La damisela de los paraguas-Senju Kawaragi x Tú

Capítulo 1

Capítulo 1: Haberte conocido es una fantasía bajo la lluvia.

-Ah, comenzó ha llover.- Justo cuando terminaron mis clases y me dispuse a tomar mis cosas para ir a casa como es de costumbre debido a que odio la lluvia en estos días que sé que probablemente pueda llover siempre cargo mi paraguas negro favorito después de todo no me gusta la lluvia ni mucho menos que me alcancé aunque sea un poco, sin duda no es de mi gusto.

Cuando iba caminando por las mismas calles para regresar a casa miré a mi alrededor, estaba abarrotado de personas ocupadas a pesar de estar lloviendo con algo de intensidad, en fin, por lo menos a ellos no parece importarles que este lloviendo así. Cuando me pare antes de cruzar una calle pues el semáforo estaba indicando que no podía pasar le vi, sentado en una banca justo a la siguiente calle a la que quería cruzar, llevaba un extraño uniforme y no llevaba un paraguas, todas las personas de este lugar llevaban uno y sin embargo, aquel chico solo estaba estornudando en aquella banca en la que se encontraba solo y vaya que estaba estornudando mucho, seguro debe de estar esperando un autobús y no tiene más opción que estar ahí, además no hay nada para refugiarse de la lluvia cerca, entre tantos pensamientos dispersos de preocupación al levantar la mirada y sentir a las personas arrancar el paso nuevamente es cuando me di cuenta que el semáforo ya estaba listo para que pudiéramos cruzar sin ningún problema, yo también cruce y quise pasar de largo a aquel chico pero, mi conciencia no me dejó y cuando ya iba un poco lejos me devolví ha aquella parada de autobuses y apresure un poco el paso, una vez llegue saque lo más rápido que pude mi paraguas de repuesto, si, tenía un paraguas de repuesto porque realmente odio la lluvia... bueno, no en sí la lluvia sino mojarme con ella, es un tanto molesto para mí que soy débil ante la lluvia, luego le tendí mi paraguas de repuesto y escuche su respuesta al gesto entre sus estornudos.

-Gra-Gracias.- dijo. Lo dijo de una forma tan amable que no podía evitar mirarle con una sonrisa fugaz en mi rostro, ¿qué me esta pasando?. Sin más, escuché otro de sus estornudos mientras lo veía extender el paraguas y colocarlo rápidamente con agilidad sobre sí mismo.

En eso, esa persona levantó su mirada y finalmente pude ver bien de cerca su rostro, llevaba un tono de cabello bastante peculiar pues era un blanco melodioso y espléndido, casi podía decir que su cabello relucía de lo blanco y delicado que se veía, también pude observar que sus pestañas eran de aquel color blanco, quería decir que era su color natural de cabello, estaba un tanto sorprendida pues hay pocas personas con estas bellas características, sus pestañas eran inmensas y luego me quedé por unos instantes mirando a sus profundos ojos de vivaz azul que me envolvían más en su mirada, en seguida me di cuenta que estaba siendo un tanto mal educada, no tenía porque mirarle tanto la cara, ¿cierto? Aunque su belleza era envolvente no podía negarlo de ninguna manera quería mirarle a la cara por más tiempo, así como la fantasía en mis pensamientos comenzó no tardó mucho en llegar a su fin, pues el autobús que esa persona estaba esperando había llegado, pues ese chico se puso de pie, señal de alerta que me hizo volver de un solo a la realidad.

-¿Vives cerca o pasas siempre por aquí?- me preguntó.

-Si, de hecho, si, vivo cerca de aquí y paso casi todos los días por este camino...- Sé que no debería de decirle esto a un desconocido pero, no pude evitarlo las palabras se salieron de mis labios casi por inercia.

-Bien, entonces preguntaré tu nombre en otra ocasión y tendremos una charla más decente, el autobús que espero ya esta aquí, cuídate y muchas gracias por haberme ayudado.-

-Bien, estaré esperando para volver a verte, adiós.- mi corazón latía muy rápido, no suelo hablarle así sin más a desconocidos o mucho menos esperar volverlos a ver porque incluso tengo a pocos conocidos en mi escuela y no soy muy buena hablando para interactuar con las personas de forma entretenida o segura, aún así me puse ansiosa y alegre de haber conocido a alguien en el camino aunque probablemente mi corazón no late así de rápido solo por la emoción de hablar con alguien nuevo y que milagrosamente esta sensación no sea un sentimiento de ansiedad incómoda, sin embargo, creó que no podría ser amor a primera vista, no creó en esas cosas, no lo es, ¿cierto?.