Extra #2: Nie-xiong.

507 55 6
                                    


La primera impresión que el segundo joven maestro de Nie tuvo del entonces discípulo principal fue que era una persona vibrante a la que sería difícil de olvidar. La segunda fue que definitivamente tenía una personalidad que te hacía sentir cercano a él a pesar de que solo llevaran unos minutos de conocerse. Y la tercera, pero no menos importante, fue que tenía el aspecto de alguien que escondía sus problemas para evitar molestias.

Con el pasar del tiempo, HuaiSang solo pudo confirmar que su amigo realmente de esa manera, tan extrovertido y misterioso cuando se trataba de hablar abiertamente sobre su existencia. Cuánto daría el joven por cambiar el pasado para salvar la vida de él, salvar la vida de esos dos tontos enamorados cuya historia de amor terminó antes de iniciar.

Después de que su amigo regresó de esos complicados tres meses desaparecido, el ya no tan inocente Nie, se dio cuenta de que algo estaba verdaderamente mal con el mayor. Y por mucho que se esforzó en descubrir lo que era erróneo, no encontró mayor cosa de la que tuviera certeza; la única cosa segura era que su amigo ahora tenía una temperatura muy baja para alguien con un núcleo dorado.

Tuvieron que pasar un par de meses más para que HuaiSang encontrara, por accidente, lo que le pasaba a su amigo más cercano, su segundo hermano mayor.

—Tío Jiang, señora Yu. —Era muy tarde para que alguien estuviera despierto, pero no lo era tanto si pensaba que se trataba de su amigo de ojos grises y una sonrisa opaca en comparación con las sonrisas de sus recuerdos. Por supuesto que se acercó sin dudarlo mucho.

Al más joven se le partió el corazón al ver el estado del contrario. Ebrio, las ropas desorganizadas por completo, el cabello revuelto, lágrimas fluyendo incontrolablemente por sus mejillas ligeramente huesudas y sonidos no muy comprensibles al oído.

—No puedo, no puedo, ya no puedo.

Inevitablemente corrió hacia el mayor para ayudarlo sin importar lo demás, una amistad era más importante que un par de botellas de vino. —Wei-xiong, Wei-xiong, aguanta un poco más.

Como pudo, llevó al otro a su habitación. ¿A quién le importaba si podía malinterpretarse cuando esta persona tan importante en su vida estaba sufriendo en silencio?

—¿Nie-xiong? —Los párpados del de ojos grises parpadeaban con lentitud y su pecho se movía de manera irregular. —Wei-xiong, aquí estoy, aquí estoy, no te preocupes.

Con las manos temblorosas, HuaiSang se las arregló para cambiar las prendas del contrario y también conseguir té para intentar hacer que estuviera más sobrio. Finalmente después de varias tazas de té y mucha, mucha paciencia, Wei WuXian logró volver a sus sentidos parcialmente.

—¿Nie-xiong? —Los párpados rojizos se abrieron lentamente tratando de reconocer el lugar en el que se encontraba, el pánico no le recorrió el cuerpo a sabiendas de que se encontraba con su amigo. —¿Por qué estoy aquí?

Su amigo permaneció en silencio mirándolo fijamente, al principio no entendió el motivo, solo después de un tiempo recordó que había bebido tanto alcohol como pudiera para mantenerse caliente.

Bebió tanto que la mayoría de sus recuerdos eran borrosos o solo eran fragmentos muy pequeños. Por primera vez en mucho tiempo, tuvo miedo.

Miedo de haber dicho algo que no debía de ser dicho.

—Wei-xiong. —La preocupación floreció en la expresión del de verde. —Wei-xiong.

HuaiSang aún recuerda lo difícil que se volvió aquella tranquila madrugada. Recuerda las lágrimas llenas de sal y dolor que fluyeron en las mejillas de su amigo, lo complicado que se le hizo respirar al nigromante y sobre todo, las confesiones que salieron a flote en medio de los sollozos que estrujaron del dolor el pecho y el corazón del Nie.

𝘛𝘩𝘦 𝘔𝘦𝘮𝘰𝘳𝘪𝘦𝘴 𝘖𝘧 𝘠𝘪𝘭𝘪𝘯𝘨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora