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Ya era tarde, el sol ya se había ido y la luz de la luna entraba por la ventana de la habitación de Nilson, quien estaba en shorts de pijama y una camiseta de tirantes, hacía calor, la época de primavera estaba terminando y le hacía paso al verano.

No había hecho nada más que dormir después del juicio, él cree ganar con las pruebas que tiene contra Nick pero, no estaba seguro de llevarlas. Podría enviarlas anónimamente, pero a él le gusta hacer las cosas de frente. Pero lo malo era que, ahora mismo, no estaba seguro.

Rara vez que no está seguro, él siempre se siente bien con lo que hará, pero esta vez no, este era un tema aún más complicado y no sabía cómo Nick podría defenderse.

Su celular sonó en el buró haciendo que el chico abriera sus ojos color azul, estiró su mano hasta alcanzar su celular y contestó de mala gana.

—Hola... —habló la voz al otro lado del teléfono.

Una sonrisa de oreja a oreja se pintó en el rostro de Nilson.

—Mucho tiempo, Lydia.

—Lo sé, Nilson, te he extrañado.

—Yo a ti, hermana.

—¿Cuándo volverás a casa, Nilson? Mamá y papá te echan mucho de menos.

Nilson sonrió.

—Cuando tenga ganas de volver, volveré —contestó con una risa triste al final—. Aún no termino mis cosas acá, Lydia.

—Vamos, Nilson... ¡Te extraño! Tengo tantas cosas que contarte... —suspiró la rubia al otro lado de la línea.

—Yo también tengo muchas cosas que contarte, pero no es el momento de irme para Alemania, tengo... iré a juicio de nuevo con otro cliente.

—¿No has salido de uno ya?

—¿Cómo es que sabes todo, Lydia?

—No lo sé... ¿quizá porque tu vecina es mi amiga?

—¿Desde cuándo? —Se asombró.

—Hace un par de semanas, la conocí por Facebook.

—Oh...

—Bueno, te contaré algo que me pasó...

Después de horas de poner al tanto a su hermano mayor, Nilson estaba durmiéndose.

—Lydia...

Lydia seguía hablando.

—¡Lyd! —le llamó.

—¿Qué?

—Es media noche.

—Está amaneciendo, Nilson, no seas mentiroso.

—Está amaneciendo en Alemania, estoy en Estados Unidos.

—Qué va..., es mentira.

Nilson se pone de pie y va hacia la ventana y le toma una foto.

—Te he enviado una foto, ¡es de noche, Lyd!

—No me ha llegado nada...

—¡Mentirosa!

—Ay, es que no quiero despedirme.

—Tengo que dormir, Lyd.

—¿¡Y yo qué!? Me he desvelado para hablar contigo...

—Sí pero, tú no estudias ni trabajas, Lyd.

—¡Si trabajo!

—Entonces, ¿por qué no duermes?

Ella quedó en silencio.

Enfrentados © [FANFIC #NILRON]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora