Uña de Dios

CAPITULO 14 ANTES DEL VIAJE

-Como tú estabas muy ocupado, yo tenía que moverme- le confeso encogiéndose de hombros y sentándose sobre su escritorio, Fluke estaba demasiado cerca.

-No tan ocupado como para que irrumpieras en mi vida- dijo amargamente.

-Tan ocupado que no contestas mis llamadas, incluso mis mensajes de whatsapp, yo no usaba esa aplicación hasta que te conocí.- le recrimino.- pero hasta eso ignoraste.
A Fluke por primera vez, ese hombre le pareció tierno, se sacudió internamente, Ohm Thitiwat jamás seria tierno.
-Eso no es excusa para todo lo que has causado- se acercó más, haciéndose el valiente, estaba muy nervioso.- Gracias a tus deseos, has cambiado la vida de muchos no solo la mía- lo acuso. ¿Qué les dijiste en la universidad?- volvió a preguntar.

-Solo la verdad-contesto sin inmutarse- que nos casaríamos, y que te ausentarías de clases.

-¿Por cuánto tiempo?- jadeo Fluke.

-Indefinido- confeso sin dejar de mirarlo sus labios.

-¿Indefinido?- cuestiono dándose cuenta que estaba muy cerca de su prometido, y se alejó un poco-¿Qué tan indefinido?

-Lo que sea necesario- respondió más tranquilo dejando de ver esos carnosos labios.

-¿Qué tan necesario?- insisto, presintiendo que algo no andaba bien.

-Les dije que probablemente no regresarías.

-¿Qué probablemente no regresaría?- levanto la voz de nuevo.- ¿Es que te has vuelto loco?, es obvio que regresare, voy a mitad de la carrera, además ¿Por qué nadie me dijo nada en la universidad?, es obvio que tenían que verificar que lo que les dijiste era cierto.
-Siendo tu prometido, más la cuantiosa suma de dinero que les done en agradecimiento a tu estadía con ellos estos dos años, he de imaginar que no lo vieron necesario.
-No puedo creerlo, los sobornaste- dijo sin poder creérselo.- ¿Cuánto dinero les diste?- apoyo sus manos temblorosas en el escritorio.
-Suficiente para que no se cuestionaran nada, además el Director conoce a mi familia, no es cercano, pero sabe que soy un hombre de palabra y de fiar.
-¿Hombre de palabra?, ¿De fiar?- se carcajeo algo histérico.
-Soy un hombre muy importante, viajo por todo el mundo, pero mi residencia esta en Grecia.- ignoro el insulto.
-Eso no tiene que nada que ver conmigo- exclamo sintiéndose cada vez más molesto, Ohm nunca dejaba de sorprenderlo y eso no era bueno.- ¿Estás diciendo que viviremos en Grecia?, lejos de mi familia y amigos.
-Es lo que te acabo de decir- se alejó del escritorio, el pequeño estaba demasiado cerca de él, lo hacía sentir incómodo.
-Siempre pienso que no puedes decepcionarme más, y lo haces. - se rio de nuevo sin sentirlo- pero qué más puedo decir de alguien como tú.
-Serás mi esposo, y tú debes ir donde yo este, y si mi vida está en Grecia tu vida también es ahí.- le amenazo espesando a cansarse de todo eso.
-Eres un maldito machista- lo acuso con coraje.
-No me importa como lo veas, así son las cosas.
-¿Qué parte de no manejar la vida de otros no entiendes?- grito frustrado e impotente, apretando sus manos temblorosas en puños.
-Ya no hay vuelta atrás.
-Eres un troglodita- le grito- no te importa a quien aplastas en tu camino, aunque los pisotees. Espero que la vida te regrese todo el daño que me estás haciendo- se le quebró la voz, se giro con el cuerpo tembloroso y salió de ahí.
Camino sin rumbo fijo, agradecía que Ohm no lo siguiera. No le importaba nada en ese momento, así que solo siguió. Miro un escaparate lleno de juguetes, sonrió con ternura. Su sueño siempre fue tener una familia, sabía que por ser gay no tendría hijos como las demás personas, pero podría adoptar, incluso contratar una madre de alquiler. Sonrió imaginando la situación, las mascotas también era una opción, amaba a los animales, nunca había tenido mascotas.
Entro en un centro comercial, paseo por el lugar por mucho tiempo, recorriendo todas las tiendas. Grecia no era un mal lugar, o eso recordaba de su viaje con su familia cuando Samantha y el tenían diez años, se consoló amargamente resignado. Su memoria no estaba muy clara, pero si sabía que habían disfrutado, él todavía se sentía furioso con Ohm, pero empezaba a entender que en cuestión de ese hombre, siempre salía perdiendo.
Llego a un parque y se dejó caer en una banca bastante alejada de todo, enterró su rostro en sus manos, se sentía tan perdido, tan acorralado.
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-Él está bien- consoló Piper a su pareja sin dejar de abrazarla.
Estaban en la recamara de Samantha, sentadas sobre la cama.
-Fluke aparenta ser fuerte, pero no lo es- respondió angustiada.
-Al contrario, es fuerte y parece ser débil-la apretó más.
-Me preocupa-abrazo su cintura.- y no quiero que lo pase mal.
-Te entiendo cariño.
-Gracias por estar aquí, por haber viajado de un país a otro.
-No tienes que agradecerme nada- respondió acariciando su cabello.
-Te amo- le susurro.
-También te amo, con todo mi ser- le beso la frente.
-No ha contestado mi mensaje, ¿Debería de llamarle?- levanto el rostro hacia la mayor.
-Debe de estar todavía con Ohm, por eso no está atento al celular.- le sonrió acariciando su cabello.
-Por eso mismo me preocupa, Ohm es un mal hombre- le dijo torciendo la boca con disgusto.
-Ellos se van a casar, no vas a poder estar para el todo el día, todos los días- le informo.
