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Llegaron a su siguiente isla tras algunos días de viaje, deteniéndose para estirar las piernas, aunque no encontraron a nadie.

Caminaron un rato hasta que una omega se acercó, llamando a Luffy "jefe" y luego volviendo a alejarse corriendo.

Vencieron a los que vinieron después, viendo a la omega que se presentó como Nami.

--Un momento, ¿dices que el pirata que hay en esta isla se llama Buggy? --abrió los ojos.

--Sí, así es --bajó del techo y se colocó frente a ambos hombres. --¿Por qué? ¿Lo conoces?

--Sí, sé quien es --tocó su sombrero. --Zoro, debemos ir con él --miró al peliverde.

--¿Para qué? --lo vio sin comprender.

--Tengo que hacerle un favor a alguien --aseguró. --Puedes hacer lo que quieras, Nami, si quieres les robas mientras hablamos, pero luego nos reunimos --miró discretamente la marca que asomaba por la falda de la chica.

La omega asintió extrañada, luego retirándose.

Luffy tomó la mano del alfa y lo guió por las calles vacías hasta que subieron a una zona donde había una carpa de circo con mucha gente.

--¿Buggy! --gritó el D. para hacerse oír.

La multitud calló, girando y encontrando a los ajenos a ellos.

Un peliazul con pintura de payaso avanzó.

--¿Quién osa decir mi nombre? --dijo con voz grave.

--Me llamo Luffy, Monkey D. Luffy --se presentó, luego llevando una mano al sombrero que reposaba en su cabeza, quitándolo de su lugar y cediéndolo al otro omega.

--¿Por qué me das esto? --vio el sombrero.

--¿No te resulta familiar? --acortó la distancia.

Buggy hizo memoria, no teniendo que pensar mucho para saber a quién le pertenecía.

--¿Es de...? --habló asombrado y con algo de añoranza, extendiendo las manos.

--Shanks, sí, aún huele a él --lo dejó en las enguantadas manos. --Me lo dejó como promesa de que nos volveríamos a ver cuando consiguiera derrotar al Gobierno Mundial, me habló de ti y vuestro lazo --miró el cuello del pirata, notando la marca de propiedad de un alfa, la marca de propiedad que decía que Buggy le pertenecía a Shanks y viceversa.

El peliazul olisqueó el sombrero, notando el olor del omega en el, pero también podía oler el de su alfa, aquel que llevaba más de una decada sin ver.

Dejó que ese olor nostálgico lo inundara, relajándose en el acto.

--Buggy --miró al pelinegro. --¿Por qué no zarpaste con él?

--Teníamos objetivos diferentes --devolvió el sombrero contra la voluntad de su omega de desprenderse del único recuerdo que tenía de su alfa. --Y aún los tenemos.

--Pero... Es tu alfa... Tu alfa destinado --apretó con cuidado las alas del sombrero.

--Chico, eso no quiere decir nada --suspiró y cruzó los brazos. --Un omega no debe depender de su alfa, menos si es su destinado.

--No entiendo --miró a su nakama antes de volver a ver al otro capitán. --Sé cual es el estereotipo de omega perfecto, pero ¿no duele estar marcado y estar lejos de tu alfa? --mostró su duda.

Buggy suspiró.

--Sí, duele, mucho --tocó el contorno de su marca con cuidado. --Y sentir la necesidad de Shanks de que me quiere cerca no ayuda.

No soy un omega perfecto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora