EPILOGO

3.5K 181 28
                                    

AVANI

Finalmente puedo decir que mi vida es una completa locura, pero sin esta locura no podría decir que vivo la vida, siquiera quisiera respirar si no tengo esta locura. Nunca pensé que James fuese un error, bueno, puede que cuando vi las dos rayas en la prueba de embarazo, pero podemos hacer que nunca pasó; Lo que si consideraba rotundamente un error era no haber prestado atención en aquella cena de graduación cuando mis amigos propusieron un viaje a las Las Vegas que terminó en una cama de un motel barato con nada mas y nada menos que Nathan Bass, mi nemesis.

Con el paso de los años y nuestro rencuentro inesperado, fui disuadiendo ese pensamiento hasta que no quedo rastro alguno. Hoy puedo decir firmemente que esa noche con Nathan Bass fue lo mejor que me pudo haber pasado, esa noche me regalo a mi campeón, y sin esperarlo, años después me regalo la vida que siempre soñé. Al día de la fecha, Nathan es todo lo que siempre quise y mas, es un hombre que antepone su familia ante cualquier situación que se presente, cuida a sus hijos con el amor incondicional que el no pudo vivir, es un excelente jefe de Bass Corporation y se esfuerza porque nuestro matrimonio nunca pierda la chispa que encendimos aquella noche en la que cambio todo.

-¡Amor!— grita Nathan desde el piso de abajo

-¡Estoy yendo!— respondí mientras me ponía a toda velocidad mis accesorios

Baje rápido las escaleras sonriéndole a Nathan al pie de la escalera

-Un día de estos te vas a caer por correr así— sonrió depositando un beso en mi cabeza

-Cuando tienes tres hijos desarrollas una habilidad— me burlé mientras buscaba mi bolso

-¿Ah, si?  No lo sabia, debe ser porque no tengo hijos— caminó detrás de mi siguiéndome

-Cuando tengas adolescentes, me cuentas— le guiñe un ojo divertida saliendo por la puerta

-Estoy seguro que cuando tenga hijos, no voy a querer llegar tarde al cumpleaños número dieciocho de alguno— acotó mientras rodeaba el coche

-¡Nathan! No vale— me quejé mientras él reía y me lanzaba un beso

Al abrir la puerta del copiloto el silencio que había en la casa hacia unos segundos murió al cruzar el umbral de la puerta.

-¡Mamá! ¡Papá!— chillo Marfil— Díganle a Noah que deje de molestarme

-Díganle a Noah que deje de molestarme— imitó Noah con voz chillona

Nathan puso el coche en marcha ignorando a nuestro hijos y se puso en dirección al restaurante.

-Noah deja de molestar a tu hermana— dije mientras sacaba la cajita negra de mi bolso

-Ja— contestó Marfil invicta

-Y Mar, deja de provocarlo— contesté haciendo que el coche quede en silencio, voltee a ver a Noah de brazos cruzados con una sonrisa satisfecha— Borra esa sonrisa

Noah lejos de hacer lo que le pedí esbozo una sonrisa mas grande y me lanzo un beso, rodee los ojos y me incorpore en el asiento mirando a Nathan, quien sonreía.

El restaurante quedaba a media hora de nuestra casa, por lo que encendí la radio, apoye mi cabeza sobre la ventana y distraídamente acariciaba el regalo de James mientras la melancolía me abordaba. Habían pasado demasiados años desde que era una adolescente con un niño, sola, habían pasado muchos años desde mi rencuentro con Nathan, y el nacimiento de los mellizos.

Antes de ti [completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora