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Por fin estaba frente a frente contra el gyojin que se interponía entre su objetivo y él.

--Ace, ¿qué quieres de oyaji? --pronunció Jimbei paciente.

--No es con él con quien necesito hablar, pero sé que es a quien tengo que pasar para llegar a mi objetivo --aseguró.

--Creo que no va a poder ser, oyaji y los suyos tienen mejores cosas que hacer que venir a hablar con un novato --negó.

--Oh, claro que vendrán, tendrán que darte tratamiento médico después de todo --sonrió de lado.

--¿Eso es un reto? ¿Qué pretendes que salga en una confrontación de agua y fuego? --mostró su brazo, de donde una gota de agua comenzó a gotear.

--¿Quién dice que el fuego es mi única habilidad? --mostró los colmillos en una sonrisa socarrona.

--¿A qué te refieres? --elevó una ceja sin comprender.

Sin responder, Ace golpeó con el puntapié de su zapato el suelo y dos columnas de arena se levantaron como serpientes a sus lados.

Jinbei abrió los ojos y vio ambas serpientes marrones alterado. Bien sabía lo que la arena era capaz de hacer por su compañero Shichibukai usuario de la Suna Suna no Mi, pero ¿cómo este chico era capaz de usar la arena también como una habilidad? ¿No que su poder era fuego?

Pensó tanto que apenas y tuvo tiempo de esquivar el primer ataque, pero no el segundo, que lo atravesó sin llegar a atravesarlo, solo robándole cualquier tipo de líquido que pudiera tener en su cuerpo, dejándolo casi seco, obligándolo a arrodillarse y jadear en busca de aire o agua para poder respirar.

--Ahora --la voz de Ace era lejana, pero no por ello menos clara. --Llama a Shirohige y te ayudaremos.

Jimbei gruñó y estuvo dispuesto a llamar, pero antes de sacar su Den Den Mushi un cubo de agua cayó sobre él, aliviándolo en gran medida y haciendo que pudiera volver a moverse con mayor libertad.

--No se preocupe, Jimbei-oyabun, ya llamamos a Shirohige-san --escuchó una voz anciana, elevando la cabeza y encontrando un rostro conocido.

--Alcalde, debería estar refugiándose --regañó.

--Estoy bien, preocúpese por usted --el alcalde de avanzada edad ayudó al gyojin a sentarse.

Otro cubo de agua cayó sobre el híbrido, esta vez viendo que fue un miembro de la tripulación de Ace.

--Mi intención no era dañarte, solo que los avisaras --el rostro del capitán de Spade era más pacífico.

Este dio tres toques con la puntera de su bota en el suelo y arena sólida se elevó desde el suelo debajo de Jimbei formando un amplio asiento.

--Es arenisca, puede que no sea muy lugareño, pero es más cómoda que la tierra --sonrió tranquilo.

El Shichibukai tocó el material bajo él y notó la suavidad de la blanca arenisca.

--¿Cómo es posible? La Suna Suna no Mi ya está en uso --lo vio sin comprender.

--Mi Akuma no Mi es... Especial --evitó el tema.

--¿Zoan mítica? --se sorprendió.

--No, no es especial en ese sentido --volvió a golpear la puntera de su bota contra el suelo y creó más asientos, esta vez unos bancos para su tripulación y una especie de trono en miniatura para él, sentándose y colocando un tobillo sobre la rodilla contraria, apoyando un codo en uno de los reposabrazos y su mejilla en la mano. --No sabría decir siquiera si es mítica, más bien es una... ¿Leyenda? No sé, ahora cada persona tiene sus creencias --elevó los hombros restándole importancia.

No soy un omega perfecto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora