Capítulo 9

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Marissa POV:
Estoy muy emocionada, ha ocurrido un milagro de Dios: ¡Evan por fin me contestó los mensajes!

Anoche antes de cenar mi teléfono empezó a sonar indicando que había recibido mensajes de Evan, pequeño paréntesis, Evan y yo tenemos un tono especial para nosotros que es la canción Tour de Tres8Uno, nuestra canción favorita desde que éramos niños... Y es nuestra canción favorita porque casi nadie la conoce y lo hace más especial solo por eso.

En fin, me dijo lo mismo que su mamá, que estaba en la biblioteca estudiando para los parciales y dejó en silencio su celular. Hasta yo me estoy cansando que estudie tanto.

Le dije que iba a cenar y que quería que me esperara. Cuando acabé le volví a escribir diciendo que quería llamarlo, lo hice y llegamos al acuerdo de que hoy en la escuela hablaríamos sobre lo que estaba pasando y, para mi suerte, aceptó.

En estos momentos estoy esperando a que pase por mí, la verdad me sorprende que aún en la situación en la que... ¿Estamos? ¿Estábamos? No sé, el punto es que nunca dejó de pasar por mí ni irse completamente de mi lado, pero creo que era peor para mí verlo ahí físicamente pero mentalmente en otro lado.

-Buenos días. La puerta estaba abierta así que decidí pasar -dijo el chico al que estaba esperando mientras se acomodaba su mochila.

-¿Es en serio que otra vez dejaste la puerta abierta, Marissa? -habló mi mamá desde atrás provocándome un susto del tamaño del mundo- Un día, Dios no lo quiera, en lugar de entrar Evan va a entrar un ladrón -empezó a contar con sus dedo para enumerar sus opciones-, un secuestrador o quién sabe qué.

-No se preocupe señora -contestó Evan-, yo veré que nadie se meta por aquí.

-¡Ay, qué payaso eres! -exclamé- Mejor nos vamos para que la puerta por fin se cierre ¡aunque aquí todos sabemos que en la privada hay seguridad! -grité eso último para que mi mamá escuchara.

-¡Y aun así han robado las casas de por aquí! -mi madre imitó mi acción- Así que nunca se pueden confiar, ¿ok?

-Está bien, mamá -me acerqué a ella para despedirme de ella de beso-. Ya me voy.

-Adiós, hija.

-Con permiso, señora Karina -se despidió Evan.

-Adiós, Evan. Se cuidan.

Una vez que mi mamá dijo eso Evan y yo salimos en camino hacia la escuela, el cual por suerte estaba a 5 minutos de mi casa.

-¿Sabes? -hablé- He estado pensando en algo las últimas semanas.

-Siendo honesto, sería una novedad que me dijeras que no haz estado pensando, Mari -respondió Evan-. ¿Qué es lo que tiene a tu mente tan ocupada ahora?

-¿Por qué estás estudiando tanto? Sé que lo tuyo no es matarte días estudiando, ¿acaso sientes que se te está dificultando una materia?

-No -dijo tranquilo-, simplemente quería probarme a mí mismo, cambiar de rutina.

-¿Y cómo te fue?

-Creo que exageré, estudiar todos los días es algo muy fuerte, tal vez debería ir más despacio.

-Si quieres podemos estudiar conmigo y Jade -ofrecí-, aunque te aviso que esta semana es de estudio duro porque la siguiente es de parciales y se incrementa la responsabilidad.

-Lo tendré en consideración.

-Y también tienes que ir considerando otra cosa.

-¿Cuál? -dijo y empezó a caminar de espaldas.

¿Por qué te amo? 🇮🇹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora