Habían pasado un par de meses desde mi encuentro con el Erick. Pese a lo brusco que fue conmigo, supongo que era lo que necesitaba para cerrar el capítulo para siempre. Ya me quedaba claro que él no quería nada conmigo, y con ello, que lo mejor para mí era irme y hacer como que nada pasó.
Ya empezaba a agarrarle el gusto de nuevo a mi departamento. Y lo mejor es que nunca estaba sola porque los cabros venían a visitarme, las chiquillas me invitaban a salir, también andaba metida en los cumpleaños de los niños... era un poco extraño, como que no pude salirme de ese mundo del todo pero estaba bien, porque me mantuve allí por mí misma y no por ser la polola de Pulgar.
Tocaron el timbre. El Charles me había escrito en la mañana para avisar que quería venir de pasadita.
- Oh, qué rico – no pude evitar decir cuando dejó sobre la mesa una cajita con bizcochos de distintos sabores - ¿tomémonos un tecito?
- Ya po – sonrió él – la Feña te los mandó.
Fui a la cocina a buscar las tazas y las traje en una bandeja.
- Son como de muñeca – se rió. Y era verdad, desde chica me gustaron esas tacitas de porcelana blancas pintadas con algún color bonito, como rosado o azul.
- Oye, y ¿cómo están mis niños? – dije mientras le servía el agua caliente y hacía el gesto para que el Cha Cha sacara un pastelito.
- Bien, la Maithe está de cumpleaños la otra semana, supongo que vai a ir.
- De allá somos – obvio que iba a ir, si la Maithe era exquisita conmigo – y alcanzo justito, porque me voy a Italia en unos días pero a hacer un trámite nomás y me vengo.
- Así supe – revolvió su té - ¿a qué vai?
- Tengo que ir a buscar mis cosas – agaché la cabeza – ya terminé el intercambio en Florencia, no tengo nada que hacer allá.
Afortunadamente el Charles me entendía perfecto. No preguntó de más ni insistió en un tema que sabía que me incomodaba.
- ¿Vas a estar mañana? – me preguntó.
- Sí, ¿por? – partí un pastelito por la mitad y lo llevé a mi plato.
- Es que con los cabros queremos hacer una cena para celebrar que Chile terminó bien la temporada, vamos a estar todos po, me pidieron que te invitara.
- No sé si sea buena idea – intenté disimular que me ponía nerviosa.
- ¿No quieres ir por el Erick? – buscó mi mirada. Asentí sin decir nada más, entonces continuó – Pulga... él no quiere a la mina con la que está ahora.
- No se nota – intenté mantener firme la voz pero me costaba.
- Es que parece que tú tampoco conoces la historia completa.
Esto último captó mi atención, ¿qué onda?
- Nunca terminaste de escuchar el audio que te mandé, ¿verdad? – agregó buscando algo en su celular, me incitó a tomarlo – toma, escúchalo.
Le subí el volumen y lo dejé encima de la mesa para que escucháramos los dos:
"Pulgarcita, quedó la cagá. El profe cachó que el Erick faltó porque estaba curado, y con eso se supo que fuimos todos a carretear, que yo le pegué... sé que estuvo mal, pero fue porque se puso a bailar con una mina, quería separarlos antes de que hiciera algo de lo que se pudiera arrepentir pero no me pescó, así que le pegué un puñete y le dije de que se acordara de ti. Te prometo que no pasó nada, él no te engañó, porque después me pegó de vuelta, los cabros nos separaron y nos fuimos al hotel".
"¿Entonces por qué está con ella?", pensé y Aránguiz leyó mi expresión.
- Él está con ella porque está enojado contigo, pero no la quiere, de verdad que no – se explicó.
- ¿Y eso cambia en algo las cosas? – suspiré – está con ella para desquitarse conmigo. Así que no es infiel, solo es cruel, ¿debería dejarme más tranquila?
Sonreí irónica. Nunca pensé que mi Duque iba a ser capaz de algo así. Cuando apareció en la tele con otra mina por último lo había aceptado, él tenía derecho a enamorarse de nuevo, pero ahora esto cambiaba las cosas: quería hacerme sentir mal a propósito. Una infidelidad se la hubiera disculpado, le podría haber echado la culpa al alcohol, a que no pensó bien, no sé, pero que quisiera hacerme daño conscientemente no, eso no.
- Me contaron que todavía estás comiendo poquito – dijo el Charles luego de un silencio, tras observar cómo volvía a dividir el bizcocho para que la porción fuera más pequeña.
- Sí... - intenté sonreírle – tú sabes.
La verdad es que casi todo el plantel de la selección ya sabía el motivo.
- ¿Le vas a contar? – preguntó con cierta precaución, como tanteando el terreno.
- No, no quiero que sepa – me negué.
- Pero no vas a poder esconderlo por mucho tiempo – señaló e hizo una pausa, dudando si decir algo más – ya se te empieza a notar...
Me llevé la mano al estómago de forma instintiva, como intentando protegerme. Era cierto, cuando me viera entrar al evento mañana se iba a dar cuenta, y yo tendría mucho que explicar.
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Hola bbys!
Se empiezan a aclarar algunas cositas :o la verdad del audio del Charles estuvo escondida en el capítulo 15 "No te desquites conmigo", pero justo entró el Erick y la Pulga no alcanzó a escucharlo completo! ¿Alguna se dio cuenta?
¿Qué piensan ahora que saben que no le fue infiel? Igual penca que esté con la mina solo para herir a la ____ :( ¿Cómo reaccionará Pulgar cuando se entere del secreto?
Finalmente, les aprovecho de spoilear que quedan aprox 5 capítulos para el final. Cuático.
No olviden darle amor al fic <3 les subí este cap como a las 5 de la mañana jaja si no me escriben cosas bonitas lloro 😂
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Pulgarcita (Erick Pulgar y tú)
FanfictionÉl era un futbolista famoso que viajaba por el mundo, ella era una estudiante de medicina que leía fanfics con sus amigas. Cada uno por su lado hasta que un día comparten el mismo vuelo y... bueno, si quieres saber qué pasó, tendrás que leer esta hi...