✫5✬

3.4K 379 29
                                    

Salió de su concentración cuando escuchó pasos al acercarse.

Lo bueno era que tenía visión nocturna, por lo que podía ver entre la oscuridad que había en su cabaña.

Estiró la espalda, los brazos y las piernas y se puso en pie, acercándose a la puerta justo cuando esta fue tocada.

Abrió y se sintió cegar un poco por la repentina luz, pero se acostumbró, notando a Ace junto a un niño rubio de vestimenta elegante, aunque no podía distinguir ningún olor viniendo de él.

--Hola, Ace, niño desconocido --saludó a ambos.

--Me llamo Sabo --se presentó el rubio.

--Ah, hola, Sabo --saludó correctamente.

--¿Es verdad que le dijiste a Ace que vives solo? --curioseó.

--Sí, esta es mi casa --señaló el interior.

--Es muy oscura --notó con cierto desagrado.

--Aún me falta hacer algunas ventanas --concordó.

--Se acabó --cortó cualquier conversación el niño de pecas.

--Ace... --regañó Sabo.

--Luffy, ¿sigue en pie lo del enfrentamiento? --miró al otro pelinegro.

--Claro --sonrió sin problema.

--Entonces vamos --comenzó a caminar en otra dirección.

--Espera, necesito trabar la puerta --salió de su hogar e hizo lo que dijo, luego siguiendo a los dos mayores. --Nee, Sabo, ¿aún no mostraste tu casta? --curioseó.

--No, aún no, solo tengo 10, es pronto, ¿y tú? --preguntó esta vez él.

--Tengo 7, aún faltan cinco años --sonrió con amplitud.

--¿Qué crees que serás? --olió discretamente, a pesar de que no podía distinguir muchos olores por aún no tener su casta quería empezar a familiarizarse.

--Lo más probable es que un omega --miró al frente, viendo la espalda de Ace y el camino que seguían.

--¿Cómo estás tan seguro? --se sorprendió.

--Es lo que dicen papá y sus amigos, por eso dijeron que tenía que irme a vivir solo cuanto antes, para poder pasar mi celo tranquilo ya que el primer celo de un omega es el más tentador para los alfas y los betas --dijo con facilidad.

--¿Tienes padre? --Ace detuvo su caminata abruptamente y giró de golpe para verlo.

--Sí ¿qué pasa? --miró extrañado al mayor.

--Nada... --gruñó y siguió caminando.

Luffy miró extrañado a Sabo, pero este solo le negó y continuaron su marcha.

Llegaron hasta un amplio claro, donde se detuvieron.

--Sabo, préstale tu arma --dijo Ace mientras se preparaba con la propia.

El rubio le ofreció su tubería, pero el niño negó.

--No uso armas --se excusó.

--Si no la usas vas a salir herido --amenazó el pecoso.

--¿Por qué estás tan seguro? --elevó una ceja, esa actitud altanera de Ace comenzaba a irritarlo.

Antes de que el pelinegro mayor hablara fue interrumpido por su amigo.

--Ace, se hace tarde --cortó, alejándose con su arma hacia una roca cercana, donde se apoyó.

El de pecas  solo tronó la lengua y se preparó con su tubería.

No soy un omega perfecto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora