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Nami entró en celo al poco de salir de la isla de los gigantes, el cual empeoró cuando aquella mujer que habían visto en la isla de los cazarrecompensas subió a su barco para advertirles, quien se quedó más tiempo del necesario mirando a la omega antes de marcharse.

Nami reclamaba por su alfa, pero esta se había ido dejándola sola.

Luffy la tomó en brazos y la llevó al camarote femenino, donde se encerró con ella y la cuidó durante toda la semana hasta que el celo remitió, pero su fiebre no bajaba.

--Chicos, creo que Nami enfermó --dijo al resto cuando salió a cambiar el agua de la cubeta para los paños.

--¿No son los resquicios del celo? --se extrañó Zoro.

--No, ya pasaron dos días y la fiebre no baja, esto es por otra cosa, necesita un médico --negó.

--¿Cuánto falta para la próxima isla? --preguntó Sanji.

--Ya estamos en el campo magnético, es una isla de invierno, no debe faltar mucho para que veamos tierra --respondió Vivi.

--Vivi, ve con Nami, yo me quedaré fuera junto a Usopp para esperar a avistar tierra --cedió la cubeta con nueva agua.

--Está bien --se puso en pie, tomó la cubeta y fue a la habitación donde estaba la omega enferma.

Luffy salió y se quedó en cubierta mirando al horizonte en espera de ver tierra.

(...)

--Yo puedo llevar a Nami --aseguró Luffy mientras se ponía en pie.

--¿Cómo? --cuestionó Vivi.

--En mi forma animal --sentenció. --Solo debéis atarla a mi espalda y yo la llevaré, no debéis preocuparos por nada.

--¿Tienes forma animal? --se sorprendió Sanji.

--Sí, hay que apurarse --salió de la casa.

El resto le siguió, Sanji con Nami en brazos.

Luffy se puso con las manos en el suelo y comenzó a convertise. El pelo creciendo sustituyendo a la ropa, las manos y pies convirtiéndose en patas animales. Una larga cola con pelo en la punta saliendo de su espalda baja. El rostro convirtiéndose en un morro felino. Y lo que más llamó la atención fue la gran melena de león que surgió de su cuello, cabeza, parte de la espalda y el pecho, la cual agitó con elegancia.

--Es... ¿Un león? --cuestionó Dalton al ver el cambio, notando la gran altura del animal.

--No --Vivi negó, fijándose en los rasgos del rostro, las patas y la forma del cuerpo. --Es una leona con melena --habló con asombro. --Como Sekhmet --pensó con asombro.

Sanji dejó a la pelinaranja en la espalda del animal, atándola a la zona.

--No tardaré en llegar --habló la leona tras asegurarse que la omega estaba resguardada en su lomo.

Todos le dieron espacio y el animal echó a correr sobre sus cuatro patas montaña arriba.

(...)

Llegó a la cima sin ningún contratiempo, viendo el gran castillo que se cernía sobre él.

Empujó la puerta y se adentró, refugiándose a tiempo de la tormenta de nieve.

Anduvo por los pasillos, revisando las habitaciones hasta que encontró una con una cama, en la cual se adentró.

Limpió con una sacudida sus patas y se subió al colchón, rompiendo las cuerdas y luego dejando a Nami sobre el mismo con cuidado, descendiendo poco después y volviendo a su forma humana, maniobrando para meter a la chica dentro de las mantas.

Volvió a convertirse y a subirse al colchón, tapando con su cuerpo el de la omega para poder darle calor, así quedándose dormido.

(...)

Volvió a abrir los ojos cuando olió a alguien más en la habitación, mirando y comprobando que había una anciana junto a ellos.

Alzó la cabeza y la siguió con la mirada.

--¿Quién eres? --preguntó al ver que la anciana no había notado que se había despertado.

--Despertaste ¿eh? --giró y quedó viendo al animal. --Que yo sepa los leones no hablan.

--No soy un león, soy una leona con melena, bueno, me puedo convertir en una, en realidad soy humano --admitió.

--Usuario --zanjó.

--¿Eres el médico? --preguntó.

--Sí, puedes decirme Kureha --se acercó. --A pesar de que la estabas cubriendo ya traté a tu amiga, está recuperándose bien --bebió de la botella que tenía en la mano.

Luffy se levantó dispuesto a bajar.

--Quédate ahí, el calor extra le vendrá bien --negó la idea del usuario de bajarse.

El animal volvió a tumbarse y con cuidado colocó su cabeza en el pecho de su nakama, mirando la puerta curioso.

--¿Quién es? --preguntó sin apartar la mirada de la puerta.

Justo cuando la anciana miró en esa dirección lo que parecía ser un tanuki con cuernos y un sombrero rosa con una cruz blanca que se cubría malamente con la puerta apareció.

--Ah, él, se llama Chopper, es solo un reno sin importancia --volvió a beber.

--No parece un reno, ¿es usuario? --curioseó.

--Sí --solo dijo.

--Chopper, ¿por qué no te acercas? --ofreció con calma.

--¿Quién eres? --titubeó un poco.

--Me llamo Luffy, ella es mi nakama Nami --presentó también a la chica en cama.

--¿Nakama? --se sorprendió.

--Sí, ella es navegante, yo soy el capitán del barco --sonrió hacia el reno.

Chopper se acercó con cuidado.

--¿Eres usuario? --preguntó el renito.

--Sí, así es --afirmó. --¿Eres doctor? 

El otro animal asintió tímido.

--Genial... Oye, ¿por qué no vienes con nosotros? Nos falta un doctor en el barco --ofreció.

--¿Q-Q-Qué? --retrocedió asustado. --¿P-P-Por qué me querrías en tu tripulación? --tartamudeó.

--¿Y por qué no? Eres genial, Chopper, y seguro que eres un gran médico --sonrio sin mostrar los dientes.

Chopper miró a la doctora en busca de ayuda.

--A mí no me mires, es decisión tuya --apartó la mirada.

El reno se encogió en su lugar sin saber lo que hacer.

--Tranquilo, aún no nos vamos, tienes hasta que Nami se recupere para darme una respuesta --se acomodó en su posición.

Más tranquilo Chopper se alejó junto a Kureha.

(...)

Enfrentar a Wapol no fue difícil, con un simple golpe con fuerza y haki lo mandó volando fuera de la isla.

Nami ya estaba recuperada por lo que solo quedaba esperar la respuesta de Chopper.

--Venga, Chopper --insistió mientras lo mantenía en sus brazos.

El reno no sabía qué decir, aunque al final fueron echados de mala manera por la doctora, quien les lanzaba armas, teniendo que huir en un trineo tirado por Chopper en su forma de reno.

Estaban alejándose cuando escucharon explosiones a su espalda, girando y viendo la montaña en su totalidad rodeada de un extraño polvo rosa, provocando que se viera como un sakura gigante.

--Esa vieja sí que sabe despedirse --rieron por esto.

Llegaron a su barco, donde hicieron una fiesta en la que Luffy le presentó a toda la tripulación a Chopper mientras partían a su destino principal: Alabasta.

No soy un omega perfecto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora