★ 𝘌𝘭 𝘔𝘦𝘫𝘰𝘳 𝘈𝘮𝘪𝘨𝘰 𝘋𝘦 𝘔𝘪 𝘏𝘦𝘳𝘮𝘢𝘯𝘰 ★ (T.K)

◇-4-◇

Jungkook se veía en el espejo con duda, frunciendo sus labios en un puchero sin dejar de verse, le gustaba su ropa, sin duda, aquellos pantalones negros rotos en algunas zonas como en las rodilllas y que abrazaban perfectamente sus grandes muslos junto a unas medias de red hasta la cintura dejaban ver sus bien formadas piernas, por último un crop top negro de mangas cortas que dejaba ver la mitad de su torso, sin olvidar sus botas altas del mismo color. Se veía genial, sin ninguna duda y lo sabía bién pero hace unos días que su seguridad y autoestima estaba por el subsuelo, pensando en las crueles palabras de Yiren.

En verdad nunca se fijaría en el?

Usar ese tipo de prendas siendo un hombre, era demasiado raro?

Estaba bien ilusionarse con un posible futuro con el mayor? Tal vez si sonaba algo inalcanzable.

Bajo la cabeza soltando una risita sin una pizca de garcia, sonando dolorosa para los oídos de la segunda persona presente en el cuarto, quien no dudó en acercarse y rodearlo con sus brazos, ayudaba mucho el hecho de que jungkook no fuera muy alto y así poder abrazarlo mejor, apoyo su mentón en su hombro y le sonrió dulce a través del espejo, intentando animarlo.

- que sucede? No te gusta este tampoco? - preguntó suave, intentando ocultar su preocupación ante su expresión de angustia, jungkook negó con la cabeza, sacudiendo sus cabellos castaños en el procesó, haciéndolo ver tierno y más con aquella pequeña sonrisa, aunque felicidad no era el aspecto que daba - vamos, soy tu Hobi bu, no me mientas - dijo fingiendo sonar molesto y tomando las mejillas del menor con una mano para apretarlas, sacándole una risa por el tonto apodo que una vez utilizó para llamarlo.

- es que...-comenzó después de un corto silencio, dudando si en verdad decir lo que pensaba, soltó un suspiro - crees que tengo una oportunidad? Vale la pena intentarlo? Yiren dijo qu- el mayor lo interrumpió negando y tomándolo de la cintura para darle la vuelta, quedando frente a frente.

- me importa una mierda lo que dijo Yiren - dijo haciendo reír al menor ante el insulto, algo que el mayor siempre evitaba decir ya que no le parecía de buena educación - es más que obvio que a ella le gusta taehyung y intenta sabotearte por que te ve como una amenaza - hoseok llevó sus manos a las mejillas del menor y las apretó haciendo que formara una trompa, se sentía dichoso por ser el único que podía hacer tal cosa sin recibir un golpe en el estómago, jungkook lo miro confuso sin entender a lo que su mayor se refería.
- por que me vería como una amenaza? Ella tiene las de ganar, no yo - habló con algo de dificultad al tener aún sus mejillas atrapadas entre las manos suaves de su hyung, quien río y nego.

- te tiene miedo, por que sabe que puedes arrebatarle lo que más desea - dijo con una radiante sonrisa, queriendo reír al ver la expresión de sorpresa en el contrario - tu eres precioso jungkook y- ambos se congelaron en sus lugares cuando la puerta se abrió.

- dejen de parlotear y vengan a ayudarme - habló yoongi entrando al cuarto, recibiendo una mala mirada del menor, ambos hermanos entre cerraron los ojos sin dejar de verse - sin quejas, sabes bien que mamá dijo que debías hacer todo lo que yo diga sin rechistar, esa fue la condición Jeon - lo apuntó con su dedo para recalcar sus palabras, el castaño tomó las muñecas de hoseok y aparto sus manos de su rostro, formo un puchero como si fuera a hacer un berrinche, asintió sin decir nada y se acerco pasando junto a el eh ir los tres a la primer planta, donde había música en un volumen bajo saliendo de los grandes parlantes, les esperaba una gran noche y jungkook no podía estar más emocionado.

Las horas pasaron rápido para el menor de los Jeon, llegando la noche en menos de lo que pensaba, la gente solo seguía llegando a montones, adentrándose en la casa como si fuera propia. El salón estaba casi a oscuras expecto por algunas luces colgantes de colores que yoongi había colocado, algunas personas bailaban en el centro al ritmo de la fuerte música, con su ayuda y la de su hermano habían movido los sillones a los laterales de la habitación, dejando una gran pista para el baile.