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Se encontraban huyendo por el interior del reino de Goa.

Habían ido a comer a un restaurante tras vender las pieles de cocodrilo que habían conseguido tras la caza, pero las cosas se habían salido de control.

Ahora huían de los guardias entre risas por parte de Ace y Luffy y regaños de Sabo a los dos pelinegros.

--¿Sabo? --se detuvo abruptamente al escuchar su nombre, girando y encontrando a un hombre elegante y pelinegro que lo miraba incrédulo.

--¡Sabo! --llamó Luffy entre risas.

--¡Ya voy! --ignoró las exigencias del hombre por que le hiciera caso y corrió, tomando la mano de su hermano y adelantando a Ace en su carrera de huida.

Esto extrañó a los otros dos, que se miraron como pudieron antes de seguir al único rubio fuera de Goa, internándose en el bosque y llegando hasta el acantilado donde a veces se sentaban a ver el mar.

Una vez se detuvieron Sabo soltó a Luffy y se sentó al pie de un árbol, abatido.

--Sabo, ¿quién era ese? --el menor se acuclilló con los pies planos y las piernas juntas delante de él.

--Mi supuesto padre, os hablé de él --alternó la mirada entre ambos.

--¿Él? Tenía cara de idiota --gruñó Ace.

--Es idiota --remarcó con desagrado, apoyando la espalda y la cabeza en el árbol y mirando hacia arriba. --No quiero volver con él --se lamentó.

--No volverás con él, papá no los dejará que te lleven, ahora eres de la familia --sonrió compasivo.

Sabo suspiró, mirando a su hermano y asintiendo con una sonrisa débil.

--Sabo, no tienes que preocuparte por nada, nadie te apartará de nuestro lado --se unió Ace.

El rubio lo vio y volvió a asentir.

--Vamos a mi casa, papá no debe de tardar en llamar --el Monkey menor se puso en pie.

Los otros dos asintieron y lo siguieron.

Llegaron hasta la pequeña cabaña y se adentraron, cada uno sentándose en su lugar y esperando.

No pasó mucho para que el caracol sonara, el niño más pequeño tomando la llamada y viendo el rostro estoico de su padre.

--Hola, papá --saludó feliz.

--Hola, cachorro --sonrió más tranquilo al ver el rostro de su hijo. --¿Y Ace y Sabo?

--Aquí --dio vuelta al caracol y quedó mirando al resto de la cabaña, donde estaban los otros dos, que saludaron con la mano.

--Tengo información que os incumbe a los tres --volvió a adoptar un tono serio.

--¿Qué ocurre, padre? --si bien Sabo ya se había adaptado a decirle de manera familiar no faltaba el respeto.

--Dentro de unos días llegaré a Dawn Island --comenzó.

--¿Vas a venir? --Luffy se emocionó.

--Sí, pero no de visita, Luffy --eso entristeció al cachorro. --En unos días más un Tenryūbito visitará la ciudad de Goa, y temo lo que los nobles puedan hacer para lucirse ante ellos --apretó la mandíbula con ira contenida.

--Está bien, papá, estaremos esperando --aceptó con facilidad.

--Llevad precaución durante los próximos días --el caracol durmió, dándoles a saber que la llamada había sido colgada.

No soy un omega perfecto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora