeongin. - lo tomó por los hombros. — no me gusta tener drama en mi vida, soy una persona calmada y pensé que tú también lo eras.. no puedo consolarte, lo siento.. no sirvo para esto, follas bien y todo.. pero preferiría evitar este tipo de situaciones.

— Sí.. cómo digas.. - Yang asintió, reteniendo lo mejor posible las nuevas lágrimas que amenazaban por salir, se levantó y buscó sus cosas.

No podía evitar no sentir algo revolviéndose dentro de el por las palabras del mayor, fue ingenuo al pensar que los brazos de Hyunjin sí servirían para refugiarse de todo el dolor que retenía dentro de su corazón, pensó que Hwang eran realidad cómo el, que le entendía, que sabía lo que significaba el callarte todo lo que sientes.

Pero no, el en realidad era una persona fría y calmada, no le hacía falta aparentar toda esa serenidad que tenía, porqué el era así y sus problemas no le atormenata.

Estupido, estupido corazón, deja de latir de dolor, no puede dolerte algo a lo que nunca se le dió pie, tan sólo eran amigos que follaban, las palabras fueron claras, cómo los pasos de ballet que realizas todos los días, claros y concisos.

No es hip hop, mucho menos break dance, esto es ballet, es serio y recto, cómo las frías palabras que destrozaron a tu corazón.