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El carro de Nils estaba a unos cuantos metros de él, no te tomo tanta importancia hasta que el alto rubio bajo de este.

―Mierda ―murmuró apretando con fuerza el volante.

Rápido, saca su celular y llama de nuevo a Gray.

―¿Cómo mierda se supone que bajaré del auto para ir a desahogarme contigo?

―¿Qué?

―El gran hijo de ―se detuvo al querer decir una palabrota―. Nilson está afuera.

―Ah, pues claro, el vive en el departamento de al lado ―Gray dice tranquila mordiendo una manzana.

―¿Nunca dejas de comer?

―Si no como no soy feliz, tú lo sabes.

―Dios ―Aaron pone los ojos en blanco y cuando levanta la mirada―... Esto es una mierda, nos vemos luego, Gray.

Nilson se está acercando a él.

―¿Qué pasa?

―Me vio.

―Dios, ¿solo por eso?

―¿Y si se quiere vengar?

―¿De qué? ¿De lo que le hiciste hace años? Yo creo que ni se acuerda, además es un bien chico.

―No lo sé Gray. Lo humillé.

―Lo humillaste sabiendo que estabas enamorado de él.

―¡No me jodas! No estaba enamorado de él, solo...

―¿Solo qué? Deja de contradecirte, abre la puerta de esa camioneta, baja de ella y camina hacia acá. Hasta yo que soy menor que tú, tengo más inteligencia. No niegues algo que se nota a leguas, Aaron.

Aaron resopla y hace caso colgando el teléfono, baja de la camioneta y le pone seguro con las llaves.

―¡Hola! ―Nilson saluda con una sonrisa a Aaron.

―Hola ―le responde con mala gana.

―¿Cómo te va? ¿Vives aquí?

―Me va... ¿bien? ―hunde las cejas―. Y no, no vivo aquí. Aquí vive mi mejor amiga.

―¿Chris?

―Se llama Gray.

―¡AH! Mi vecina.

―Sí, eso mismo me dijo ella. ―se encoje de hombros restándole importancia.

―Ehm...

―Di lo que tengas que decir, llevo prisa ―le contesta fío.

―Nada, solo quería ver si querías ir a por un café para hablar sobre el caso...

―No.

―Vamos ―el le golpea despacio el hombro―. Sabes que no va a terminar aquí.

―¡Bien! ―dice después de un silencio corto.

―Tu número para decirte cuanto y en dónde.

Aaron le dio su número. Nilson hizo lo mismo y ahora ambos tenían sus números telefónicos.

―Bueno, adiós ―Nilson se despide.

Aaron solo hace un asentimiento de cabeza y pone sus ojos en blanco.

Guarda su móvil y camina hacia la entrada, después toma el asesor y marca el piso 5.

«¿Por qué el último piso?» Piensa quejándose de la obsesión de su mejor amiga con los últimos pisos.

A veces piensa que algún día se va a sentar en el borde a fumarse un kilo de marihuana. No lo ha hecho nunca, pero la cree capaz de eso y más.

Cuando la puerta del ascensor se abre, corre a la puerta de la casa de su mejor amiga.

―¡Gray! ―grita tocando la puerta.

―¡Ya voy! ―contesta Gray desde dentro―. ¡Está abierto!

Sin decírselo dos veces, Aaron abre la puerta y entra entre cabreado y estresado.

―¿Qué pasa? Parece que pronto te saldrá humo por las orejas ―dice Gray acercándose al chico de tatuajes que estaba con sus cejas hundidas.

―¡Me acaba de invitar a un café! ¡¿Te parece poco?! ―aprieta sus puños.

―En serio que eres infantil.

―¡¿Y si echa veneno en la taza!?

―¡Dios! Deja de ser tan pesimista ―ríe Gray.

―No puedo, no con lo que le hice.

―Estabas enamorado de él ―pone cara como si pensara, Aaron la miraba fijamente con el ceño fruncido―. Estás enamorado de él. ―afirma

―¿Te volviste loca? ―respira agitado.

―¡Mira como te pones! ―lo señala con su dedo índice―. Y solo te invitó por un café.

―No lo sé, Gray, ¿y si me hace algo?

―No te hará nada. Si no vas no sabrás si hará algo o no.

De repente el sonido de un mensaje a un celular hace que ambos se callen.

―No es el mío. ―dice Gray.

―Estoy seguro de que es él.

"Hola Aaron... ¿Qué te parece mañana por la tarde en mi casa?"

Aaron miró fijamente el celular y luego a su amiga quien tenía dibujada una sonrisa.

―¿Y?

―Mañana en su casa. ―dice Aaron volviendo su vista al celular.

―¡Wow! Ni yo me atrevo a tanto.

―¿A qué te refieres? ―la mira confuso.

―En serio que tu duras en captar indirectas, Bobo Aaron. ―ríe―. Irás a tu casa, prepararás el mejor traje que tengas porque de seguro solo eso hay en tu armario, te bañarás, te pondrás el perfume más rico que tienes e irás a beber un café por la tarde a casa de Nils.

―¿Qué? No, claro que no iré.

―¿Seguro?

El celular de Aaron le vibra en su mano y lleva su vista hace él.

"No recibiré un no como respuesta. Hay cuentas que arreglar, Aaron."

―Me va a envenenar, te lo aseguro.

―¡Que no! En serio eres necio. ―se acerca y le arrebata el celular leyendo los mensajes―. ¡Irás si o sí! ―baila en brinquitos.

―Que no.

―Sí y punto final Aaron Letbley. ―sonríe.

«Está loca.» Piensa Aaron y acepta ir con Nils.

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Holiiiiiiiiiiii, aquí Kari... Esto se pone interesante...

¿Qué pasará aparte de ir a tomar un café? Tsssssssssssssssssssssssssss, queda en sus cabezas.

Nos escribimos luego...

Les ama;

Kalena.

Enfrentados © [FANFIC #NILRON]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora