No soy un omega perfecto

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--Luffy, ¿que haces? --Shanks preguntó preocupado de verlo con un cuchillo.

Si bien había visto que tenía buena regeneración temía el límite que pudiera tener.

--No te vas a burlar de mí, maldito Shanks --gruñó el niño, mostrando los colmillos con enojo.

Al pelirrojo le dolió esto, pero sabía que se lo merecía por burlarse del sueño de su cachorro.

--No lo haré, pero baja aquí --extendió los brazos para recibirlo.

En cambio, Luffy lo ignoró, tomando el cuchillo con ambas manos y clavándolo bajo su ojo izquierdo.

--¡Luffy, idiota! --exclamó Shanks, corriendo para tomarlo en brazos y llevarlo para que lo curaran.

(...)

--Luffy, ¿por qué hiciste eso? --reprochó Makino mientras revisaba que la herida estuviera bien curada.

--El maldito Shanks piensa que por ser pequeño no podré cumplir mi sueño algún día --gruñó con enojo.

--Pero no era motivo para hacer eso, podrías haber perdido el ojo --regañó la omega.

--Es imposible, mi regenarición lo impide --restó importancia.

--¿Entonces por qué no regeneraste esta? --inquirió Shanks.

--Porque así habrá una marca que te recuerde que eres un bocazas --miró al pelirrojo serio, quien se frotó la frente con cansancio. --Aunque que yo tenga una cicatriz no le va a gustar a papá --pensó en voz alta.

--¿Mm? ¿A qué te refieres? --se extrañó.

--Mi fruta impide que tenga cicatrices al darme una gran regeneración, que tenga una cicatriz es porque esa regeneración no funcionó o no quise que funcionara, papá se puede enfadar --frotó su herida con un poco de enojo.

--¿Qué fruta es? --preguntó aquello que había preguntado hace ya medio año.

--Kami Kami no Mi modelo Sekhmet --respondió tras meditarlo un rato.

El silencio se hizo en el bar ante esa confesión, mirando al niño como si le acabara de salir una segunda cabeza.

--¿Kami? --titubeó Akagami. --Es la que buscamos, pero ¿cómo que "modelo Sekhmet"? ¿La Kami Kami no Mi también tiene modelos? Entonces va a ser más difícil --pensó abrumado por toda la información que tan simple respuesta había traído consigo.

--¿Shanks? --sintió como era agitado, viendo hacia abajo, notando su brazo entre las manos de Luffy, quien lo miraba preocupado.

--Tranquilo, cachorro, estoy bien --sonrió nervioso.

--Mientes --dijo directo.

El pelirrojo suspiró, su postura recta cayendo.

--Sí, miento --cruzó los brazos sobre la barra y se apoyó en ellos.

--¿Qué ocurre? --inclinó la cabeza.

--Luffy, ¿dónde conseguiste esa fruta? --miró al niño serio, pero sin querer asustarlo.

--Me la dio papá --fue sincero.

--¿Por qué te la dio? Luffy, ese tipo de frutas son muy peligrosas --giró un poco para quedar de frente con el niño.

--Lo sé, dijo que como era peligrosa lo mejor era que alguien la tuviera, pero no confiaba en nadie lo suficiente como para tenerla, por eso me la dio a mí --agachó la mirada. --Antes era de mamá, pero ella murió por mi culpa, es mi responsabilidad ahora --volvió a elevar la mirada y vio al pirata con seriedad.