CAPÍTULO 23

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AVANI

-Nathan— escuché la voz de una chica y me volví para verla

Era una chica rubia estilizada, con un vestido rosa engominado por encima de las rodillas y ceñido a su cuerpo, una típica Barby

-¿Qué quieres?—pregunto Nathan realmente serio y frío

-Oh—me miro a mí y como Nathan rodeaba mi cintura con su mano—Estas con tu novia

Se volteó y dio unos pasos hasta que la voz de Nathan la paró

-No—dijo molesto—Dime lo que me tengas que decir, no quiero volver a verte

-No decías lo mismo en el baño del restaurante—señalo seductora

No lo mostré en mis facciones, pero Nathan sintió lo tensa que me puse, eso si no me lo esperaba. Intente separarme de él disimuladamente, pero no me lo permitió afianzando su agarre en mi cintura

-Julian—dijo con tono cansado—Realmente, basta. No puedo seguir con tus juegos, terminamos hace tiempo. Tu misma lo dijiste ¿Recuerdas? Soy un bastardo maltratado infeliz que no sirve para nada, corta el rollo

Así que esa era su ex...

-Luego no vengas a buscarme—me señalo—Cuando ella se de cuenta lo roto que estas por dentro, no vengas a buscarme

-No lo hice en dos años y medio, quédate tranquila que no lo haré—respondió con tranquilidad

El valet parking llego con el auto de James y se bajó para tenderle las llaves a Nathan, cuando las cogió nos dimos vuelta para montarnos, pero su voz nos paró

-Eres una zorra, en dos días te reemplazará—espeto

Nathan tenso sus músculos y yo volví la cara sobre mi hombro

-Te equivocas, las zorras se arrastran, y yo no me veo haciéndolo—le guiñe un ojo y me monte en el auto

Nathan lo rodeo y se montó en el asiento del conductor

-¿Estás bien?—le pregunté cuando suspiro cansado con los ojos cerrados antes de arrancar

-Estoy enojado y frustrado—confeso arrancando y asentí—Pero sobre todo estoy caliente

Ahogue un grito y junte mis piernas inconscientemente haciendo que él lo notara y ría por lo bajo

-Idiota

-Por la tarde calentaste la pava, pero no tomaste el mate—señalo—Luego vinimos al restaurante y comenzaste a decir todas esas cosas que no escuche sobre la familia a Mia, pero sí que me calentaste, y luego sin ser suficiente le dijiste eso a Julian—inspiro sonoramente—definitivamente estás poniendo mi voluntad hacia ti sobre una cuerda floja

-¿Y quién dijo que quiero que te abstengas?—lo pique seductoramente

Nathan abrió la boca como un pez varias veces, intentando dirigir mi comentario hasta que ladeo una sonrisa. Saco el móvil de su bolsillo y marco un número

-Todo bien, quedátelo esta noche—pidió al otro lado de la línea—Sé que mi hijo no es un paquete, y lo que haga con tu prima no te incumbe, pero si quieres saberlo...—abrió la boca para explicarle, pero paro y rio—Entonces no preguntes cosas que no quieres saber, dile a James cuando se despierte por la noche que pasaremos por la mañana—rodó los ojos—Es mi hijo, se va a despertar a mitad de la noche y comenzara a llorar para luego hacerte meterlo en tu cama—rio—Adios

-Ya no hay campana que te salve, Whitmore—murmuro satisfecho y con una mirada depredadora

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Antes de ti [completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora