Dos

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—No podemos quedarnos con él, —se escucha la voz de la señora Byun mientras está toda la familia reunida en la sala, —por su culpa murió nuestra hija, —limpia sus lágrimas con un pañuelo.

—Lo sé, querida, —el alfa abraza a la mujer en su costado, —es demasiado peligroso tenerlo aquí.

—Es un ser maldito, traerá más desgracia, —susurra uno de sus hermanos.

Baekhyun estaba escondido detrás de un muro mirando hacia su familia, no podía entender todo lo que decían, pero sabía que no era nada bueno. Tenía miedo, ahora su hermana ya no estaba a su lado así que nadie podría cuidarlo.

Había llorado demasiado junto a su cuerpo, pero no le permitieron estar con ella y tampoco en su entierro así que tuvo que verlo desde lejos. Aún seguía demasiado triste por no tenerla a su lado, quería abrazarla y contarle como ahora ya podía leer un poco mejor.

Uno de sus hermanos lo vio escondido y luego los demás así que agrando sus ojos marchándose de ahí. Corrió a la bodega para llorar en silencio; desde que murió su hermana era ahí donde lo tenían y no le habían dado de comer, además la poca agua que había bebido era del lavamanos.

No pasó mucho tiempo antes de que fuera agarrado por su padre para llevarlo afuera de la casa; grito y suplico mientras el hombre sujetaba con fuerza su brazo arrastrándolo por la nieve.

—Papá, por favor, tengo miedo, —llora mientras entran al bosque, —me portaré bien, lo prometo, pero no me dejes, —suplica sin poder hablar bien.

—No eres más que una desgracia, por tu culpa murió mi hija, —le grita mientras lo jalonea, —si fuera por mí, te mataría, —lanza al pequeño hacia el suelo sobre la nieve helada, —no quiero verte de nuevo, —escupe en su dirección.

—Papá, —intenta agarrar su pierna, pero el alfa lo patea arrojándolo lejos, —por fa-favor, —se queda llorando en el suelo.

El pequeño rostro del omega estaba roja y las lágrimas bajaban por sus mejillas frías mientras que sus ojos estaban enrojecidos. Se quedó ahí llorando y viendo que su padre lo había dejado muy lejos de la manada, ni siquiera podría volver ya que no recordaba el camino de vuelta.

Se quedó dormido debido al fuerte llanto; quería acompañar a su hermana porque tenía miedo, mucho miedo; su cuerpo se había empezado a enfriar poco a poco y luego abrió sus ojos, pudo ver a una loba de color miel frente a ella.

—H-Hermana, —susurra Baekhyun mientras estira su mano.

Se había convertido en lobo, un cachorro de color miel; había una mancha larga desde su mejilla hasta su pecho y en el otro lado de su cara estaba lleno de manchas en forma de luna. Volvió a cerrar sus ojos cuando siente como es cargado por alguien, suponía que su hermana finalmente se lo estaba llevando.

—Está helado, no creo que sobreviva mucho tiempo, —se escucha la voz de alguien que no reconoció.

Entre las ventiscas heladas del bosque se podían ver las espaldas de dos personas cuyos corazones no les permitieron dejar a su suerte al pequeño cachorro miel. Sin embargo ni siquiera las buenas intenciones eran suficientes para evitar creencias establecidas por años en las mentes de las personas.

Cuando los ojos de Baekhyun se abrieron vieron un techo de paja y pudo escuchar unas voces a lo lejos, cuando se sentó se dió cuenta que habían mantas cálidas encima de él. Poco a poco se levantó y asoma su cabeza en la puerta viendo que habían algunas personas en un jardín afuera.

—Pero no se puede quedar aquí, es peligroso, —dice una chica de baja estatura que llevaba puesta una túnica larga de falda ancha y un velo en su cabello que era casi tan largo como la misma ropa, —esas manchas son señales de demonios, padre, tienes que sacarlo de la manada.

Velo del Destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora