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Lo siguiente que los Lan vieron fue a Jin ZiXun dirigiendo a un grupo de cultivadores pertenecientes a diferentes sectas, por un momento se sorprendieron de ver a sus propios discípulos siguiendo el mando del Jin.

Fue ahí que se dieron cuenta de lo que realmente sucedió aquel catastrófico día en el que el destino de las vidas de muchas personas se condenó a una miseria.

Lo siguiente fue la lluvia de flechas de la que los dos hombres que recién llegaban con suerte pudieron resguardarse detrás de una roca.

El nigromante lucía aturdido e irritado. Era claro que ellos no tenían ni la más mínima idea de porque los atacaban cuando ellos solo querían llegar a la celebración del primer mes del recién nacido Jin.

Habían cometido el error de tapar sus ojos y cubrir sus oídos a las evidentes mentiras que se les fueron dichas, no podían permitirse ni darse el lujo de hacer eso de nuevo; no cuando ya habían perdido demasiadas vidas por hacerlo.

Solo cuando la presencia de Jin ZiXuan se notó, fue cuando se dieron cuenta de que se habían perdido cada uno en sus propios pensamientos.

—Cuando Wen Ning baje la guardia, ellos dispararán. — La irritación pasó a la rabia contenida por apenas un poco.

ZiXuan lo miró con impaciencia, comprendía lo que decía y el porqué lo decía, pero de igual manera no quería que el hermano de A-Li perdiera la oportunidad de limpiar su nombre y conocer a su sobrino. — Wei WuXian, iremos a la Torre Koi y aclararemos todo, te lo prometo.

El nigromante no tardó en responder. — ¡Jin ZiXuan! ¡Mantente alejado y no te haré nada!

El Jin ignoró la advertencia y continuó caminando hacia el otro.

Los Lan se percataron de que aquella caja que antes apreciaba WuXian ahora estaba destruida en la mano de Jin ZiXun. Ahora comprendían qué fue lo que desató la rabia del menor.

Después, la mano del Wen atravesaba el pecho de Jin ZiXuan. — A-Li ... aún te ...está esperando.

Los gritos de los cultivadores hicieron que la cabeza de los Lan diera vueltas y se sintieran completamente mareados. — Wei WuXian, el Patriarca Yiling, ¡mató a Jin ZiXuan!

Volvieron a estar inconscientes antes de que pudieran darse cuenta. Tal vez porque fue demasiado información para ellos, puede que haya sido por el hecho de que ya no había más que ver o porque fue un poco de ambas cosas.

*

Los días pasaron llenos de cansancio y confusión, especialmente para Nie HuaiSang, quien se había dedicado a organizar tanto como le fuera posible el orden de lo que se debía de hacer día con día y ayudando a los niños jóvenes que serían los primeros discípulos de YilingWei.

Actualmente ya no faltaba mucho para terminar la construcción del lugar, lo cuál era una noticia considerablemente agradable de escuchar porque de esa manera ya no tendría que estar vigilando constantemente a los pequeños que corrían de un lado al otro sin prestar mayor atención a lo que sucedía alrededor.

La mayoría de aquellos niños fueron rescatados de las frías y sucias calles, dándoles así la oportunidad de comenzar de nuevo y poder tener un futuro más brillante, ya sea que fueran cultivadores o se especializaran en alguna otra área que YilingWei planeaba ofrecer.

Pensando en ello, el Nie no se percató de la presencia de tres líderes que caminaban en su dirección, cada uno de ellos con diferentes expresiones.

Jiang Cheng se percató de la presencia del Nie que se veía mucho más tranquilo en ese lugar cuidando niños que cuando lo veía paseando en el Clan Nie. El líder de dicho clan también se percató de ello y no pudo evitar tener sentimientos encontrados.

𝘛𝘩𝘦 𝘔𝘦𝘮𝘰𝘳𝘪𝘦𝘴 𝘖𝘧 𝘠𝘪𝘭𝘪𝘯𝘨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora