Cuando los héroes se encuentran con los cazadores

Capítulo 31: A las carreras

Arco del Festival Deportivo

Después de dos semanas llegó el día del festival deportivo. Decenas de miles acudieron a UA de todo el país para presenciar cómo los estudiantes de primer, segundo y tercer año de UA High compiten entre sí. Muchos héroes profesionales también estaban allí para actuar como seguridad adicional. Atravesando los puestos de concesión hacia el estadio de primer año estaban Inko y Eri, el último de los cuales apretaba con fuerza la mano del primero con nerviosismo.

"Tt-hay tanta gente." Eri notó nerviosamente.

"Bueno, el UA Sports Festival es uno de los eventos más importantes del país, si no el más importante. Siempre atrae a mucha gente". Inko explicó. "Aunque normalmente se reúne más gente alrededor del tercer año, ya que la competencia es más feroz y hay más en juego para los estudiantes. Aunque supongo que con lo que sucedió recientemente, todos los ojos están puestos en los primeros años de este año".

"Espero que a Izu y Hermana mayor les vaya bien". Eri expresó.

"Estoy seguro de que lo harán muy bien". Inko le aseguró. "¿Pero estás seguro de que estás de acuerdo con estar entre una multitud tan grande? Sé que All Might nos consiguió esos boletos, pero aún podríamos haber visto desde casa".

"Pero quería verlos en persona. No sería lo mismo si lo viéramos por televisión". Eri expresó.

Inko sonrió.

"No, supongo que no. Además, sería un desperdicio no usar estos boletos gratis." Inko notó.

Mientras continuaban su camino, por el rabillo del ojo, Eri vio un puesto que vendía manzanas confitadas. Siendo ya una fanática de las manzanas, sabía que cuando Izuku mencionó que tenían manzanas confitadas y que eran incluso más dulces que las manzanas normales, tendría que tener una. Desafortunadamente, este lapso de enfoque hizo que se tropezara y comenzara a caer, solo para que una fuerza misteriosa la atrapara repentinamente. Antes de que pudiera darse cuenta de lo que había sucedido, volvió a ponerse de pie. Inko, que se había dado la vuelta para ver lo que había sucedido, también estaba confundida ya que sintió que Eri le soltaba la mano.

"Eso estuvo cerca." Una mujer habló en un japonés roto.

Inko y Eri miraron para ver la fuente de la voz. Era una hermosa joven de veintitantos años de piel pálida. Tenía el pelo blanco recogido en un gran pony trenzado que estaba ligeramente a la derecha y le llegaba hasta la cintura. Sus ojos eran de un penetrante azul pálido con un susto corriendo verticalmente por su ojo izquierdo. Llevaba una camiseta con cuello en V de color azul pálido y blanco, por encima del cual había un encogimiento de hombros azul vivo con un cuello levantado, mangas abullonadas y un emblema como un copo de nieve en la manga izquierda. En sus brazos llevaba un par de guantes largos de color azul oscuro. También usó una falda larga de tul blanco que se abre en la parte delantera. Sobre su falda había un artículo azul claro de cintura alta que combinaba con el corte de la falda. Alrededor de su cintura había tres cinturones blancos con una bolsa de tamaño mediano unida al cinturón más bajo. Llevaba mucho tiempo Botas de tacón de cuña azul pálido con volantes blancos que salen de la parte superior en la parte delantera. También llevaba un par de pendientes de rubí y una tiara de carámbano con un rubí de diamantes. Tenía un estoque a su lado.

"Tiene el pelo lleno ... donde te aprieta ... ... ten cuidado ... donde pisas. Lo siento, mi japonés no es muy bueno." Dijo la mujer.

"Está bien, gracias por ayudar a mi hija". Inko expresó con una reverencia.

Eri no dijo nada, mirando a la joven.

"Vamos Eri, da las gracias." Inko le dijo.

"Oh ... gracias linda dama." Eri expresó con una reverencia.