🥁Abrazar🧵

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Todo aquello que sucedió en Villa Pop se empezó a hacer normal para todos los trolls.

Riff miro el brazalete morado oscuro en su muñeca izquierda, un capullo en el centro se abrió dejando ver una brillante flor morada que al abrirse emitió un sonido de campana.

Cerró su mano derecha sobre la flor para que su brillo no llamase la atención del resto de rockeros dónde él estaba.

- Está bien, está bien, no es demasiado, para ellos es normal. -Riff intentaba ocultar su nerviosismo para evitar que lo noten.

...

- Está bien Riff, no pasa nada, solo vas a darle un abrazo a Satín. -El rockero fue avanzando  entre un grupo de varios trolls hasta estar cerca de la diseñadora pero sin que ella se percate.

Miro tembloroso el brazalete en su muñeca, solo debía esperar un poco más.

Finalmente la flor se abrió acompañada de la lucecita y el sonido de campana a la vez que era acompañado de otros sonidos iguales y la voz de la Reina del Pop.

- ¡Hora de Abrazar! -

Riff se apresuró y agarro rápidamente a Satín antes de que ella pueda reaccionar y por lo tanto no pudiera abrazar a otro troll.

Los brazos de ella se presionaron contra él mientras frotaba su mejilla contra la suya.

Duraron un buen rato de esa forma hasta que se separaron y Satín viera a quien estaba abrazando.

- ¿Riff?... ¿Tú viniste a abrazarme? -la rosada rogaba no sonrojarse por eso.

- Si... ¿No lo notaste?-

- Es... Raro... Me dijiste que a los trolls del rock no les gustaba ser cariñosos con cualquiera, incluso cuando inicio la hora del abrazo entre todas las tribus, los del rock no querían participar.

- Así es, no nos gusta ser cariñosos con alguien a quien no querramos.

- Quieres decir que tú...

- Si, me importas y sin tí no entendería nada de Trollstopia.

La rosada sintió que iba a desmayarse si decía algo más.

- Aquí no pasa nada por abrazar fuera de la hora. -volvio a abrazar al pelinegro para no seguir con aquella incomodidad.

El rockero solo siguió el juego, se sentía bien estar de esa forma con la chica, ni siquiera le importaba la mirada de Seda sobre ellos.

Amortometro SatiffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora