Prólogo

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Conocí a Bang Chan en la secundaria. Desde siempre, Chan ha sido receptor de todas las miradas del lugar donde se encuentre. Es tan impresionante que a veces me hace dudar de su integridad, pues realmente pareciera que se tratara de un ser mágico y no de mi mejor amigo.

Chan y yo nos hicimos mejores amigos desde la primer vez que nos cruzamos en la secundaria. Como un par de imanes; nos volvimos inseparables y ahora él era considerado el hijo postizo de mi familia y viceversa.

Obviamente, las cosas entre nosotros no siempre fueron de ese hermoso tono rosado y brillante. Durante un tiempo pasado, Channie y yo intentamos dar un paso distinto en nuestra relación, es decir, convertimos nuestra amistad en un romance. Sin embargo, a pesar de lo bonito que llegó a ser en algunos momentos, él y yo nos dimos cuenta de que definitivamente nos veíamos más como una hermandad que como un noviazgo. Aunque claro, debo admitir que a veces suelo extrañar esa otra careta nuestra.

Ahora, en el tiempo presente, la naturaleza se ha emocionado más con mi mejor amigo. Con el desarrollo de los mejores genes de sus progenitores, Chan se ha vuelto mucho más apuesto que antes, a eso agregándole el hecho de que las hormonas del adolescente de universidad han dado paso libre a la llamada de atención de bastantes personajes dentro de la institución. Principalmente, de una no muy de mi agrado: Minnie.


Song Minnie, es hija de un hombre político con bastante poder, por lo que su popularidad es meramente nata. Una chica con una larga cola que pisarle. Está llena de rumores que hablan mayormente sobre su conducta caprichosa cuando no ha obtenido lo que desea, pero que fácilmente son catalogados por insinuaciones maliciosas de gente que la odia por motivos desconocidos, pues la chica es poseedora de un rostro lindo e inocente que difícilmente permite creer que haya maldad en su interior.

Últimamente –hablando concretamente de un par de semanas atrás–, Minnie se había estado acercando a mí bajo una careta de una amistad que busca ser íntima conmigo, pero incluso un ciego sería capaz de ver que ella solamente estaba buscando acercarse a Chan. Un instinto en mi pecho me hizo saber desde el principio que esa chica no era buena para mi mejor amigo. Y juro que definitivamente no tienen nada que ver mis sentimientos por él.

Ante aquello, me puse manos a la obra y traté de detener sus intentos a como diera lugar. Desafortunadamente, un maldito viaje fuera del país y una operación de cadera estaban listos para arruinar mis intentos de salvar a mi Chan de sus deslumbrantes garras, obligándome a dar inicio a la exhaustiva búsqueda de alternativas para alejarla de él, de manera definitiva.

 Desafortunadamente, un maldito viaje fuera del país y una operación de cadera estaban listos para arruinar mis intentos de salvar a mi Chan de sus deslumbrantes garras, obligándome a dar inicio a la exhaustiva búsqueda de alternativas para alejar...

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—¿Cuánto tiempo estarás fuera del país? —preguntó la peliazul

—No lo sé —me encogí de hombros —. Tal vez un mes o más.

No Te Enamores de Mi Amigo || BANG CHANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora