Después de a ver trabajado la gran parte del día y recibir a su amiga Emma en el taller, por fin estaba cerrando y daba paso a su descanso.
Aunque un pensamiento invadió su mente al recordar cierto detallé que debía arreglar también, no fue la manera y queria pedir disculpas por terrible escena que había formado
Al estar abajo en la pequeña recepción del edificio se despidió como normalmente hacía de las chicas y salió esperando un taxi pasar, y así fue, diez minutos de espera bastaron cuando ya se encontraba en camino al trabajo del alfa menor.
Pensó bien que es lo que iba a decir y antes de cualquier cosa mando un mensaje como de costumbre a Mikey, avisando en este su ausencia por ahora y su llegada más tarde
. . .
Bajó dando un ligero agradecimiento y enseguida alzo su mirada viendo la gran altura del edificio haciéndolo sentir pequeño; sabía aquel alfa trabajaba bien, más nunca se imagino un lugar así de asombroso Estaba a nada de retractarse cuando recibió la respuesta de su amigo a su mensaje, lo abrió enseguida y sonrió por inercia, definitivamente era muy predecible
Takashi, se dónde irás, así que ten cuidado y mucha suerte, sabes que puedo ir a buscarte si lo necesitas. 07:41 p.m
¡Se sincero! 07:42 p.m
No respondio, simplemente se encaminó dentro del gran edificio enseguida siendo víctima de varias miradas sobre si que le causaron una inseguridad, pero supuso era normal. No todos los días un chico de pelo lila mal organizado venía a pararse por ese tipo de lugares a buscar a su jefe.
Con pasos lentos se acerco hasta los recepcionistas y saludo tratando de ser lo más natural posible— B-buenas noches, amh, ¿Se encuentra Hakkai?
El beta alto enseguida lo miro de arriba a abajo dando una mala mirada y por ende, Takashi supo lo estaba criticando.
— ¿Tiene una cita?, ¿O, viene por la limpieza a su oficina?
El pequeño Omega frunció su ceño ante aquel comentario, era imposible tratar con gente así de arrogante, simplemente gastaría su tiempo y no estaba de humor para gritarle su mal estiló de ropa a los cuatro vientos.
— No, pero gracias por nada
Con pisadas molestas salió de nuevo del gran lugar y se sentó fuera en una pequeña banca que había cerca, que personas de mal gusto tenía que a ver en ese tipo de trabajo. Abrazándose a su cuerpo por la ráfaga de viento que hubo pensó esperar ahí unos minutos, pero su cerebro hizo click enseguida, cuando Hakkai iba a verlo siempre estaba fuera en su horario final de trabajo, por lo que seguramente salía temprano y ese idiota allá dentro solo quería burlarse de él.
Resignado y fallando, se levantó de nuevo dispuesto a irse a su departamento de una vez, ya vería que día podía venir a verlo y hablar correctamente con él. Así se encaminó por la calle esperándo que algún bus pasará y lo dejara cerca de la parada que había por la casa
— ¡Oye, t-tu¡ Él de pelo lila
Ante aquel gritó, giro ligeramente en su lugar y pudo reconocer enseguida la cabellera que corría hacía él, no podía sentir más vergüenza cuando lo vio acercarse. No supo como su cuerpo reacciono y fue hasta acercarse al contrario, que para suerte suya era casi de su vuelo o un poco más bajo
— ¿Takashi, cierto?
Asintió levemente sin poder pronunciar una palabra y entonces por la pena un sonrojó se extendió por sus mejillas y orejas. De un momento a otro ya se encontraba siendo jalado de la mano de nuevo dentro del gran edificio, pero esta vez iba directo hasta el elevador, junto a otro hombre dentro, él cual lo admitía le parecía muy atractivo con un aura muy pesada
— Souya, ¿Quién es él?
Un escalofrío le recorrió la espalda y su muy sumiso omega dentro de él, lo aferro a bajar la mirada— Un amigo, va a ver a Ha~. Por cierto- Takashi él es Rindou-kun, mi prometido
Con la vergüenza al borde y sintiendo como sus piernas le temblaban sonrió lo más amable que podía y extendió su mano ligeramente, no sabía si era lo correcto o algo parecido, simplemente no quería ser irrespetuoso
— Un placer s-señor Rindou
— No seas tan formal, solo Rindou
Quedando en silencio después de aquella pequeña charla, en el piso número 19 el elevador se detuvo y las puertas se abrieron por un segundo, de ahí vio como el mismo alfa salía y por ende el creyo que era ahí.
— N-no es aquí, es un poco más arriba. —un susurro en sus espaldas y fue jalado ligeramente de nuevo dentro— En un momento bajo, no tardo nada
No vio más cuando las puertas se cerraron así que enseguida el otro omega de pelos rizados presionó el botón número 27, siendo este casi de los últimos pisos. Hubo un momento de silencio, miles de pensamientos estaban por la mente de Mitsuya matándolo casi vivo, pero simplemente las palabras salieron de su boca sin pensarlo
— Gracias...y perdón por lo de ayer, malinterprete las cosas
— No te preocupes, aunque estoy un poco confundido. ¿Tú de verdad estas saliendo con alguien?
Su silencio probablemente delato la respuesta, era vergonzoso saber que Hakkai se lo había dicho, y aún más que había confundido toda la situación con ambos chicos, seguramente eran buenos amigos y él había arruinado la salida— Lo dije solo para mantenerlo alejado, n-no quise lastimarlo
— Bueno, me sorprende viniendo de él, nunca se rendía al invitar a alguien a salir. Pero ten por seguro que te perdonará, con un condición por supuesto
Antes de reprochar o exigir mínimo una respuesta a eso, las compuertas se abrieron de nuevo y fue empujado fuera de ahí, solo pudo girarse rápido y ver al otro chico que le guiñaba divertido— Su oficina es la puerta de roble oscuro, puedes esperar afuera
Después de dichas palabras vio como despareció de su vista el otro chico y él se quedaba quieto en su lugar, sintiendo de nueva cuenta las miradas curiosas sobre él.
Jodido día, jodida su suerte...
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