Cumplido su destino como el último Sangre de Dragón, el primer Sangre de Dragón ha estado recuperando su poder para volver y ejercer su dominio. ¿Quién saldrá victorioso cuando estos dos se enfrenten?
Según la gente de Solstheim, Miraak y sus seguidores afirman que es el "Primer Sangre de Dragón". Incluso su propio nombre traducido del idioma dragón al lenguaje común es "Guía de la Lealtad".
Durante el tiempo en el que los dragones gobernaban a los mortales, Miraak sirvió como sacerdote dragón en Solstheim durante la Era Merética. Durante su sacerdocio entró en contacto con un Libro Negro, que a su vez lo condeno a servir al príncipe daédrico del conocimiento, Hermaeus Mora.
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El cual le brindó una gran cantidad de poderes y ayudarle a sacar todo su potencial como Sangre de Dragón.
Con todo este conocimiento en sus manos, Miraak logró diezmar las almas de los dragones y los dominó, devoró sus almas para ganar más y más poder.
Sin embargo...
Los dragones enfurecidos por su traición, arrasaron su templo y eliminaron a todos sus seguidores.
Al final la traición de Miraak fracasó y fue derrotado por otro sacerdote dragón, Vahlok el Carcelero, condenando así el alma de Miraak a la isla de Solstheim.
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Aunque otras historias cuentan que Vahlok iba a asestar el golpe final a Miraak cuando el príncipe daédrico, Hermaeus Mora, lo salvó al transferir su alma a Apocrypha, su plano en Oblivion.
Al final sea como sea que lo vieron los dragones, encomendaron a Vahlok jurar eterna vigilia en pos de no permitir el regreso del traidor.
Mientras tanto, Miraak permaneció en el reino de Hermaeus Mora hasta que pudo acumular el suficiente poder para poder retornar a Solstheim, un poder que pudo ejercer en el año 201 de la Cuarta Era.
Miraak estaba encadenado bajo los servicios de Hermaeus Mora por toda la eternidad. Pero claramente como demuestran los recientes sucesos, los planes de Miraak eran otros, solo estuvo esperando el momento preciso para liberarse de las ataduras del príncipe daédrico y volver a establecer su dominio sobre Solstheim.
Con su poder para controlar las voluntades y las mentes de la gente, hizo que toda la isla trabajase en la reconstrucción de su templo, aunque durante ese proceso notó otro cambio en el mundo.