-Pero Piper- se quejó la rubia.
-Sera un matrimonio por contrato, pero no deja de ser matrimonio. Además, a mi cuñado no le pasara nada, Ohm es un maldito controlador, eso ya lo sabemos, pero está haciendo todo esto por su abuela, eso quiere decir que no es del todo malo.
-¿Lo estas defendiendo?- cuestiono molesta separándose de la pelinegra.
-Nada de eso Samantha, no lo defiendo, pero no podemos ver solo lo negativo.
-¿Dime que tiene de positivo ese matrimonio?- exigió levantándose de la cama.
-Por el momento, tu hermano recibirá una cuantiosa cantidad de dinero, sé que suena superficial, pero el mundo se mueve monetariamente- le explico.
-No es mucho consuelo.
-No lo es- concedió levantándose y tomando las manos de la menor- pero por el momento es lo único que tenemos. Tu hermano podrá seguir apoyando a esos niños que tanto quiere, y en bastante tiempo no se preocupará por el dinero.
-Tienes razón- acepto de mala gana- pero si Fluke sale herido, ese Ohm Thitiwat se las vera con todos los Natouch.- termino con ímpetu.
-Y todo el peso de la ley, por parte de esta Oliver- la abrazo de nuevo.
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Fluke se limpió las lágrimas, sentía los ojos hinchados y rojos. Daria otro paseo por la ciudad antes de regresar con su familia, no estaba preparado, necesitaba calmarse. Camino lentamente, como un turista curioso. No tenía prisa por regresar, no sabía cómo enfrentaría a Samantha y Piper, las dos eran muy perspicaces.
Camino dirigiéndose hacia casa de sus padres, el sol se estaba ocultando. No podía llegar tarde a la cena, apresuro su paso, no quería preocuparlos más. Tuvo que tomar el bus, estaba bastante lejos. Se bajó en la parada más cercana, y antes de entrar se revisó el rostro, ya parecía normal.
-Bienvenido joven Fluke- lo saludo Martha.
-Hola Martha, ¿Dónde están mis padres?- cuestiono.
-Ya no tardan en llegar- contesto- pero su hermana y la señorita Oliver están arriba.
-Gracias, tomare un baño antes que nada.
-La cena estará lista para cuando bajen.
-Gracias- dijo de nuevo y empezó a subir las escaleras.
Entro en su recamara, colgó la mochila, y se dejó caer sobre la cama. Cuanto deseaba poder dormirse unos doce meses, se sentía tan cansado, mas emocionalmente que físicamente, suspiro dejando que su cuerpo se relajara, solo unos segundos, esa cama era tan cómoda. Cuando sintió que se estaba quedando dormido, se levantó de golpe, no era momento de dormir. Fue al baño y se desvistió con calma, esperaba que Samantha no irrumpiera en cualquier momento.
Se enrollo una toalla en la cintura y entro en el vestidor. Se cambió con parsimonia, no se acordaba de ese conjunto, era un traje gris de seda, algo caluroso, pero le sentaba muy bien, lo había usado en la fiesta de su tío Intouch, hacía más de un año de eso, sonrió a su reflejo, extrañaba a su tío, él también era Homosexual y tenía su pareja, se llamaba Korn, por lo que escucho lo habian tenidl bastante difícil, en su juventud, por aquellos años era más difícil ser diferente. Ambas familias se habían opuesto a su relación, los Halliwell, una familia de renombre y muy acaudalada, mientras la familia Chen, unos agricultores que se habían labrado el camino en Bangkok, trayendo sus frutas y verduras desde su tierra natal, abriendo una pequeña tienda, la cual conforme pasaron los años se hicieron tres, que no era mucho en esa gran ciudad, pero para unos pueblerinos que habían empezado de cero, era mucho.
No sabía muy bien como su tío había conocido a su pareja, pero después de muchos obstáculos, seguían juntos después de veinte años seguían felices y juntos. Se arregló el traje, y salió del vestidor, gracias a Dios seguía solo, cuando ya se había hecho una media cola y es estaba poniendo bálsamo de labios, entro su hermana, como siempre sin llamar.
-Disculpa a mi novia, ella no entiende de modales- se disculpó Piper.
-Si tengo modales- se defendió la rubia- pero estamos hablando de Fluke.
-Ósea, que no merezco modales- dijo el castaño mirándose por ultima vez en el espejo.
-Dos contra uno, eso no es justo- se quejó Samanta.
Los otros se soltaron riendo, era tan fácil engañarla.
-Ahora se burlan- los acuso con el ceño fruncido.
-Tengo mucha hambre- les anuncio Fluke levantándose del asiento del peinador.
-Pues vamos a comer- la pelinegra extendió ambas manos para tomar a cada uno, y estos sonrientes se dejaron llevar.
Cuando estaban en mitad de la cena, llegaron los señores Natouch, Fluke agradecía que Piper hubiera sido la voz cantante, eso ayudo a que nadie le hiciera preguntas incomodas.
-¿Ya tienes listo tu equipaje?- pregunto su padre al castaño.
-Lo empecé, pero aun no termino, así que mañana tengo que ir temprano al departamento.
-Creí que Ohm nos acompañaría a cenar- dijo Phoebe.
-Me pidió que lo disculpara en su nombre, tenía una junta importante esta noche, pero mañana que venga a recogerme lo verán.- mintió el castaño sin dejar de comer.
-Comprensible, tiene que dejar todo listo para la boda.- contesto la madre.
-¿Ustedes ya tiene todo listo?- siguió preguntando Off, mirando a las chicas.
-Así es papa- le sonrió la rubia.
-Aunque yo no tuve mucho que empacar- bromeo Piper.
Eso los hizo sonreír a todos.
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Rebeca volvió a tomar su celular, nada, simplemente nada.
-¿Qué tienes contra ese pobre teléfono?- le pregunto su madre entrando en el comedor.
-¿De qué hablas?- la pelirroja dejo el aparato sobre la mesa y tomo la taza de café frente a ella.
-Si las miradas mataran- se sentó frente a ella, con su porte de gran dama, como siempre.
-Nada, solo que Ohm tiene días que no responde mis llamadas.- tomo un pedazo de fruta con el tenedor de plata.
-Sabes que es un hombre muy ocupado- miro a la mujer que le estaba sirviendo el café.
-Ocupado o no, siempre me contesta.
-Nada es para siempre- le dijo muy seria- Ohm está más ocupado que nunca, su empresa está creciendo, no puedes ser tan exigente.
-Pero no responder mis llamadas hace una semana, es decir mucho, y tú lo sabes- afirmo la joven.
-Siempre hay una primera vez, debes empezar a acostumbrarte- dio un sorbo a su bebida.
-Yo no soy como tú, madre- le dijo amargamente, ya que ella había sido demasiado indulgente con su padre ya fallecido.
-Sé que no somos iguales, yo fui solo esposa, madre y ama de casa- respondió- mientras tu eres una modelo de ropa interior de talla mundial, pero se cómo son los hombres Rebeca, los negocios están primero que nada.
-Ohm es diferente- contesto apretando sus labios.
-Su actitud demuestra lo contrario. Si te empiezas a mostrar insegura y ansiosa, te botara.- dijo sin contemplaciones.
-No soy como tu madre-repito molesta su hija- y Ohm no es como papá.
-Eso ya lo veremos.
-Hoy tengo prueba de ropa- le comunico cambiando de tema, no quería seguir discutiendo- el próximo desfile es dentro de unos días.
-Sigo sin comprender que te dediques a eso.
-Pero me acabas de alabar- puntualizo su hija.
-No estoy orgullosa de lo que haces, como bien lo sabes, eso de exhibirte en ropa íntima- negó con la cabeza.- pero me enorgullece que no dependas de un hombre, aunque tengas que pasearte en paños menores frente al mundo. Nunca entenderé el método de esta sociedad, pero al menos demuestras que eres una mujer independiente.
-¿Se supone que te debo de dar las gracias por comprender la situación?- al no recibir respuesta siguió- Tu naciste hace muchos años, las mujeres ahora, en la actualidad, tenemos muchas libertades, ya no debemos ocultar nuestro cuerpo y tampoco dependemos de un hombre.
-La igualdad de sexos es estúpida- no se dejó amedentrar- no necesitábamos ridiculizarnos para hacernos notar.
-Estás hablando de la edad media- se levantó Rebeca molesta, hablar con su madre era como hablar con la pared.
-Si crees que solo tu cuerpo puede atraer a los hombres, estas muy equivocada- le aseguro la señora Nikolaou- en esta vida hay mucho más.
Rebeca salió enojada y sin terminar su desayuno, como siempre que su madre la acompañaba.
Siempre era lo mismo con esa señora. Malee tan perfecta frente al resto, pero tan arcaica con su hija. No la entendía, y jamás lo haría, cerró la puerta de su recamara con fuerza, estaba harta.
Era una modelo mundialmente famosa, y no cualquier modelo, sino de Victoria Secret, la lencería más famosa del planeta, pero para su madre no era suficiente, nada era suficiente.
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Ohm se levantó al sonar su alarma a las seis de la mañana. La noche anterior había tenido una video llamada con su familia. Tita ya estaba en su cama, su tía, hermana y madre estaban con ella en la recamara. Fue incomodo, lo reconocía, pero así eran las cosas, al menos hasta divorciarse de Fluke. Obviamente hablaron sobre la boda, donde su familia le insistió que no fuera ese fin de semana, él no sabía qué hacer, su abuela se veía mucho mejor que en mucho tiempo, y eso casi lo había hecho ceder.
En unas horas viajaría con el pequeño y sus guardaespaldas Samantha y Piper, esperaba que sus suegros los siguieran al día siguiente de que ellos llegaran a Grecia, y si seguían insistiendo con posponer la fecha de la boda una semana más, el aceptaría.
Salió de la ducha, y tomo el celular que estaba en el buro, extrañamente tenía un mensaje de whatsapp, solo una persona le escribiría por ese medio. "Ven por mí a la casa de mis padres a las ocho", solo eso estaba escrito, sonrió satisfecho.
Tomo un café antes de salir de su casa, sintiéndose más feliz que hacía mucho tiempo. Ordeno a Oswaldo que se dirigiera a la mansión Natouch. Cuando llegaron, este se bajó y le abrió la puerta a su jefe ignorando el coche negro que siempre los seguía, eran el refuerzo por si las cosas se ponían mal.
-Bienvenido señor Thitiwat- lo saludo Sebastián al abrir la puerta y lo dirigió hacia el comedor donde la familia estaba desayunando.
-Buenos días- saludo el pelinegro mirando directamente al castaño.
-Pasa por favor Ohm- le pidió su suegra, invitándolo a tomar el asiento vacío que estaba al lado de su hijo.
-Perdón por interrumpir- se sentó junto al castaño.
-Nada de eso, ya somos familia- le dijo Off.
-Bienvenido cariño- lo recibió Fluke muy sonriente, tomando una de sus manos.
Eso sorprendo al pelinegro, era la primera vez que Fluke lo tocaba pos su cuenta.
-Es obvio que ya probaste la cocina de mi pequeño- siguió Phoebe.
-Fluke cocino el desayuno- interrumpió la melliza- hizo sus famosos hot cakes de avena con plátano- miro a Ohm retadoramente, ya que sabía que nunca había probado los platillos de su mellizo.
-No he tenido la fortuna de comerlos, pero espero de ahora en adelante probarlos de vez en cuando- le regreso la mirada.
-Llego el desayuno favorito del joven Fluke- anuncio la canosa entrando en el lugar.
Comieron charlando sobre los días siguientes, sus suegros podrían viajar el día siguiente, eso lo tranquilizo, el estrés lo estaba consumiendo, y sabía que no era el único, también a los Natouch. Se comportaban con él con la más naturalidad posible, pero sus cabezas estaban llenas de dudas e incertidumbres, le estaban dando a su precioso hijo y hermano. Era la primera vez que se cuestionaba si estaba haciendo lo correcto.
Fueron despedidos en la puerta de la enorme casa con grandes sonrisas, una sinceras y otras fingidas.
-Pasaremos por ustedes en una hora- les informó Fluke a las jovenes.
-No se tarden, aquí estaremos- respondió la melliza sin dejar de sonreír.
-Los veré mañana- se despidió de sus padres con nostalgia.
-Nos veremos de nuevo cuando regresen por Samantha y Piper- sonrió Phoebe.
La camioneta se alejó seguida de ese carro negro polarizado.
Sabían que eran los guardaespaldas de Ohm, ese coche siempre estaba detrás de donde viajaba el magnate. Era algo de temer, no estaban acostumbrados a esas excentricidades, pero como Thitiwat era necesario.
-Te mandare un mensaje cuando esté listo- dijo el castaño quitándose en cinturón de seguridad, y abriendo la puerta.
-De eso nada- respondo el mayor también saliendo del mueble.
-No es necesario que me acompañes- puntualizo.
-Yo quiero acompañarte- se jalo el saco el traje sin mirarlo.
-Ohm, no voy a ir a ningún lado- explico como si hablara con un niño.
-Voy a ir contigo, y eso no se refuta- contesto empezando a caminar al edificio.
Fluke tomo aire y con resignación paso delante del más alto.
-¿Te tomara una media hora hacer el equipaje?- cuestiono sentándose en el único sillón.
-Algo así- respondió molesto el más bajo dirigiéndose a su cuarto.
-Eso es mucho tiempo, no creo que tengas tanta ropa- levanto la voz.
-Vete al diablo- grito el castaño.
Ohm rio por lo bajo muy divertido.
Después de veinte minutos en los cuales Fluke metió su ropa con más fuerza de la necesaria en la maleta, salió y se detuvo detrás del hombre que seguía sentado en su sala.
-Termine- le anuncio.
-Vaya, eso fue rápido- bloqueo su celular y cuando se levantó lo metió en su bolsillo.
-Muérete- respondió el castaño y fue hacia la puerta.
-También te amo cariño- dijo Ohm burlonamente, sorprendiéndose a el mismo. ¿De dónde había salido eso?
El castaño se quedó pasmado, mientras tomaba la manija de la puerta.
-Has de saber que ya hablé con tu casero- le dijo el más alto sintiéndose desconcertado por lo que su boca había dicho.- Se llevaran tus pertenencias a una bodega.
-¿De qué hablas?- se giró cerrando de nuevo la puerta.
-Ya no necesitaras este lugar- lo abarco con los ojos- en Grecia no te hará falta nada.
-¿Sabes lo que me acostado amueblar este lugar?- dijo con los distes apretados, sacado de si-, no, no lo sabes. Trabaje por meses en una frutería, cargaba cajas muy pesadas sobre mis hombros, tanto que dejaban llagas- lo apunto molesto. - pero no me queje, necesitaba una casa, un hogar habitable, por eso me esforcé. Después serví bebidas en un bar de mala muerte, incluso hice de mesero, deseando siempre poder cocinar.
-Las penurias que pasaste fue por tu egoísmo.
¿Egoísmo dices?- se alejó de la puerta.
-Si hubieras seguido con tus padres, no hubieras sufrido por nada.- puntualizo lo obvio.
-Es obvio que no sabes nada- se pasó las manos por el cuello que lo sentía tenso.
-Entonces explícame- pidió realmente curioso, ya que no entendía por qué Fluke se había independizado económicamente de su familia, era obvio que lo amaban, y todos se llevaban muy bien.
-No lo entenderías, tu eres perfecto, lo que todos siempre esperaron de ti.- contesto bajando la mirada.
-Estas equivocado, no soy lo que esperaban- confeso incómodo.
-No mientas- le grito frustrado.
-No miento- se acercó al pequeño- mi familia esperaba más de mí, mucho más de lo que yo podría hacer.
-Dejemos esto- rio Fluke incomodo- mi familia nos espera.
El pelinegro asintió y lo siguió, no entendía que había pasado, pero estuvo a punto de desvelar el más oscuro secreto de los Thitiwat.
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-Hola corazón- saludo la otra persona en la pantalla- ¿Cómo fue tu día?, te extraño tanto- exclamo con un suspiro.
-Hola bebé- le sonrió a su esposo- también te extraño muchísimo, mi día fue bueno, y ya está confirmado, mañana regresamos a Grecia.
-¿De verdad?- exclamo feliz Earth- Ohm debe de estar que camina por las paredes- dijo riendo.
-Ha sido bastante difícil y estresante, pero por fin él y Fluke han llegado a un acuerdo, no era como Ohm lo había planeado, pero ya no hay marcha atrás.
-Creo que Fluke me agradara, también la abogada Oliver, y ¿Cómo dices que se llama la melliza?
-Samantha, esas dos mujeres son de cuidado, aunque creo que Fluke a pesar de haber mantenido una imagen calmada, también sabe defenderse.
-Por lo que me has contado, ya puso varias veces en su lugar al gran magnate Ohm Thitiwat.- sonrió satisfecho- creo que encontró la horma de su zapato.
-Yo también lo veo así, solo es cuestión de que el cabezota de nuestro amigo lo vea.
-Espero que eso pase muy pronto, así también podemos decirle lo nuestro.
-Te amo mucho- le dijo el pelinegro.
-Yo te amo más Kao.