no, no, no

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Jeongin se encontraba cómodo sobre la suave superficie de algodón, ajeno a la llamada que Hyunjin realizaba tras la puerta.

Finalmente decidió faltar a el ensayo ese día, a petición de Hyunjin a quién le importaba muy poco el enojo de la maestra Seulgi.

Sin embargo, horas luego de haberse terminado el plato de pastas que el mecánico le había ofrecido, esté salió de la habitación a hacer una "llamada muy importante", de la cul Jeongin sospechaba en demasía, ¿será acaso su nueva compañera de cama?

Y si lo fuera, ¿no debería importarle menos?

Hyunjin volvió a entrar, ahora con un pantalón de chandal y una camiseta blanca sin mangas, dejando a la luz aquella manga de tatuajes cubriendo todo su brazo izquierdo, el mayor se acerco hasta el pelirrojo, sentándose nuevamente a su lado mientras le agarraba su mano.

— Vendrá alguien a verte. - comentó el se cabellos largos.

— Yo no quiero ver a nadie. - respondió, quitando su mano de la del pelinegro.

— lastima que no te lo eh preguntado. - Hyunjin se encogió de hombros, restándole importancia.

La conversación fue dejada de lado cuándo el ruidoso timbre hizo presencia en la casa, Hwang se levantó enseguida y a Jeongin le empezaron a picar las manos de la curiosidad, si bien al principio no le interesaba la visita, sus pensamientos habían cambiado.

Un hombre de no más de 30 años, atravesó la puerta, adentrándose directamente a la habitación de Hyunjin, dónde Yang yacía acostado y todo desparramado.

Las mejillas del menor se volvieron del tono de su cabello por la vergüenza, ¿por qué Hyunjin no le había avisado que la visita era tan caliente?
Se acomodó cómo pudo eh hizo una delicada reverencia.

— Hola Jeongin, soy Chris. - se presentó el adulto, formando una reverencia también. — soy psicólogo.

La mirada de Jeongin fue rápidamente al mecánico, quién lo observaba serio.
No podía ser cierto, Hyunjin le había llevado un jodido psicólogo.

— Yo no necesito un psicólogo. - fueron las primeras palabras que salieron de la boca de Jeongin desde que Chris piso la habitación.

— No te pregunté que mierda necesitas. - contestó Hyunjin, igual de enojado.

— ¡Hyunjin! - Chris le llamó la atención, molesto por el vocabulario y el tono se voz de su amigo. — Jeongin, yo se que esto no es fácil, para familiarizarnos, primero te contaré cómo yo llegue hasta aquí, ¿está bien? - el pelirrojo asintió despacio. — Hyunjin y yo somos buenos amigos desde el instituto, asistíamos al mismo gimnasio dónde practicábamos boxeo, ambos tuvimos que dejarlo luego, Hyunjin empezó a trabajar y yo decidí ir a la universidad, pero años después nos reencontramos en el mismo gimnasio.. volvimos a ser amigos ya que esa conexión no se perdió, pero hace unas horas recibí una llamada de Hyunjin sobre un diagnóstico de trastornos alimenticios de un conocido y me pidio de favor venir a evaluarte..

— No hace falta que pierdas más su tiempo, yo no necesito ningún psicólogo, puedes irte. - Jeongin empezó a levantarse de la cama, Chris no logro aguantar un suspiro de sorpresa al ver el huesudo cuerpo del menor.

Hyunjin corrió molesto y sujeto a Jeongin para que volviera a sentarse.
— ¿Que no te has visto cómo estás?, ¡deja de ser tan infantil!, ¡Jeongin se trata de tu salud!

— ¿Desde cuándo te importa mi salud?, Hyunjin solo teníamos sexo ni siquiera se cómo llegamos a esto..

— Sea cómo sea que hayamos llegado a esto.. - Hwang agarró ambas manos del menor. — ya estamos aquí, tienes la ayuda frente a tus ojos, no la dejes ir por tus caprichos, es tu única oportunidad, sabes que tus padres no van a ayudarte.. déjame hacerlo yo..

— Hyunjin sigo sin entender porqué me ayudas.. - murmuró aguantando sus lágrimas.

— Porqué me di cuenta tarde de lo mucho que me había encariñado contigo. - susurró antes de acariciar sus manos y separarse. — por favor..

— Bien.. hagamos esto..

Chris sonrío al otro lado de la habitación.
— Se que no será lo más fácil.. pero se que podrás con esto. - animó el mayor. — ¿sabes con exactitud cuánto pesas ahora mismo?

— 40 kilos. - respondió el pelirrojo calmado.

— ¿Te sientes bien con ese número? - preguntó Chris.

— No..

— ¿Y por qué no?

— Porqué debería ser menos.

Jisung ya había llegado frente a la puerta bien conocida, sujetando una caja envuelta en papel de regalo, con los nervios a flor de piel

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Jisung ya había llegado frente a la puerta bien conocida, sujetando una caja envuelta en papel de regalo, con los nervios a flor de piel.

Ese no era el Jisung que todos conocían, ¿dónde habían quedado toda la seguridad que tanto presumía sobre el escenario?

Se sentía intimidado por los cientos de risas que se escuchaban dentro del apartamento de Minho, dónde en más de una ocasión compartieron encuentros íntimos.

Respiro profundo un par de veces, antes se tomar todo el valor y tocar la puerta con sus delicados nudillos. Rápidamente tuvo a una muy emocionada Sunhee saltando sobre el luego de abrir la puerta de par en par.

— ¡Ho-Hola Ji-Jisung-gie o-oppa! - saludó contenta, aferrandose a una de las piernas de Han.

— Hola princesa, ¿cómo a estado tu cumpleaños?, feliz cumpleaños por cierto, mira, esto es para ti. - acercó el envoltorio de bailarinas hacía la menor, quién lo vió con ojitos brillantes.

— ¡Pa-Papá! - chilló emocionada, logrando que tanto Minho cómo Seungmin se aparecieron frente a el.

— Hola Jisung. - saludó Minho con una sonrisa, el menor sólo devolvió una reverencia y posó toda su atención en la menor quién intentaba abrir su obsequio con dificultad.

— ¿Te ayudo? - Seungmin se sentó a un lado de su sobrina y le ayudó con el envoltorio.

De aquel papel, salió una hermosa muñeca barbie vestida de bailarina se ballet, bajó ella, una caja pequeñita, la cual contenía una cadenita de oro con un hermoso dije de bailarina.

— Jisung esto es precioso. - Minho abrió sus ojos cómo platos al tener el collar sobre sus manos. — sabes que odiaría ofenderte de alguna forma.. pero esto es muy caro.. ¿de dónde..

— Ya.. eso no se pregunta al recibir un regalo. - le cortó Han. — fue un regalo que hice con mucho cariño, yo a su edad recibí una de esas. - señalo su cuello de dónde colgaba una bailarina. — así que es muy importante, espero que le guste, sabía que si traía solo eso se hubiera decepcionado, a su edad, las muñecas son más divertidas que los collares. - rió, viendo a Sunhee abrir con desesperación el paquete de la muñeca para jugar con ella.

— Eres hermoso Jisung.. por dentro y por fuera. - sonrío Minho, logrando sonrojar por completo al de cabellos rubios.

balletⴰ༢ ( hyunin )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora