Ya habían pasado 10 meses desde que comenzaste a entrenar en el "interior". Algo había cambiado en ti, no eras el mismo de antes.
Todos los días sin excepción te enfrentabas a algo que amenazaba con matarte, en ocasiones más fácil en otras más difícil, pero siempre estaba la preocupación de no saber cuando no podrías terminar el día con vida.
Estabas meditando en el bosque, eso te ayudaba incluso más que dormir, claro que seguías durmiendo, pero solo podías hacerlo por lapsos de un par de horas cuando tenías una verdadera oportunidad.
Todo lo que estaba a tu alrededor estaba completamente destruido. Varios árboles derribados, algunas rocas destruidas, y el suelo tenía bastante sangre regada, en algunas parte ya estaba seca y en otras seguía fresca.
Claro que el número de muertos se había reducido hasta un par a lo mucho, incluso cuando llegaban muchos más que al inicio, eso debido a que los dejabas escapar, pues no te interesaba lo que hicieran.
Te levantaste, tu cuerpo también había cambiado, cada día recibías varias heridas, más de una te dejó una cicatriz. Además la forma en la que te movías era muy diferente.
Solo estabas vestido con tu ropa interior, ya que eso te ayudaba a pelear sin riesgo de que te rompieran la ropa, al caminar lo hacías de forma en la que no te dañabas con lo que había en el suelo. Ni siquiera necesitabas verlo, lograbas sentir tu entorno.
Comenzaste con tu entrenamiento matutino, era bastante simple, solo era trabajar en algunas Katas y después acondicionamiento de las manos, los codos, rodillas, tibias, etcétera.
Después de comer te vestiste y comenzaste a trotar. Esos 100 Km hacia tiempo que se sentías muy ligeros así que aumentaste la velocidad y no la disminuiste ni un poco durante todo el recorrido.
Al llegar ya te esperaban algunas personas, eso no era raro, pero sí lo era el echo de que no estaban armadas.
-Tn: «Quieren enfrentarme a mano limpia»
No subiste tu guardia, simplemente caminaste en la dirección que siempre tomabas.
Todos atacaron a la vez, te golpeaban una y otra vez. Los que estaban cerca pensaban que ya estabas liquidado, pues estabas recibiendo golpes de 7 hombres sin poner resistencia, pero no era así.
Todos ellos estaban preguntándose lo mismo, "¿Por qué no siento ningún impacto?"
A simple vista parecía que te estaban dando un golpiza, pero cada uno de tus movimientos era para disminuir al máximo el daño. Solo estabas usando la Kata de agua, en el momento en que te estaban por golpear movías tu cuerpo en la misma dirección consiguiendo reducir el daño a casi nada.
Después de un rato se alejaron, se veía que estaban cansados. Cuatro de ellos cayeron al suelo sorprendiendo a los otros.
-«¡¿En qué momento los noqueó?!»
Cuando se alejaron de ti diste dos golpes rápidos a los lados y luego moviste las manos hacia adelante antes de regrésalas. Todo eso en solo una fracción de segundos, golpeaste el pecho de cuatro de ellos, justo en el momento en que sus pulmones se inflaron por lo que hubo un momento en el que el oxigeno no llegó al cerebro causando el desmayo.
Seguiste caminando sin darle importancia al resto, y ellos ya no se atrevieron a hacer nada.
Escuchaste los murmuras de la gente, al parecer esos tipos fueron contratados debido a lo fuertes que eran, pero a ti ni siquiera te hicieron entrar en calor.
Había algo muy extraño en ese día, estaba siendo demasiado tranquilo para lo que acostumbrabas.
-Vaya, eres tú.
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Tú en kengan ashura
FanficTn vivía de una forma muy tranquila, pero tenía un deseo, ser fuerte. No solo alguien fuerte, ser el más fuerte. Sin un buen guía su vida terminó en una pelea, pero su ambición era fuerte por lo que se le dio una segunda oportunidad, pero ahora la c...