★ 𝘌𝘭 𝘔𝘦𝘫𝘰𝘳 𝘈𝘮𝘪𝘨𝘰 𝘋𝘦 𝘔𝘪 𝘏𝘦𝘳𝘮𝘢𝘯𝘰 ★ (T.K)

◇-18-◇

- mi cuñado favorito! - gritó rodeando los hombros del capitán con uno de sus brazos, su gran sonrisa arrogante le hizó fruncir sus cejas, aún más por sus palabras, lo empujó a un lado y siguió su camino - no debes tratarme feo! Al pequeño Jeon no le gustara que trates tan mal a su chico - dijo con burla, tirando hacia atrás sus azules cabellos, yoongi todo los ojos tomando asiento al mismo tiempo que todos, incluso aquel chico.

- Minho solo cierra tu maldita boca y deja de seguir a mi hermano como perro en celo - ordenó llevando una papa frita a sus labios, su ceño nunca dejó de estar fruncido, el grupo río burlón.

- si ya deja al pequeño Jeon, el mismo te dará una paliza - se burló en alto un joven pelinegro, haciendo que algunas carcajadas se oigan al instante.

- soy el mejor cuñado que podría conseguir en esta maldita escuela, quien mejor que yo? - chasqueo los labios y se señalo a si mismo con arrogancia, el ego por los cielos claro esta, yoongi apretó los labios disgustado por la solo idea, nego.

- hay mejores, te lo aseguró pero ninguno se lo merece - dijo sin verlo, solo concentrado en su comida por que moría de hambre.

- quien? Si se podría saber - preguntó un joven de cabellos castaños frente a el, yoongi alzó una ceja sin entenderle - quien sería un buen cuñado? Es obvio que más de uno en esta mesa le hecho un ojo a tu hermano pero pronto respeto ninguno hizo algo - comentó obvio mirándolo fijamente, los demás se veían sorprendidos por las reveladoras palabras, exponiendo a más de uno.

Y taehyung que se mantenía al margen de la conversación, alzó su cabeza interesado, mirando de reojo a yoongi algo curioso por sus próximas palabras.

El rubio se mantuvo en silencio, llevando su vista a cada uno en aquella mesa, claro que pensaba que cada uno tenía su punto pero sabia que ninguno se merecía el sensible corazón de su menor, por más que lo tenga guardado en una jaula de hierro. Su vista se detuvo por más tiempo en taehyung y solo nego bajando la cabeza, tampoco era algo que el pudiera decidir por más que quisiera.

- de ustedes? Ninguno - respondió serio y sincero, sin saber que rompió una pequeña esperanza en un joven enamorado.

Taehyung volvió a concentarse en su comida, como si lo que acaba de pasar no paso, solo alzandola cuando una mano se poso en su espalda y una voz hizó presencia a su lado. Pero sin poder reaccionar o si quiera voltear a ver quien era, esta persona se tomó el atrevimiento de sentarse en sus piernas con gran confianza, su expresión sorprendida decía todo.

- hola taehyungie ~ hace tiempo no pasamos momentos juntos, te extraño tanto - sus labios formaron un puchero mientras hacia figuras imaginarias en su pecho, sus rostros estaban cerca pero solo ella seguía acercandose mientras que el contrario se quedaba inmóvil.

- Yiren que estas haciendo? - preguntó tomandola de los hombros para tratar de tener distancia, ella protestó y intentó acercarse más.

- solo quiero mimos de mi chico, es todo - respondió quitando con brusquedad las manos de taehyung y luego tomarle de las mejillas para intentar besarlo pero un fuerte ruido le hizó asustarse, por consecuencia ella alejándose.

El ruido había sido una silla siendo arrastrada con fuerza y luego le siguió fuertes pisadas, jungkook se había levantado con brusquedad ante lo que sus ojos presenciaron, detestando no poder hacer o decir nada y tan solo decidio marcharse del lugar antes de hacer algo que se arrepentiria, también por que no quería que le vieran derramar lágrimas por la presión en su pecho, hoseok le siguió detrás y sin dudar lo apresó entre sus brazos como consuelo.

Mientras que la cafetería se quedó en un silencio total antes de escucharse un grito, Yiren había caído al suelo con el rostro fruncido en dolor, viendo como taehyung se disculpaba por ser tan bruto antes de casi correr en la misma dirección que el menor se fue.
No logrando encontrarlo por ningún lado, los lugares que más frecuentaban estaban desiertos, ni una señal, no tenía idea donde podría estar, bueno eso fue hasta que en uno de los vacíos pasillos escucho unas voces conocidas, desde la esquina se asomó a ver lo que sucedía.