𝘾𝙐𝘼𝙍𝙀𝙉𝙏𝘼

6.9K 559 8
                                    



*:・゚✧*:・゚

Ya no se que puede suceder, solo se que el hedor asqueroso a horda de vampiros me quema la nariz.
El Clan Cullen en menos de un chasquido se hizo notar, cada pareja procuró volver a Forks con al menos quince vampiros iniciales. Pero luego se sumaron muchos más de los esperados.
¿Premio o castigo?

Vampiros de todos lados del mundo ahora se encontraban en un pequeño pueblo, no solo parece de pelicula, si no que en realidad, representaban un peligro para los habitantes. El cuestionamiento era claro, si la mayoria no eran vegetarianos, ¿Cuantas personas de Forks saldrian pagando los platos rotos por ello?

Eso era lo que rondaba mi mente los minutos que tarde en llegar a la mansion Cullen, allí ya debia de estar Jacob, y seguramente acompañado por Seth. Leah si puede decide evitar a toda costa el contacto con los frios, hace patrullaje, ayuda con los nuevos lobos en la manada, se queda en casa o bien va y ayuda a mamá con el trabajo... y la entiendo, hasta que no te acostumbras a la convivencia, es dificil.

Cada centrimetro que me adelantaba dentro del predio Cullen causaba más escozor en mi nariz, ganas de estornudar. Carajo, eran bastantes palidos en una sola casa.

Los tacones de mis botas resonaban a paso seguido dentro de la casa, haciendo que varios pares de ojos rojos se enfocaran en mi. No los quise ni mirar, me estaba dando repelús. Mi cuerpo buscaba el aroma de mi impronta, lo unico que calmaba la revuelta de estómago que daba estar tan cerca de los seres enemigos.

—Hay muchos ojos rojos aquí.—menciona resignado Jacob, quien estaba de brazos cruzados a un lado de Isabella. Por más de que mi chico susurre, es claro que lo han oido de aca a la China, a la lejanía pensar eso me hace sonreir.

—Aceptaron no cazar en el area.—responde simplemente la neofita, apoyando el peso de su cuerpo contra la blanca pared.

—Pero en algun lado lo harán.—dejo que mi voz suene por toda la sala, acortando toda distancia entre las unicas dos personas que confiaba en la habitación.

Bella me dedica una pequeña sonrisa en forma de saludo, mientras Jake va más allá, pasando un brazo por mi cintura baja y dejando un casto beso en mi coronilla.

—¿Que tal todo, Di? Rato que no nos vemos en tranquilidad...—menciona cabizbaja nuestra amiga.

—No ha sido demasiado tiempo, exagerada.—sonrío observándola—Lo cierto es que algunos temas se nos andan complicando en los bosques, ¿No es cierto, Alfa?—jugueteo hacia Jacob.

—La llegada de tantos vampiros a la zona ha despertado muchos genes lobo, muchachos adolescentes.—deja salir un suspiro.

—No nos dan tiempo a nada, si aqui los vampiros se andan multiplicando, los lobos no se están quedando atrás.—concluyo, los tres nos mantuvimos observando a los frios que nos rodeaban. Nada de lo que sucedía demostraba ser tarea facil.


Con el pasar de las horas, días, llegaban aun más personas al area. La mision de los Cullen habia sido cumplida con creces. Ya eran alrededor de 18 vampiros.

En la noche nos reunimos con Jake junto a los Cullen y todos los vampiros, debiamos comenzar a analizar sabiamente la situacion, para estudiar que hacer, como reaccionar, incluso si es necesario, como atacar.

Me mantuve sentada al lado de mi pareja en el salon de los Cullen donde se encontraba la gran biblioteca, extensa, llena de bellos libros con incluso siglos de edad.

—Cuando Aro quiere a alguien de un clan, no tarda en encontrar evidencia que pruebe que ese clan cometió algun crimen.—explica con una voz neutra Eleazar, hasta el momento el unico hombre del Clan Denali.

—¿Entonces ha hecho esto antes?—cuestiona cerca nuestro Bella.

—Sucede muy pocas veces, jamás siguiendo un patro específico.—responde honestamente el frío.

Por primera vez en la charla, Carlisle se une a la exposición.—Parece que siempre perdona a una persona cuando cree y demuestra que realmente está arrepentida.

—Pero esa persona siempre tiene una habilidad.—recalca como dato no menor Eleazar, paseando su mirada a todos los presentes en la sala, incluida yo.—Una habilidad de la cual el pueda disponer, dandole un lugar en la Guardia.

—Todo esto es por Alice.—aclara Edward desde un punto contrario de la habitación.—No tiene a nadie como ella.

—¿Por eso se fue?—mi pregunta sale como un soplido, con un hilo de voz, debia ser honesta al decir que me sentia ciertamente intimidada, fuera de lugar, con tantos pálidos. Mi loba interior no paraba de sentirse naturalmente en conflicto estando en los alrededores.

A pesar de mi bajo volumen, nada evitó que todos posaran sus miradas en mi, probablemente haya sido la primera vez que algunas siquiera me hayan oido hablar.

—¿Para qué necesita testigos?—corta los segundos de silencio Emmett, quien estaba parado cerca de su hermano Edward.

—Es obvio.—responde un rubio vampiro ubicado en una esquina. Alistair.—Así correrá la voz de que se ha hecho justicia ante la masacre de todo un clan.

Su intervencion tan altanera hizo que, dentro de la impenetrablemente silenciosa sala, los pensamientos de todos vayan a kilometros por segundo. El terror a lo desconocido que pudiera pasar en el futuro de cada uno era palpable.

El patriarca Egipcio junto a su pareja fueron los primero en caminar a lo largo de la sala, demosyrando una clara intencion de retirada. Mordí mi labio inferior, esto no podia terminar asi. En la nada.

—Benjamin, Tia...Nos iremos, ya.—suena autoritario Amun.

—¿Y a dónde irán?—intercepta velozmente un Edward con el semblante contrariado, el ceño fruncido.—¿Por qué piensas que quedará contento con Alice?¿Que lo detiene a Aro de luego ir por Benjamin, Zafrina, o Kate?...Cualquiera que tenga un don. Su meta no es el castigo, es el poder.

Volvio a dominar todo un fuerte silencio en la sala ante las palabras de Edward, quien volvió a retomar la voz principal en la escena.

—Quizas Carlisle no les pida que peleen, pero yo si lo haré. Ahora no es solo por mi vida y la de mi familia, es por ustedes tambien.

Ruedo los ojos, ¿Por que nadie dice nada? Mis ojos viajan por todos los vampiros buscando aun que sea una reaccion positiva a las movilizantes palabras del Eduardo. Me estaba molestando tanta incertidumbre. Tan así que decido pegarle un codazo en el costado del torso a Jacob.

—¿Pero qu-?—su bello rostro se gira hacia mi, y con un gesto le doy a entender que diga algo, Total, nuestra posicion y la de las jaurias en general era clara, antre cualquier batalla con los frios, ya sea un encuentro pacífico, como una mismisima guerra, nosotros estariamos allí.

Jacob procede a levantarse de mi lado, pero no dudo en seguirlo, ambos parado dando el frente a la situacion y a la inciativa de apoyo.

—Las jaurías pelearan.—suena decidido, dominante, Jake.—De todas formas, nunca les hemos temido a los vampiros.

Las ultimas palabras las emite observando directamente a mis ojos, guiñando uno de los suyos. Me saca una sutil sonrisa a lo que decido tomarle la mano, necesitabamos un poco de alivio ante tan dramatica escena.

Luego de nosotros, el Clan Denali se unió a la moción, y con ellos, la totalidad del resto de vampiros. La valentía se contagia al parecer.

Dejando bromas de lado, el valor es algo escencial en momentos de tal crisis. Un ejercito venía por nosotros, y sus armas no eran balas que esquivar, eran poderes tan diversos como siniestros.

Todo estaba en juego.

𝐏𝐋𝐀𝐍𝐄𝐓 𝐇𝐄𝐑-jacob black.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora