Samantha se sentía más tranquila después de hablar con Piper. Se habían conocido en una reunión de la universidad, en la cual solo habían asistido los representantes de carrera y los mejores alumnos de cada una, y ella, era de las mejores de Ciencias Políticas. Había llegado tarde, se había entretenido haciendo una tarea, pero no quería defraudar al señor Adams, el siempre había sido bueno con ella, así que presurosa había llegado al lugar indicado.
Llego agitada y con el cabello húmedo, afuera llovía ligeramente, se arregló unos mechones y les sonrió a los pocos que se habían percatado de su llegada, uno de ellos había sido la representante de leyes, Piper Oliver, quien la invito a sentarse a su lado, y la rubia así lo había hecho.
-Creo que dormí demasiado- dijo con voz ronca su hermano, sacándola de sus recuerdos.
-Solo unas horas- se giró para sonreírle.
-¿Qué huele tan bien?- se dejó caer en un banco.
-Caldo de mariscos, excelente para la resaca- le anuncio moviendo la comida en la olla.
-Gracias a Dios- dijo masajeándose las cienes.
-Aquí tienes- le puso un plato hondo lleno de ese delicioso caldo.- agradezco que siempre estes abastecido- se sirvió otra porción para ella, y se sentó frente a él.
-Ya me conoces, la comida es muy importante- le sonrió antes de llevarse una cucharada a la boca.- qué cosa más rica- cerro los ojos disfrutando- no sé cómo no estudias gastronomía como yo.
-No es lo mío- se encogió de hombros- me va más la política, además tu eres mejor en la cocina que yo.
-No dije que te igualaras a mí, solo que podrías haberte dedicado a esto- bromeo tomando el tarro de cerveza con limón y sal que estaba a su lado.
-Cada quien a lo suyo- le sonrió feliz.- no podrás repetir plato, ya que en una hora tenemos que estar en casa.
-Lamento haberte preocupado.
-No lo lamentes, te hubieras tenido que disculpar si me ocultabas lo que estaba pasando- lo miro ceñudamente.- tenemos que hablar seriamente, pero por el momento terminemos de comer, tomaras una pastilla para el dolor de cabeza, te bañaras e iremos con nuestros padres como si nada grave pasara.
El castaño asintió con un nudo en la garganta y se obligó a comer el delicioso caldo que su hermana había hecho para él. Cuarenta minutos después salieron del pequeño departamento, con varias cosas guardadas en el pecho, pero era hora de la función.
Llegaron a la mansión, y se comportaron como si solo se hubieran escapado para divertirse, como en los viejos tiempos. Lo malo del asunto era que ellos al terminar de contar su aventura ficticia, sus padres habían tomado el tema de la despedida de soltero y de la boda.
-Debería de ser una despedida doble- decía su padre- el tiempo es limitado y sería la mejor opción.
-No sé si la señora Del pudiera estar presente, por su salud- los miro su madre- pero obviamente será en Grecia, dadas las circunstancias.
-Deberíamos de hablarlo con Ohm- siguió Off- no podemos tomar ninguna decisión ya que la Matriarca Thitiwat es la razón de esta boda tan presurosa, y él es su nieto.
-Tienen razón, no podemos seguir con los planes, necesito hablar con Ohm- respondió Fluke muy natural.
-¿Cuándo lo veras?- cuestiono su madre.
-Mañana- contesto con una sonrisa.
-Ya que tu hermana decidió quedarse, ella es de gran ayuda.- dijo su padre mirándola fijamente.
-Ya hablé con el señor Adams, solo me quedaba esta semana de clases, y como no tengo problema con mis notas, no va a haber problema alguno. Por cierto, invite a una amiga, espero no les importe.- dijo sintiendo que su cara se ponía colorada.
-¿Una amiga?, ¿la conocemos?, ¿La invitaste a la boda?- cuestiono su madre curiosa.
-Si, no, si,- respondió- viene de Londres.
-Vaya, a de ser muy buena amiga para que venga hasta acá- comento sorprendido el señor Natouch.
-¿Está contigo en clases?- volvió al ataque Phoebe.
-No, ella es mayor, es profesora de hecho, de Leyes.- confeso incomoda, viendo como los ojos de sus padres se agrandaban.
-¿Tu amiga es una profesora?- cuestiono sorprendido su padre dejando el tenedor en el plato- ¿De tu universidad?
-Si- respondió tratando de calmar sus latidos.
-Pues han de haber conectado muy bien para que sean tan buenas amigas, a pesar de la diferencia de edad.- comento su madre con el ceño fruncido.
-Es una larga historia, pero si, nos llevamos muy bien.
-¿Qué hay de postre?- interrumpio el castaño al ver la incomodidad de su melliza. Estaba igual de sorprendido que sus padres, pero necesitaban cambiar de tema, más tarde arreglaría cuentas con Samanta.
-Pedí que hicieran choco flan- Phoebe les sonrió sabiendo lo que estaba intentado su hijo, pero lo dejaría pasar- uno de sus postres favoritos.
-Me encanta- dijo Fluke demasiado feliz.
-Entonces terminemos la cena- ordeno Off.
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-Hola tita- saludo a la imagen en la pantalla.
-Te ves cansado- dijo la anciana desde su cama.
-Sabes cómo son los negocios- sonrió a la mujer.
-Eso te aleja de mi- se quejó la canosa.
-Te tengo una muy buena noticia.- anuncio su nieto.
-¿Una buena noticia?- cuestiono con curiosidad.
-No te lo había dicho- empezó el pelinegro- pero ahora es un buen momento.
-¿Por qué tanto secretismo?- se acomodó mejor en las mullidas almohadas.
-Porque era una sorpresa- se encogió de hombros incómodo.
-Suéltalo ya- ordeno Del con mirada intensa.
-Hace unos meses, viaje a Tailandia, y me encontré con Fluke Natouch- empezó- y pues una cosa dio a la otra, así que nos casaremos. - soltó sin querer ver la expresión de su tita, ante tales mentiras.
-¿Me estás diciendo que te casaras con Fluke?- se sentó derecha arrebatando la Tablet de las manos de su hija Anong.
-Es lo que acabo de decir tita.
-Qué alegría, que gran alegría- expreso con demasiada felicidad, al ver el desconcierto de su nieto, tosió y se dejó caer de nuevo en la cama- me haces muy feliz, pero no tanto como tú y Fluke lo serán- le regalo una hermosa sonrisa.
-Sabía que la sorpresa te haría feliz- dijo su nieto- y me alegro, porque en menos de una semana será la boda, y en pocos días, los Natouch volaran conmigo hasta Grecia.
-Que gran noticia- dijo con los ojos acuosos.
-Debes de descansar tita- ordeno el pelinegro.
-Está bien, debes de estar muy ocupado con los negocios y la boda- rio feliz.
Ohm sintió que su corazón se calentaba, hacía tiempo que su tita no reía de esa forma, estaba haciendo lo correcto. Solo quedaba esperar la respuesta de Fluke conforme al contrato, si aceptaba sus términos, o hacia alguna modificación, la cual no le afectaría. Tomo el teléfono y siguió con los negocios.
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Del soltó un grito que hizo saltar a su hija de susto.
-Lo sabía, lo sabía- exclamo la canosa levantándose de la cama.
-Tranquila madre, no debes agitarte así- dijo preocupada la más joven. – por favor vuele a la cama- se acercó.
-Estoy harta de la cama- se quejó estirándose en su gran pijama. – además no es momento de estar acostada- le sonrió- ¿No acabas de escuchar lo que dijo Ohm acaso?, tenemos boda, y mucho más pronto de lo que esperábamos.
-Lose, también escuche madre, pero si sigues haciendo tanto escándalo descubrirán tu mentira y adiós boda- la tomo cariñosamente por los hombros.- y todo lo que has fingido por estas semanas serán en vano.
-¿Es que no entiendes la magnitud del asunto?- la miro sin dejar de sonreir.
-Lo entiendo, pero si no te calmas la magnitud del asunto se convertirá en nada- la sento sobre la cama.
-Tienes razón- concedió la anciana suspirando.- solo que no tenía tanta fe en el plan.
-Ni yo realmente- le regreso la sonrisa, pero todo ha valido la pena, pero tenemos que seguir actuando, al menos hasta que la boda se realice. Tenemos suerte que nadie haya venido con menudo grito que diste.- se rio sin poderlo evitar, y su madre también rio feliz.
Sabía que lo que estaba haciendo no estaba bien, pero Ohm y Fluke deberían de estar juntos, era su destino. Anong, su leal y bella hija era su única compinche, habían tenido que engañar al resto de la familia, pero principalmente a su nieto, no pensó que las cosas se pusieran tan difíciles, toda la familia se había preocupado mucho por ella, en especial Ohm, pero todo tendría que valer la pena.
No sabía que había hecho Don magnate Ohm Thitiwat, para convencer a Fluke de casarse con él en tan poco tiempo, pero su plan había funcionado. Le dio ternura que su pequeño mintiera con la duración de la relación, ella sabía que no se habían visto nunca, era vieja pero no tonta, de eso no tenía un pelo. Había seguido de cerca la vida de Fluke Natouch, era un estudiante de gastronomía en la más prestigiosa universidad con esa carrera, uno de los mejores en su clase, sin contar que era un famoso modelo, que hacía poco había participado en un evento mundial. Lo mejor de todo es que era gay, un punto muy importante para que la herencia de la marca siguiera su tradición, estaba agradecida con la vida por eso. El problema era la homofobia que su nieto parecía padecer, y sabia la razón de eso.
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Samantha guio a su hermano por las escaleras hasta su antigua habitación.
-Lamento todo esto- dijo el castaño en cuanto su hermana cerró la puerta.- estoy agradecido porque mientas en mi favor.- se giró.
-No lo lamentes- lo miro intensamente- te traje aquí porque nuestros padres esperan que estemos en tu cuarto, y no en el mío. Necesitamos hablar, tengo muchas cosas que decir.
-Hacia mucho que no estaba aquí- miro a su alrededor disfrutando de la vista que le traía viejos recuerdos.
-Hay algo que no te he dicho- empezó su hermana recargándose en la puerta- y tengo tanto miedo de decírtelo.
-¿De qué hablas?- cuestiono sin apartar su mirada.
-En este momento no entiendo el miedo que me cubrió, no entiendo por qué no te lo dije- dijo con voz estrangulada- por favor perdóname- suplico.
-Me estas asustando- camino hacia a ella.
-Déjame hablar- pidió dando unos pasos atrás.
-¿Samantha?- cuestiono preocupado.
-Estando en Londres conocí a una gran persona- empezó- alguien que no esperaba, y me hacía feliz, me hace feliz- confirmo sonriendo tímidamente- es una de las mejores personas que podría conocer, es a quien amo- se dejó caer en la silla frente a su peinador.
-Es fantástico- dijo feliz su hermano, llego hasta su melliza y la abrazo- me legro por ti, sabía que tarde o temprano encontrarías a tu persona especial.
-Es una mujer- confeso sin dejar de abrazarlo.
-Mujer- susurro Fluke sorprendido- me imagino que es la amiga de la que hablaste antes.
-Sé que no era lo que esperabas- se levantó y alejó con los ojos anegados de lágrimas.
-Lo dices como si fuera un pecado, ¿Recuerdas que soy gay? – la tomo de las mejillas con cariño- no comprendo por qué creíste que tu amor me molestaría.
-Porque a pesar de que te apoyé, siempre supiste que quise algo mejor para ti, y vengo yo a enamorarme de alguien me mí mismo sexo- sollozo tomando la camisa de su hermano en sus puños.- Sabes que se que no es un pecado la homosexualidad, pero he de confesar que en el fondo de mi corazón quería que fuera diferente, y no por ti, sino por como es el mundo- termino desesperada sacando todo lo que todos esos años se había guardado- eres perfecto como eres, y te amo por ello, aun que fueras una vaca con alas, pero el mundo es tan difícil.
-Es cierto que siempre quieres lo mejor para mí, pero eso no tiene nada que ver con que sea gay. Sino con que, esta sociedad es tan cerrada de mente que no ve más haya, tú ya lo has dicho.- le acaricio el cabello consolándola.
-Perdóname- lo abrazo fuertemente- por favor perdóname- suplico sin dejar de llorar.
-No pidas perdón, no tienes por qué hacerlo- la consoló.- ¿Cómo se llama?
-Piper Oliver- susurro- es abogada.
-Me gusta. Señorita Oliver, Samantha Oliver, te pega ese nombre.
-¿Por qué eres tan perfecto?- cuestiono su melliza riendo entre las lagrimas.
-No lo soy- le sonrió.
-Lo eres, y por eso Piper y yo tenemos la solución a ese matrimonio.
-¿Qué solución?- la miro curioso.
-Ven y siéntate- lo llevo hacia la cama.
-Piper es una gran abogada, le mostré el contrato que ese bas… que Thitiwat te dio.
-¿De qué sirve?- puntualizo Fluke.
-Ella no solo viene a la boda, ella llega en- miro su reloj de pulsera- en unas once o doce horas.
-¿Tan pronto?, pero si todavía falta para la boda.- la miro sorprendido- Cuanto te debe amar- la abrazo fuertemente.
-Me ahogas- se quejó su hermana.
-Lo siento- la soltó riendo- lo siento. Es que estoy tan feliz por ti.
-Y queremos que tú seas igual de feliz. - tomo sus manos- Piper es de las mejores en su ramo, si alguien puede hacerlo, es ella- dijo con orgullo.
-Pero Samantha.- la miro conmovido.
-La solución más lógica es que mandaras al demonio a Thitiwat, pero sé que no lo harás, eres un cabezota- le recrimino con cariño- así que, temprano le mande el contrato escaneado, ella velara por tu seguridad, tiene muchas horas para modificar el contrato.
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Ohm agradecía ser un hombre tan ocupado, si no, se hubiera vuelto loco. Fluke no se había contactado con él en todo el día, ni su familia. Algo estaba mal, Fluke era una cosa y su familia otra, sabía que Samantha sabia la verdad de toda la situación, ella había seguido el juego de toda esa mentira. Pero Fluke estaba amenazado, no podía desaparecer así nada más.
Subió en la camioneta y se dirigió al departamento del castaño. No entendía esa ansiedad, y no quería analizarla, era incomoda y ajena, tenía que evitarla. Le había llamado varias veces pero simplemente Fluke no constesto.
Subió las escaleras esquivando a varios universitarios hasta llegar a la puerta que buscaba. Llamo, y llamo, llamo varias veces, pero no obtuvo respuesta. Después de varios minutos parado, empezó a bajar las escaleras y se subió de nuevo en su camioneta.
Sabía que no debería de estar ahí, incluso rebajándose al ir a buscarlo a casa de sus padres, estaba a una cuadra de esta. Ordeno al chofer que lo llevara a la mansión de su tita. Estaba molesto, bastante, nunca en sus cuarenta años había perseguido a nadie, siempre fue al revés.
-Bienvenido joven Thitiwat- saludo Piner haciendo una reverencia.
Paso de largo sin entender por qué había regresado a ese lugar, si su tita no estaba. Subió las escaleras y entro en su antigua recamara.
Un sonido molesto lo interrumpió.
-¿Qué quieres?- ladro molesto.
-Vaya con tu temperamento.
-No estoy de buen humor así que di lo que tengas que decir.
-Una abogada de Londres se está quedando con los Natouch.
-¿De qué hablas?
-Parece que el joven Natouch, no es tan ingenuo como pensamos - informo Kao.
-No te entiendo- se masajeo la cabeza con la mano libre.
-Piper Oliver, una gran abogada, si me permites decirlo, metió las manos en el contrato matrimonial.
-Kao, no andes con rodeos.- amenazo.
-No sé cómo paso, pero Fluke Natouch se asesoró.
-No esperaba menos, pero he de admitir que me sorprende.
-Te estas contradiciendo amigo.
-Solo yo me entiendo.- respondió frustrado
-Solo quería avisarte que lo que esperabas, no es lo que sucederá.
-Eso no me inmuta.
-¿Qué harás Ohm?
-Hacer como si nada pasara. Era obvio que Fluke no aceptaría el contrato así como así. Eso explica por qué no ha contactado ni ha contestado mensajes y llamadas.
-Así que por eso estas así- dijo divertido su amigo.
-No digas nada- amenazo.
-El nuevo contrato ya está en tu correo, ábrelo y me dices que procede.- le indico.
-Gracias Kao, se que es difícil seguirme los pasos, aunque siendo sincero, por eso te pago.
Se escuchó una carcajada al otro lado de la línea.
-Se me hacía extraña tanta humildad de tu parte- se burló Kao.
-Lo que sea, nos vemos- corto la llamada y se fue directo por su Tablet.
Mientras encendía el aparato se quitó la corbata, hacía mucho que no se sentía tan frustrado, y todo por Fluke Natouch, se desabotono la camisa. Se dirigió hacia la cama, y tomo la Tablet, fue directo a abrir el correo electrónico, si, ahí estaba el documento que le envió su amigo.
Descargo el archivo PDF y lo mando a imprimir. Bajo y pidió el almuerzo, su estómago estaba vació desde el día anterior.
-¿Desea algo en especial?- pregunto Piner.
-Carne, y que se pueda acompañar de vino por favor- le dijo volviendo a subir las escaleras, dispuesto a leer lo que la abogada Oliver había puesto en su contrato, y era Londinense, Natouch tenía buenos contactos.
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Uña de Dios
RomanceINTRODUCCION Las familias Natouch y Thitiwat llevaban una extraña y prestigiosa carga a sus cuestas, desde hacía varios siglos, estas familias estaban unidas, era algo muy curioso e incrédulo. Algunos miembros recibían el destino de un lunar, pero n...