Tú en kengan ashura

Cazería

Ahora mismo estabas frente a un oponente que no conocías, y por los movimientos que mostró parecía saber Capoeira. Aun así lo que te llamaba la atención eran las personas al rededor de ustedes.

En todos los combates que tuviste siempre prestabas atención a tu alrededor, era casi como un reflejo, siempre se sentía igual, pero no en esa pelea.

A pesar de los lugares donde peleas, la gente, sus autos, su vestimenta, sus accesorios, todo te decía que había incontables cantidades de dinero reunidos en un solo lugar, pero ahora no se sentía igual.

La gente alrededor parecía más normal que de costumbre.

-Tn: «Tal vez sea por el continente, pero no puedo arriesgarme, tengo que salir lo más ileso posible de esta pelea»

El combate comenzó y tu oponente parecía que estaba haciendo un simple espectáculo.

De un segundo a otro se colocó frente a ti, sus movimientos eran muy irregulares, te cubriste de sus patadas pero aun así te arrojó bastante lejos.

-Tn: «Es la primera vez que veo a alguien patear parado en una mano, su potencia es increíble»

Te acercabas y esquivabas lo mejor que podías, hasta el momento no habías dado un solo golpe, pero solo porque esperabas a que volviera a dar esa patada.

En el momento en que la dio te agachaste y pateaste su mano de apoyo. Antes de impactar en el piso colocó su otra mano resistiendo su peso sin problemas, giró y terminó la patada, esta vez sí te dio.

Kata de redirección: Borde que fluye.

Con tu propia mandíbula redirigiste su pie haciéndolo quedar expuesto.

Kata de adamantina: Iron-Breaker Kick.

Pateaste su estomago con toda tu fuerza. Salió disparado, no giró en el aire debido a que le diste justo en el centro de su cuerpo, por lo que lo primero en impactar en el suelo fue su cabeza.

Le estaba costando levantarse, pero no se lo permitiste.

Kata de adamantina: Iron fingers.

Usando solo tus dedos apretaste la parte trasera de su cuello. Por reflejo el intentó quitar tu mano pero la atrapaste.

Kata de agua, técnica definitiva: Espejo de agua.

Le dislocaste el hombro y lo estrangulaste con su propio brazo. De pronto sentiste una patada que te obligó a soltarlo.

Volteaste y viste que, aún con su brazo dislocado, se apoyó en el otro y dio una patada doblando lo más que pudo su columna, logrando así liberarse.

-Tn: «Sus golpes salen de la nada»

Parecía que iba a acomodarse su brazo pero no se lo permitirías.

Kata de redirección y agua: Golondrina nadadora.

Diste los golpes lo más rápido que podías, él no podía bloquearlos todos con una sola mano, además que sus movimientos de antes estarían sellados mientras su brazo continuara así.

Retrocediste un poco, eso le permitió respirar, pero de pronto avanzaste y desapareciste de su vista.

Estabas abajo, colocaste tus manos y el suelo, giraste sobre ti mismo y lo pateaste en la cara. Esa era la misma patada que él te había lanzado.

Le diste directo, estaba en el suelo, no solo era el daño físico, haber copeado su patada tan fácil fue un impacto mental.

En ese momento de desequilibrio de su mente y cuerpo tú avanzaste para terminarlo.